Al escuchar la puerta abriéndose Jisung giró su silla con las cejas levantadas, fingió una expresión de enojo, pero acabó suspirando y soltando la sonrisita que estaba reteniendo.
—Ya, ¿qué te gustaría hacer esta noche, monstruo?
Un ladrido que más bien sonaba a un gruñido fue lo que recibió en respuesta.
El pequeño perrito caminó con saltitos hasta los pies del dueño de la habitación y le ladró un poco más, exigiéndole que lo tomara en brazos para poder acomodarse en su regazo.
—Hice algo —le habló—. Apesta, pero lo hice yo así que tendrás que escucharlo.
El perrito acercó las patitas al escritorio como si estuviese realmente interesado en la melodía que el chico iba a mostrarle, Jisung esperaba que así fuera.
Kkami había llegado a su habitación una noche en que realmente se sentía mal, se había despertado de una pesadilla y había estado mirando al vacío sin poder volver a dormir cuando la puerta se abrió y el perro intentó subir a la cama. Jisung lo llevó hasta la puerta de Hyunjin, pero el peluche demoniaco regresó de inmediato.
Quiso hacer un escándalo porque su nariz no dejaba de picar, pero eran casi las cuatro de la mañana y si su madre se enteraba que estaba despierto a esa hora supondría que era porque estaba teniendo días malos otra vez, y estaría en lo correcto. No quería preocuparla cuando por fin las cosas eran bonitas para ella.
El perro siguió haciendo esa gracia, intentó poner cerrojo, pero comenzó a arañar la puerta y casi lo atrapan despierto, así que solo lo dejó entrar, se tomaba un antialérgico unas horas antes, usaba mascarilla, cambiaba las mantas después de que se iba y aspiraba todos los días, los primeros días eran terribles, sus ojos lagrimeaban, su nariz estaba congestionada y su cuerpo entero picaba, le preocupaba que la medicina dejara de hacer efecto y todo fuera peor, pero después de casi un mes y medio, sus síntomas no eran tan malos e incluso lo podía sostener cerca de su cuerpo.
Descubrió que Kkami no era tan terrible como pensó, incluso le agradaba un poco, era mucho más callado y simpático que su dueño. Al principio no supo qué hacer con él, así que se dedicó a ver documentales de perritos que al pequeño también le gustaron, a veces veían películas o escuchaban música.
Jisung no quería hablar con nadie últimamente, sentía que todos estaban bien excepto él, no quería arruinarle el día a nadie. Pero Kkami no era una persona, solo ladraba y mordía, no había forma en que se preocupara por el tsunami de pensamientos que soltaba a las cuatro de la mañana.
—No te gustó, ¿verdad? —Le preguntó, decepcionado por la falta de reacción del animal—. En mi defensa, Hyunjin rompió mi concentración cuando estaba en la escuela.
Kkami ladró al escuchar el nombre de su dueño y esa fue la señal para Jisung.
—Escucha, estoy harto de ese tipo, en serio —comenzó a quejarse—. Mamá nunca me había dicho nada sobre mis amigos, pero el otro día, cuando Jihoon dijo esa mierda sobre Hyunjin y sus agotadoras actividades sociales me preguntó si a mí me gustaría hacer eso ¡a mí! Hombre, te digo, preferiría ver películas todo el día que tener que sonreírle a cada maldita persona frente a mí, Hyunjin debe tener la cara dormida porque no es posible sonreír así de tonto todo el día, ni parece que tenga emociones reales.
Kkami le mordió la mano y le gruñó, Jisung se rio mientras le agarraba en hocico y se lo movía a los lados, suspiró antes de continuar con su perorata sin saber que había alguien apoyado en la pared junto a la puerta que el canino había dejado entreabierta.
—Pero si lo pienso bien... no es que no esté cómodo con mi vida ahora, es solo que me pregunto si mi mamá sería más feliz si fuese como él, nunca lo ha dicho, pero me da la sensación de que le gustaría que pudiera tener a tanta gente alrededor. No cambiaría, aunque ella me lo pidiera, pero tal vez...
Su voz fue bajando hasta desaparecer. Hyunjin se encogió en el suelo, su ceño estaba fruncido tratando de entender a lo que se refería la ardilla.
Aun odiaba a Jisung, pero como no era una mala persona intentó ayudarlo, no quería ser tan obvio ni quería ir directo con Sujin, así que optó por comentarle a su padre lo asocial que la ardilla era y por qué era un problema, su padre estaba de acuerdo con él, lo socialmente inadaptado que el chico era no podía ser sano así que desde ahí tomó la situación él.
Hyunjin se sintió orgulloso de ayudar.
ESTÁS LEYENDO
Home | SKZ
FanfictionHyunjin y Jisung se han odiado desde el primer momento en que compartieron espacio, en su último año de escuela las peleas se calman y sus padres aprovechan la oportunidad para anunciar su compromiso. Vivir bajo el mismo techo desatará sucesos que l...