capitulo uno. Contrato

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«Mi nombre es Higashiyama Kobeni, y tengo un sueño... Mi sueño es poder vivir por mi cuenta, ir a la universidad, tener una vida normal... No quiero ser cazadora de demonios, odio este empleo, siempre tengo miedo de morir ¿Por qué tenía que aceptar esto? ¿Por qué me pasan siempre las cosas malas a mi? Yo solo quiero irme a casa, ya no quiero ponerme en peligro»

Kobeni estaba en el edificio S.P viendo con que demonio hacer contrato, pero ninguna de las ofertas le agradaban, demonio de los intestinos, demonio escorpión, demonio Leviathan, todos eran realmente extraños, la perturbaban, la aterraban, no deseaba hacer contrato con ninguno de esos seres aterradores, asi que luego de mucho tiempo merodeando decidió largarse a su apartamento, ya que era de noche por lo cual si o si mañana tendría que hacer contrato con un demonio, las calles estaban desoladas y vacías, la zona donde ella vivía era bastante callada, alejada de las calles movidas.

Mientras andaba sintió como todo a su alrededor se paralizó, como si el tiempo hubiera parado, el sonido de las gotas que caían contra las tuberías ya no resonaban en el ambiente silente, solo podía oír su propia respiración y sus pasos, ni siquiera el viento o la música distante del distrito rojo, algo, algo la estaba acechando, la joven pronto se congelo de miedo sudando a mares, trato de correr, huir, pero su cuerpo no parecía estar reaccionando.

— Kobeni Hagashiyama verdad, quiero hacer un contrato contigo— hablo el ente misterioso, erizando la piel de Kobeni.

Kobeni se giró hacia donde provenía la voz, la silueta de un hombre alto y corpulento era visible, se veía como un humano, pero, su presencia, era simplemente escalofriante, ni siquiera los demonios capturados de la S.P eran así.

—¿U-Un co-contrato?— pregunto la chica la cual estaba aterrada por la presencia del demonio —¿P-Por qué? ¿P-Por que conmigo?—

— Así es, yo, el demonio del tiempo, no confundirme con el bastardo del futuro deseo hacer un contrato contigo, estoy seguro que no podrás rechazar~ — el demonio ahora conocido como el demonio del tiempo empezó a teletransportarse de lugar en lugar donde kobeni lo seguía con la la mirada todavía asustada, paso de estar en las sombras a estar al medio de la calle, con la luz de las farolas dándole a la espalda, no podía ver su rostro por alguna razón, de un segundo a otro ya no pudo verlo, estaba sobre un farol, luego sobre el toldo desarmado de una de las tiendas, solo para acabar detrás de ella, sintiendo su aliento sobre su cabeza y su cuerpo tropezando con su espalda.

—¿Q-Que clase de contrato? — cuestionó la joven, no sé atrevió a mirar hacia atrás, era una presencia tan pesada que la hacía querer llorar hasta desaparecer.

— Muy simple, podrás acceder a mis poderes de manera casi gratis, esto principalmente porque yo odio a los demás demonios y estoy seguro que tú los mandarás de regreso al infierno y así yo seré el único aquí, me dan ascos esos infelices, eso será parte del contrato, tendrás que matar demonios y quiero que los hagas sufrir, que lloren y supliquen por su vida, además de que no podrás decir con quién hiciste contrato, no quiero que los demás cazadores o la maldita del control me vengan a joder, ese es mi primera oferta que, mi fuerza, mi velocidad ¡Mi personificación! !Za Warudo! - al decir eso un ente fue materializado, era de un color amarillo, realmente corpulento y parecía una especie de boxeador hecho de metal, un robot, aunque se sentía y veía como uno, el movimiento de su cuerpo era natural y casi parecía algo humano, este se acercó a Kobeni mirandola fijamente la cual estaba muerta del miedo, el ser dorado no hizo absolutamente nada más que quedarse prácticamente tieso, no siquiera parpadeaba.

