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Nota del autor: Los espacios largos es para que coloquen sus apellidos, los que son mucho más cortos que los normales es para sus fechas de nacimiento.


- ¿Entonces? ¿Ya vas a decirnos qué significa esto? -Sebastián fue el primero en insistir. _____ estaba más pálida que nunca ¿Cómo fue que Jorge llegó hasta su cuarto? Jamás debió dejar la puerta sin llave conociendo lo imprudente que el jugador solía ser.

- ¡Dame eso pendejo! - fue lo único que alcanzó a decir, tratando de quitarle en vano aquel vestido, pues Jorge lo alzó haciendo imposible su alcance- ¡Dámelo!

-No hasta que digas la verdad- se burló Sánchez, haciendo reír a los presentes.

La pelinegra no sabía que decir. Había demasiadas dudas en ella y el miedo al rechazo de sus compañeros le carcomía ¿Cómo les iba a explicar? ¿Cómo reaccionarían?

-Ya dáselo- fue el turno de Memo para hablar, arrebatándole entre aquella jugarreta la prenda al ser el más alto de los presentes- Ten- dijo, entregándole a _____ el vestido.

-Pinche Memo amargado- respondió Jorge.

El de rizos ignoró el comentario, enfocado en el semblante nervioso de aquel joven. No negaría que también estaba ansioso por saber el origen aquel vestido, al final de cuentas, fue él quién planeo todo para descubrir lo que hacía tan distante a Miguel. Sin embargo, su rol como capitán lo obligaba a dejar en segundo plano el objetivo principal, teniendo como prioridad mantener aquella reunión lo más amena posible, una pelea era lo último que quería. Claro, indirectamente, no iba a detener los cuestionamientos del resto de los presentes, siempre y cuando estos no incomodaran "al más pequeño".

-Bueno, pero ya suelta la sopa y dinos de quien es el vestido- dijo Bruno Valdez, manteniendo una sonrisa para no hacer aquella pregunta tan pesada. _____ no respondió, cualquier excusa existente en ese momento, por más simple que fuera se le había borrado de la mente por culpa de ellos, estaba bloqueada.

-Lo que pasa es que este wey ya anda con novia- cómo si de un milagro se tratase, Sebastián habló, soltando una risa pícara- Con que era por eso que no habrías luego eh, méndigo mañoso.

¿Qué?

- ¡Con razón nunca cuenta nada! – exclamó Jorge echándose a reír- Pinche morro, apenas cumples los dieciocho y ya andas cogiendo.

¿Qué carajos estaba pasando?

Un montón de carcajadas se escucharon dentro de aquella habitación, devolviendo la calma del lugar ¿Cómo es que no se le ocurrió decir eso en un principio?

-No mames Miguel, eres un pinche precoz- rio Sebastián- ¿Y dónde está la afortunada?

-No me digas que la hiciste salir por la ventana- Bruno comentó un poco sorprendido.

______ no sabía que tan confiable era aquella mentira de la novia, pero era la excusa perfecta para evitarse más problemas- Es que me tomaron de sorpresa, no tuve de otra así que le dije que se saliera por ahí- dice siguiéndole el juego al asunto ¿Qué más podía hacer? Al final de cuentas, fueron ellos los que asumieron aquella situación.

-Pobrecita, de milagro no se dio un putazo cuando bajaba por ahí- Jorge se había asomado por aquella ventana, observando las escaleras de emergencia que salían de la pared- Eres un culero, mejor nos las hubieras presentado.

La pelinegra solo se alza de hombros- Ni modo, ya será para la otra.

-Olvídense de cómo salió la morra- comenta Sebastián, acercándose a la cama y aventando las almohadas- Si aquí hubo calentura entonces hay condón- añade con una sonrisa.

𝗔𝘇𝘂𝗹𝗰𝗿𝗲𝗺𝗮 (Diego Laínez ft. Guillermo Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora