Mar y Miel [Hyunsung]

Capítulo 6: Café en la playa

La vida pueda dar mil giros, puede ocurrirte mil cosas inesperadas a lo largo de ésta, tanto buenas como malas. La vida se trata de cambios constantes y de como tú reaccionas ante estos, de cómo decides vivirlos.

En un parpadeo puede pasar una tragedia, tu vida se puede ir en picada y te puedes sentir solo, perdido y sin ganas de seguir adelante pero en ese mismo parpadeo puede ocurrir un milagro y Hyunjin conoce muy bien de milagros.

Hace un año no hubiese pensando que podría encontrar un nuevo hogar, que podría construir una nueva familia porque le enseñaron que las familias también pueden traicionar y darte la espalda, tuvo tanto miedo de volver a pasar por ello. Hace un año su yo de entonces no se hubiese ni imaginado que conocería gente maravillosa que le ayudaría a cambiar su perspectiva de la familia y de las personas que en verdad te aprecian.

Hace un año no había conocido el verdadero amor hasta que llegó a su verdadero hogar.

Habían pasado cuatro meses desde que su bebé nació, un saludable varón de cabellos dorados tal y como su padre y tan risueño como él llenando su casa de risas, llantos, juguetes (cortesía de sus amistades) y ni un día aburrido. Sin duda alguna el amor de su vida...sin contar cierto alfa con aroma a canela.

Hablando de él ahora podíamos decir que su relación era oficial, Han Jisung le pidió ser su pareja una noche que había llegado con un ramo de todas las flores amarillas existentes, un postre hecho por la abuela Han y su corazón entregado en bandeja (metaforicamente hablando, por supuesto); pidiendo una oportunidad para hacerlo feliz y ser parte de su familia. Está más que clara la respuesta.

Desde entonces su vida parecía al fin completa, la pieza del rompe cabezas faltante había por fin encajado en su vida y había llegado para quedarse. Se sentía dichoso y no podía pedir nada mejor.

En ese momento se encontraba en la playa nuevamente después de tanto tiempo, eran a penas las 3 de la tarde, el sol pegaba fuerte desde el cielo y las olas del mar simplemente hacían su danza habital tranquila sin ninguna turbulencia. Era un día precioso y lo era aún más con la vista que tenía.

Jisung jugaba con su cachorro ambos tirados en la arena riendo juntos a carcajadas, el alfa tomaba entre sus manos al bebé haciendo que quedara parado sin apoyarse del todo en sus pies para que pudiese sentir el agua salada tocar su delicada piel, a Jeongin parecía encantarle estar ahí.

Aunque claro a Jeongin siemprebparecía encantarle toda experiencia que tuviese en su corta vida, el cachorro parecía saber disfrutar mejor de la vida que cualquier adulto con experiencia. Hyunjin esperaba que con los años esa fascinación por el mundo que lo rodeaba nunca se perdiera.

Hyunjin estaba un poco más lejos sentado en una toalla junto a Hyorin y Taeyang tomando limonada para refrescarse mientras hablaban animadamente. Intentó concentrarse en la conversación pero es que simplemente no podía apartar los ojos de aquellos dos.

— Se ven muy lindos juntos ese par de allá —comentó Hyorin sorprendiéndolo, había notado la mirada soñadora de su menor hacia la playa— Parece que se llevan bien.

— De maravilla —aseguró el omega— Jeongin siempre espera a que Jisung llegue para darle las buenas noches y cuando no puede llegar se pone triste y llora mucho —soltó una ligera risa— Parece que se olvida de mí cuando está con él, eso no es justo yo lo tuve en mi panza por 9 meses y tiene la osadía de querer más a Jisung —se quejó.

La pareja rió en conjunto, por supuesto que sabían de ello si era una de las cosas que más comentaba Hyunjin a todo aquel que preguntase. Parecía realmente indignado que su propio cachorro quien salió de sus entrañas le hiciera más caso a el alfa que a su propio padre.