ᴇᴍʙᴀʀᴀᴢᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴍɪʟʟᴏɴᴀʀɪᴏ || ᴍɪɴꜱᴜɴɢ

•❅──────✧Final✧──────❅•

Jisung estaba acostado en la cama con la televisión puesta, pero por mucho que cambiara de canal no encontraba nada que ver. Estaba aburridísimo.

Después de la caída su médico le había dicho que tenía que hacer reposo. Únicamente se había torcido el tobillo, pero le había dicho que tenía la presión un poco alta y que era aconsejable que descansara hasta que el bebé naciera.

De eso hacía ya dos semanas y estaba a punto de volverse loco.

La madre de Minho pasaba con él bastante tiempo y algunas tardes la señora Lisa se unía y se ponían a ver alguna que otra película. Otras veces simplemente platicaban y a la madre de Jungkook parecía que no se le acabaran nunca las anécdotas. Siempre conseguía hacerlo sonreír.

Minho, en cambio... Jisung sabía que la caída supondría un antes y un después en su relación, que o bien se sentiría tan aliviado de enterarse que el bebé y él estaban bien que se daría cuenta de lo tonto que ha sido y vivirían felices, o bien se asustaría hasta el punto de evitarlo por completo. Por desgracia era lo segundo lo que había ocurrido.

Minho no había subido a verlo ni una sola vez en esas dos semanas. Ni siquiera había entrado con él a la consulta el día que lo había llevado al hospital. Era como si para él hubiera dejado de existir.

Jisung había tratado de no hacerse ilusiones con respecto a él, pero las cosas habían ido tan bien hasta ese momento que no había podido evitarlo. Se había dicho una infinidad de veces que no debería esperar más de él, más de lo que estaba dispuesto a dar, pero solo en esos momentos se daba cuenta de hasta qué punto había estado engañándose a sí mismo. La verdad era que lo quería todo.

Debería sentirse dolido y rechazado, pero únicamente estaba aturdido por su comportamiento... aparte de sentirse como un tonto por haberse enamorado de él.

Al menos tenía a la madre de Minho para hacerle compañía. En ese tiempo se había convertido en algo parecido a una madre para él, en la madre que Jisung habría querido que su madre hubiera sido.

En ese momento llamaron a la puerta, esta vez se entreabrió un poco, y por el hueco asomo la cabeza de la señora Lee.

-¿Estas despierto?

-Sí, estoy despierto - Contesto Jisung, antes de apagar el televisor con el mando a distancia.

Ojala, pudiera dormir más. Había veces en que se decía que le gustaría quedarse dormido y no despertarse hasta el momento en que fuera a nacer el bebé.

-... despierto y a punto de morir de aburrimiento - Añadió.

-Te traigo el almuerzo - Le dijo la madre de Minho, acercándose con una bandeja.

-La verdad es que no tengo mucha hambre - Murmuró Jisung.

En los últimos días parecía haber perdido el apetito y se sentía cansado todo el tiempo, pero no solía dormir más de dos horas seguidas. Era probable que tuviera un poco de depresión.

-¿Cómo te encuentras? - Le pregunto la señora Lee después de dejar la bandeja sobre la mesita de noche.

-La espalda sigue molestándome, pero aparte de eso supongo que podría decirse que estoy bien.

-Hay algo de lo que quería hablarte - Le dijo la mujer sentándose en el borde de la cama - Mi marido llamo anoche.

-¿Y qué le dijo? - Le preguntó Jisung.

-Me dijo que se daba cuenta de que había cometido un error tan terrible y que quiere que vuelva a casa. Al parecer su romance con esa modelo no duro ni dos semanas, pero le daba demasiada vergüenza llamarme. Dice que se siente fatal y que me echa mucho de menos.