010 | Toc Toc

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03:36 pm

JAC_ANON:
   Hermanos, no creerán lo que ocurre ahora mismo en mismo en mi sótano. Puede que esto haya desmontado la teoría de los marcianos ¡Pero esto es mucho mejor! Junto a mi nuevo compañero romperemos los moldes de está sociedad y finalmente debelaremos la verdad que se nos a sido negada. Les pido que me sigan ahora. Es la oportunidad que estábamos esperando. Hay que mostrarle la realidad a todo el mundo. Pero por ahora alcanzará con nosotros y sus conocidos.

No puedo esperar a que conozcan a nuestro héroe :)

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¡Toc!¡Toc!

_ ¡Ahí va!_ La madera cruje bajo sus nudillos. Trata de ser suave. Por que sabe que si se descuida la puerta podría caer tumbada al suelo. Acomoda el cuello de su camisa y su saco. Haciendo tiempo mientras espera. Aun no se acostumbra a las vestimentas modernas. Pero debe admitir que son mucho más livianas y (de alguna manera) reconfortantes. El único que problema es que no estaban hechas para protegerlo o portar armas (Por eso mismo no pudo traer su báculo)... de todas formas no necesita nada de eso.

¡TocToc!

Es impaciente. No tiene tiempo para esperar a la respuesta. Sabe que pronto alguien podría querer escapar si notaban su presencia. Puede que estén aprovechando su amabilidad para huir como conejos.

Empieza a llegar a su limite. Ya a esperado DEMASIADO. Nadie debería volver a pedirle tiempo nunca más. Juega con el equilibrio de sus tacones, se balancea una, dos, tres veces. Alza su puño otra vez dispuesto a volver a llamar. Pero un ruido le hace detenerse justo antes de que maltrate la puerta. Sabían que estaba ahí. Seguro que lo sabía.

Ya no tenía ninguna razón para ser amable. Agarra el picaporte y deforma su mano para destruir la cerradura desde a dentro. Va entrar allí dentro y recuperara lo que le pertenece.

La puerta se rinde suavemente sobre sus dedos. Dejándolo entrar sin ningún tipo de resistencia. Silenciosamente se desliza a través de los pasillos como una sombra. Todo está demasiado callado. Pero deben estar ahí. Ya cometieron un error. Ahora no podría ir muy lejos. Jacob le aseguro que esta era su casa. Si era necesario se quedaría allí todo el día.

Puede sentir sus pasos en el piso de arriba. Alejándose. Rápidamente él sube las escaleras pegando zancadas. Casi puede sentir ese viejo viento con olor a bosque filtrandose en sus pulmones. Es el olor a un pasado que empezaba a volverse más claro. Cazadores que se mueven en las mismas sombras que sus presas.

Puede ver la puerta en el final del pasillo. Sabe que están ahí. La brújula que es guiada por su instinto se lo informa. Sus pasos son seguros y rítmicamente sonoros. Ellos saben que está ahí. Pueden correr, pero eso no cambiara nada. Es imparable. Es el único que iso lo imposible. No va a asustarse por un par de niños.

_ Caleeb~_ Su voz sale casi cantada de sus labios. Después de todo no puede tomarse esto en serio._ Sal ya, vamos a casa... no quiero seguir haciéndole daño a está familia._ La palabra "familia" se dice casi burlonamente, mientras pasa sus ojos sobre los rostros dentro de los cuadros que cuelgan en la pared. Hay cierta satisfacción en estar en esa casa. Una coronación en su victoria.

Da un paso más y de la nada un pico de hielo destroza la puerta del cuarto. El pico es gigantesco y tranquilamente le pudo haber arrancado la cabeza. Pero él no caerá en ese truco barato dos veces. Al instante en que su cuerpo esquiva su brazo se transforma en un arma verde y viscosa. Destroza los cristales fríos y en el camino rompe todos las fotos que se encontraban decorando dicho espacio.

Corre a la habitación. Puede oir unos gritos. Ve como una niña salta por la ventana. Pero antes de que llegue más lejos el también salta. Logra llegar mucho más lejos que ellas y rápidamente las acorrala en su propio patio. Y con una sonrisa observa a sus presas.

Sin embargo su primer sentimiento no es nada más que decepción. Sólo hay dos personas allí. Una de ellas es la mujer de la que Jacob habla con tanto desprecio. Y eso no es realmente lo le importa. Su mente choca violentamente con una imagen que no entiende. Hay dos personas, y una de ellas está muerta.

Por alguna razón que no puede explicar Luz Noceda está parada pegada a Camila. Sosteniendo sus glifos entre sus dedos. Temblando de pies a cabeza, apenas capaz de mantenerse en pie, le sostiene ma mirada. Con ojos aterrados de color marrón casi dorado, que una vez más le recuerda a tiempos pasados. Pero no uno en el que él fuese el héroe.

De un momento al otro su juego del cazador se siente... tonto. Por que es muy gracioso hablar de un muerto, siempre y cuando su cadáver no se mueva para responderse.

En el fondo no entiende muy bien como reaccionar. Pero pronto ve que no puede seguir estático o notarán su debilidad. Entonces lo único que puede hacer es preguntar por la única cosa que realmente quería. _ ¿Dónde está?_

La respuesta sólo es un llanto y una plegaria. Rogando porque simplemente se vaya de su casa y les deje en paz. No es la primera vez que oye esas palabras así que no les da mayor importancia. _ ... Sé que él vive aquí. No existe duda de ello. Voy a regresar. Una y otra vez. Hasta que recupere a mi hermano. Hoy sólo es una advertencia..._

Por alguna razón evita el contacto visual con Luz. Y simplemente se dirige a Camila.

Dejado su mensaje se retira. Dejando el desconcierto a sus espaldas.

Camina hacía adelante. Sin pensar mucho a donde va. Obligado a ocultar su brazo. El cual no abandono su forma monstruosa. Cuesta demasiada energía volver a la normalidad. Puede que incluso no pueda lograrlo.

Le da vueltas a lo ocurrido tantas veces como puede. Pero no puede encontrarle sentido. Él mato a esa niña. Lo sintió tan vividamente que simplemente no puede haber otra opción. Su sangre estuvo en sus manos ¿Acaso estaba viendo fantasmas?¿De alguna manera volvió a la vida como Caleb lo iso?

Sobrepiensa tanto que no es capaz de ver la respuesta más obvia. La respuesta que su "compañero" le había dado horas atrás. La historia que le había contado con tanto orgullo una y otra vez sobre aquel monstruo de otros planetas.

Pero simplemente no puede llegar a ese recuerdo. Y no es hasta que llega hasta su escondite y se encuentra nuevamente con ese idiota que lo entiende todo. Pero otra vez no quiere escucharlo más.

De un momento a otro es demasiado consiente de si mismo y se da cuenta de lo mucho que le cuesta distinguir la realidad de sus fantasías. Ya ocurrió antes. Muchas veces. Nunca le dio mayor importancia pero... Ahora empezaba a obstaculizar sus objetivos.

Tal vez... con tiempo los palismanes que cantaban en su mente estaban cerca de tener éxito.

{010 FIN}

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EL DÍA DESPUÉS DEL DÍA DE LA UNIDAD... |{TOH Au.}|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora