Hyunjin había estado decaído toda la semana, sus amigos habían hecho todo lo que podían para subirle el ánimo, pero no hubo muy buenos resultados.
En verdad se los agradecía, sin embargo, veía difícil una solución a toda la situación, solo aceptar la realidad y sobrellevarlo.
Su padre estaba tan feliz, era extraño verlo interesado en algo más que su trabajo y su hijo, y Hyunjin no odiaba que no estuviese 24/7 sobre él, Sujin era la mujer más amable que alguna vez había conocido, era fácil de querer incluso si solo habían pasado un par de semanas desde que vivía con ella. Sin embargo, los cambios habían sido demasiado súbitos y todo en su cerebro parecía fuera de lugar, parecía que no podía concentrarse en la escuela, incluso le era difícil aprenderse las coreografías y su habitación estaba hecha un desastre, odiaba la sensación de no tener control sobre las cosas.
Creyó que Jisung podría estar sintiéndose similar y casi era un consuelo, pero la maldita ardilla parecía tan enérgico como siempre, jugando por el salón y respondiendo todas las preguntas en clases.
—¿Por qué simplemente no los separas? —Cuestionó Lia como si fuera super obvio.
Seungmin asintió con la misma expresión que la chica.
—Ellos se aman —respondió con cansancio—. Además, eso es algo que Jisung haría y yo no soy como él.
Eso había pensado al principio, que si Jisung odiaba la situación tanto como él haría algo para impedirla, pero hasta el momento no había sucedido nada, hablaba mucho con su padre incluso, de cosas en las que Hyunjin no podía interesarse, aunque lo intentara, y hacía absolutamente todo lo que su madre le decía sin rechistar, algo que lo sorprendió porque siempre pensó que el chico debía ser tan insoportable en su casa como lo era en la escuela.
Lo curioso era que sus peleas habían casi desaparecido, no podían hacer nada en la escuela porque estaban amenazados (todos los profesores estaban al tanto del trato con la directora y si los veían juntos los miraban como si esperaran que comenzaran a discutir) y en casa solo se veían durante las comidas, Jisung se saltaba el desayuno durante la semana, yéndose cuando recién se levantaban los demás, después de clases Hyunjin tenía ensayos y salidas con sus amigos, sabía por su padre (y lo comprobaba los fines de semana) que Jisung se encerraba en su habitación apenas llegaba de la escuela y no salía hasta la cena, momento en el que se empujaban, arruinaban la comida del otro y se quejaban hasta de lo más pequeño.
Su padre pensaba que las cosas estaban mejorando, pero Hyunjin sentía ganas de llorar cada vez que llegaba a esa casa. Aunque lo estaba intentando, no la sentía como un hogar.
—Hyunjinnie, cariño —le llamó la atención Sujin con ese tono dulce con el que se dirigía a Jisung y ahora también a él—, Sungie olvidó su almuerzo, ¿puedes dárselo?
Ella les preparaba almuerzo todos los días, aunque no debía porque les daban en la escuela, pero al parecer Jisung era un mañoso, y, para no hacer diferencias, comenzó a preparárselo a él también. No se quejaba, no había tenido un almuerzo casero tan bien hecho en mucho tiempo.
Hyunjin se cuestionó si entregarle la comida durante toda la mañana, por culpa del mocoso no había podido disfrutar de la cena, así que era justo arruinarle una comida, ¿no? No es como si no pudiera aceptar la comida de la escuela, no era tan mala después de todo. Pero se sintió culpable cuando comenzó a comerla y todos sus amigos lo envidiaron.
—No soy una mala persona —se dirigió a Seungmin, pero en realidad trataba de convencerse a sí mismo —. No puedo hacer esto, voy a entregárselo, aún queda receso.
—Suerte encontrándolo —se rio Lia.
Creyó que la chica bromeaba, hasta que quedaron quince minutos de receso y él aun no encontraba a Jisung en ninguno de los lugares designados para comer ni los que usaban los estudiantes a escondidas, nadie parecía saber dónde podría estar tampoco.
—Hyunjin —le tocó el hombro a la compañera de puesto de la ardilla—. ¿Sabes dónde está Han Jisung?
—¿Por qué iba a saber? ¿Te parece que es mi amigo?
El más alto quedó atónito por unos segundos, no seguro de cómo reaccionar ante la brusquedad de la chica, pero también porque había tenido una especie de revelación.
—Debe estar en el salón de música —le dijo Seungmin, quien se le había unido después de terminar de comer.
El castaño tuvo razón, Jisung estaba sentado en el suelo del salón de música con una guitarra acústica, un teclado, una computadora y los audífonos puestos, parecía muy concentrado.
—¿Qué demonios está mal contigo? —Le reclamó con molestia, exhausto por haber tenido que recorrer todo el campus buscándolo.
—Yo no soy el que está invadiendo espacio ajeno —respondió el menor, casi con cansancio—. ¿Qué está mal contigo, Hwang Hyunjin?
—¿No puedes ser como la gente normal y solo comer en la cafetería? —Le gritó, lanzándole al pecho la bolsita de tela con su almuerzo.
Se fue antes de que pudiera recibir una respuesta, o un golpe, y caminó lejos con pasos que fueron cada vez más pesados.
Hyunjin odiaba a Jisung mucho, pero en ese momento lo odió aún más por haberlo hecho sentir algo que no era exactamente molestia, no supo muy bien cuál era la emoción, pero tenía que ver con la empatía. No se había dado cuenta hasta ese momento que el chico no tenía amigos.
—¿Realmente no lo habías notado? —Jeongin lo miró con sorpresa cuando Hyunjin se lo comentó—. Ni siquiera estoy en su curso, pero incluso yo lo sé.
—Hemos estado en el mismo curso por casi tres años, se lleva bien con todos excepto conmigo, Seungmin dijo que no fue tan pesado con él cuando les tocó un proyecto juntos. No tiene sentido.
—Sí, pero no es lo mismo —negó Seungmin—. Tener amigos y tener una amistad, hay una gran diferencia.
Hyunjin se extrañó un poco de no tener intenciones de molestarlo con ello, podía ser una forma muy efectiva de dañarlo, pero se sintió mal. Él no podía imaginar su vida sin amigos, tal vez Jisung era un idiota odioso porque no tenía nadie con quien salir y compartir pasatiempos, debía estar muy triste.
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Home | SKZ
FanfictionHyunjin y Jisung se han odiado desde el primer momento en que compartieron espacio, en su último año de escuela las peleas se calman y sus padres aprovechan la oportunidad para anunciar su compromiso. Vivir bajo el mismo techo desatará sucesos que l...