— Za Warudo tiene una fuerza titánica, una velocidad sin igual, literalmente nadie es más rápido que él en combate, se podría decir que ataca a la velocidad de la luz, posee un alcance de 10 metros, eso será lo máximo que él se podrá alejar de ti para atacar, los cazadores con contratos, los demonios y los malditos con corazón de demonio podrán verlo y atacarlo, no te confíes porque también te lo tendrás que ganar, Za Warudo no te obedecerá si entras en pánico o quedas así como estás, tienes que ser dominante y el te reconocerá, también todo el daño que el reciba irá también para ti pero no en viceversa, te parece bien ¿Toda una ganga no? Porque a decir verdad parte de esas cualidades físicas que te hablé también irán para ti, te harás algo más ágil, fuerte y resistente para poder usarlo adecuadamente y claramente una regeneración avanzada, tal vez no tanta como la de un demonio pero si te salvará de un que otro percance... pero eso es el primer contrato, el segundo es el importante,el cual va a parte porque estoy seguro que si bien no aceptaras ahora, si lo harás cuando estés en una encrucijada, podrás detener el tiempo por 5 segundos, cabe destacar podrías hacerlo por más tiempo pero si lo haces morirás del cansancio, los demonios que superan mi poder como los jinetes o los primordiales como el de la oscuridad solo se verán ralentizados mínimamente por lo cual no te recomiendo que te les enfrentes, aún, el precio para tal poder, es parte de tu HUMANIDAD... bien que dices aceptas el primer contrato? O los dos? La regeneración no suena mal verdad, dime no quieres ir por ahí sin un ojo o un brazo ¿Verdad?— con esto el demonio termino su diálogo esperando la confirmación de Kobeni, quien parecía no haber entendido nada, o eso reflejaba su cara.

Kobeni estaba aterrada, pero es verdad, cazando demonios nunca saldría ilesa, con un poder como el del primer contrato podrían sobrevivir, no iba a aceptar el segundo porque no sabía que le pasaría si perdía parte de su humanidad... O toda ella... Aún no le habían explicado del todo las reglas de los demonios y sus jugarretas.

—¡A-Aceptó el pr-primer contrato!— la chica a pesar del su miedo se armó de valor, no sabia porque el la había buscado en primer lugar pero era su mejor opción, no quería morir cazando demonios, y la regeneración era totalmente tentadora, el demonio parecía complacido ante lo dicho por la joven por lo cual, aún viéndose como una silueta se acercó a la chica y le extendió su mano para cerrar el primer contrato.

—No te atrevas a decepcionarme, Kobeni Hagashiyama— dijo el demonio, a Kobeni eso la aterro, pero aún asi, dio la mano así pactando el contrato.

—¿Le puedo preguntar... porque y-yo?— pregunto ahora la chica con duda a lo que el demonio simplemente soltó una risa absolutamente sonora, casi maligna, la cual le heló la sangre a la joven pelinegra, no podía ver su cara, pero seguramente tenía una sonrisa asquerosa.

— Tú eres linda y se me hace divertido verte temblar de miedo, es gratificante, además se que podrás cumplir con el trato, cuando necesites el otro contrato solo pídele el poder a Za Warudo... Ya te sabes el precio de hacerlo, pero lo cobraré luego — el demonio simplemente desapareció  dejando a la chica asustada, la cual estaba a punto de desmayarse así que con lo que le quedaba de ganas de vivir fue a su departamento a dormir, todo el camino estuvo pensando en el "precio" del segundo contrato, no podía revelar quien era su demonio, pero quizá si le preguntaba a la señorita Makima que ocurría si ofrecía su humanidad a un demonio ella le daría una respuesta y podría pensar si aceptar o no la oferta... Después de todo, no quería morir, pero tampoco deseaba estar en peligro, y ser fuerte la salvaría de los riesgos de morir. Ella iba pensando todo esto mientras Za Warudo todavía estaba ahí, siguiéndola como un torso flotante que desaparecía en el aire como los genios de las lámparas de las series animadas, cosa de la que no se dio cuenta la chica, aquel ser la miro de forma inexpresiva desapareciendo poco a poco, dejando de esta manera a Kobeni sola con sus pensamientos, o bueno, eso parecía.

Kobeni Hagashiyama, la chica gallina, la repugnante llorona y la pequeña rata gritona, así la conocían entre sus compañeros y amigos, siempre fue así... Pero quizá ya no sería más una gallina... Tal vez podía mejorar con ayuda de este demonio, quizá, solo quizá, su vida ya no tendría que estar limitada a llorar y lamentarse, quizá podría ser libre.

Quizá, quizá.

Quizá.

Kobeni's weird adventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora