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-Vetada hasta el próximo campeonato.

Cinco sencillas palabras que eran lo último que deseaba escuchar.

El hombre que se encontraba a su lado respondió de inmediato- debe haber otra solución, ella no puede quedarse tanto tiempo sin jugar.

-agradezca que no la veté de por vida, la chica tiene mucho talento, pero si sigue así, no conseguirá nada.

Ella solo miró a su costado cabizbaja, tenía que procesar lo que estaba sucediendo.

Su entrenador se levantó con pesadez, despidiéndose del director de la liga con un apretón de manos, la pelinegra hizo lo mismo y sin mencionar una sola palabra salió de la oficina.

Seis meses sin pisar un estadio.

- ¿Por qué no peleaste más? ¡Eso es demasiado tiempo! - le reclamó al hombre

- ¿No los escuchaste? Te iban a vetar por completo, no puedo hacer nada.

- ¡Son unos doble cara! - gritó mientras pateaba un bote de metal- ¡Primero me alaban por ser una excelente delantera y luego me sacan!... bola de cabrones.

- el entrenador se detuvo en seco, volteándola a ver- cinco tarjetas amarillas y tres rojas en lo que va del torneo ¿¡Qué querías que hiciera!?, y ni hablar de los partidos amistosos, has roto el récord de tarjetas en lo que va del año.

- ¡es que no lo entiendes! - respondió- no aguanto más, ¡apenas meto cuerpo y se empiezan a tirar!

El hombre no dijo nada, se limitó a mover la cabeza y seguir andando.

-desde el primer problema les dije a Becerra y a ti que me ficharan a equipos más grandes- siguió hablando- aquí nadie se la cree, las morras piensan que solo es un pasatiempo y no compiten como se debe- pararon en la esquina de la calle- En Europa estaría mejor.

El más alto pedía parada a los taxis de la avenida- para estar en Europa necesitas tener historial en equipos nacionales, pero por lo visto... no creo que llegues a mucho con esto.

-Si fuera vato hasta al mundial hubiera ido ya- susurró.

-Deja de decir tonterías y súbete- la regañó mientras abría la puerta del taxi.

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11 de junio de 2006

Se levantó corriendo hacia la sala de estar, era el primer mundial que vería con conciencia (ya que en 2002 apenas y podía hablar). La playera tricolor le quedaba gigante, pero no le importaba, solo quería ver el partido. Se entonaron los himnos, siendo el de México el que cantó con orgullo, la televisión estaba a todo volumen y posteriormente, el partido comenzó: México vs Irán.

Al minuto veintiocho, un gol de Bravo hizo retumbar la sala, era increíble como un tiro de esquina seguido de un pase había logrado tan maravilloso gol por parte de jugador. La chiquilla brincó de emoción mientras gritaba al igual que los fanáticos lo hacían en Alemania. Aunque días después, luego de una lucha contra Angola y Portugal, el tricolor perdiera la batalla contra argentina en octavos de final, ___ había descubierto algo que le cambiaría la vida: pasión por el futbol.

11 de junio de 2010

Habían pasado justo cuatro años desde la primera vez, ahora ella era más grande, la playera le quedaba mejor y su afición había crecido. Jugaba con los niños de su escuela o los chicos del vecindario, era la más pequeña, pero no era impedimento para dar lo mejor de sí. Le enseñaron de todo: dar pases, hacer regateo, patear la pelota y hasta aventarse cabezazos; no era sorpresa que a veces llegara con moretones y raspones pues, se entregada totalmente a su afición en el colegio, hasta aquellos partidos que solo se hacían con una botella de agua bonafont.

𝗔𝘇𝘂𝗹𝗰𝗿𝗲𝗺𝗮 (Diego Laínez ft. Guillermo Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora