0

34 5 0
                                    

El primer día de clases huele a nuevo con un deje del verano intenso que muchos tuvieron, los ruidos de las efusivas charlas sobresalen, todos se saludan y cuentan las aventuras que vivieron.

A Han Jisung solo le preocupa una cosa: Un buen lugar en el salón.

Siempre era difícil porque necesitaba estar lejos de la mirada de los profesores para poder dormir, comer y ver videos sin ser atrapado, pero lo suficientemente cerca de ellos para escucharlos y no tener que estudiar mucho. Por suerte, el salón que les tocó ese año tenía un extraño espacio que cubría parcialmente un puesto, además de estar junto a la ventana.

—Hyunjin —sonrió usando su más inocente expresión—. Deja que me siente a tu lado.

La mirada de la chica lo recorrió de pies a cabeza con una mueca de desprecio en la boca.

Todo el mundo sabía que Kim Hyunjin odiaba a los hombres, Jisung no la culpaba porque a la chica se le habían acabado las palabras amables para rechazarlos hace dos años y desde entonces había comenzado a humillarlos sin consideración. Él había sido uno de los primeros en declararse, pero se detuvo en cuando recibió una respuesta negativa, ella ni siquiera le gustaba, solo la había encontrado bonita y quería molestarla, sin embargo, muchos la hostigaban e incluso difamaban.

—Siempre tengo comida —comentó el chico con una sonrisita de ardilla.

Hyunjin terminó rodando los ojos y asintiendo, solo porque Jisung era el más pequeño de contextura de los hombres así que no ocuparía mucho espacio, y lo más importante: era uno de los más inofensivos.

—No quiero ninguna parte de tu cuerpo saliendo del espacio que te corresponde, eso incluye tus piernas, no debes tocar ninguna de mis cosas, si hueles mal no te quiero cerca —habló grave— y te quedarás en el lado del pasillo.

Jisung frunció los labios, pero aceptó todas las condiciones porque podía cumplirlas. Una vez acomodadas sus cosas, suspiró con alivio y se dedicó a buscar algo que hacer en los pocos minutos que quedaban antes de comenzar la primera clase del año. La esquina de su labio se movió hacia arriba cuando encontró a su víctima favorita.

—¡Jongho!

El alto chico sentado a su lado, separados por el pasillo, lo saludó con una radiante sonrisa.

—Me encantan tus zapatos, bro —halagó—. Acércame tu pie para verlos mejor.

El ingenuo chico estiró su larga extremidad cruzando el pasillo hasta que estuvo junto a los pies de Jisung y entonces un golpe seco hizo eco en toda la habitación, todos se quedaron en absoluto silencio, pocos preguntándose qué pasó, la mayoría dirigió la mirada al rubio teñido que cubría su boca con un puño para que la sonrisa no fuera tan visible.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! —Jongho comenzó a exclamar histéricamente a la vez que se levantaba torpemente y se agachaba junto a la persona caída—. Jisung dijo- Yo no sabía que ibas a pasar... Mierda, Hyunjin, ¿estás bien?

El chico en el suelo sujetaba su cuerpo con los antebrazos y rodillas pegadas al piso, no quería moverse aun porque los nervios que se había golpeado hacían que sus extremidades hormiguearan dolorosamente, sin embargo, una vez que el dolor disminuyó y pudo levantarse con la ayuda de la otra víctima del mocoso insoportable, se enfrentó a Han Jisung.

—Oh, Hyunjinnie, ¿estás bien?

El pelinegro respiró profundo, sus puños apretándose a los costados de su cuerpo, sabía que no debía caer en las provocaciones de Jisung, pero no podía con el impulso de querer romperle la cara para ya no ver esa sonrisa de superioridad sin fundamento.

Home | SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora