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— Pero Minho... ¡Hace tanto que no nos vemos!

Minho suspiro y sacudió la cabeza.

— Lo siento, mamá, pero es que no es un buen momento para que vengas de visita.

Ni lo seria hasta que Jisung tuviera al bebé y se fuera. ¿Por qué sería que no había tenido noticias de sus padres desde hacía meses y de repente tenía que llamarlo su madre, diciéndole que quería ir a verlo?

Decididamente el problema entre su madre y él era que siempre iban a destiempo. No había estado a su lado en ninguno de los momentos que para él habían sido importantes porque siempre estaba ocupada y a veces decía que si hubiera podido pagar a otra mujer para que diera a luz por ella, lo habría hecho.

— Te prometo que no me entrometeré en tus cosas. Ni siquiera notaras mi presencia.

— Mamá, no puede ser, de verdad — Le dijo Minho una vez más — Tengo tanto trabajo que no creo poder pasar mucho tiempo contigo, y además lo más probable es que tenga que pasar una temporada fuera en Los Ángeles — Por supuesto era mentira; no tenía ninguna intención de salir de viaje... ni de la casa, de hecho — Y ya sabes cómo detestas Los Ángeles.

Cuando oyó a su madre suspirar decepcionada se sintió mal consigo mismo, y eso lo irrito. ¿Por qué tendría que sentirse mal cuando a ella no le había importado dejarlo atrás para irse fuera durante varias semanas para acudir a algún estreno en distintas ciudades del mundo?

No, no tenía ningún derecho a esperar algo de él, pero aun así se sentía culpable por haberle dicho que no podía ir a verlo.

De pronto oyó voces en el pasillo.

— Mamá, tengo que dejarte.

— Pero, Minho...

— Lo siento, en serio; es que ha surgido algo de repente. Te llamare más tarde, te lo prometo.

"Si unos cinco meses más tarde" se dijo colgando el aparato antes de que su madre siguiera insistiendo.

Se levantó, y para su sorpresa cuando abrió la puerta se encontró a la señora Lisa de espaldas a él con los brazos extendidos como si estuviera haciendo guardia frente a su despacho. ¿Qué diablos?

Jisung estaba al otro lado del pasillo, frente a ella, estaba enojado y con los puños apretados.

— Le he dicho que no quiere que lo molesten — Le estaba diciendo la señora Lisa. — ¿Por qué insiste en ponerle las cosas aún más difíciles al señor Minho? Va a darle una vida decente a ese niño bastardo que lleva en su vientre. ¿Acaso no es suficiente con eso?

Jisung iba a abrir la boca para responder, y fue entonces cuando se percató de su presencia hizo un puchero y bajo la mirada. Por la expresión en su rostro, Minho supo exactamente lo que estaba pensando: estaba preguntándose si habría oído lo que la señora Lisa había dicho sobre su bebé.

— ¿Que está pasando aquí?

La señora Lisa dejo escapar un gemido de sorpresa y se volvió hacia el con el rostro pálido.

— Yo le estaba diciendo que no le gusta que lo molesten cuando está trabajando. Lo agarre merodeando por aquí.

— No estaba merodeando — Respondió Jisung molesto.

— Le dije a Jisung que viniera a verme cuando se levantara — Le dijo Minho a la señora Lisa — Le prometí que le enseñaría la casa.

El ama de llaves esbozo una sonrisa forzada.

— Si lo único que quería era que viera la casa podía habérmelo dicho, señor, yo se la habría enseñado con mucho gusto.

Minho se apoyó en el marco de la puerta y suspiro.

ᴇᴍʙᴀʀᴀᴢᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴍɪʟʟᴏɴᴀʀɪᴏ || ᴍɪɴꜱᴜɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora