𝗔𝘇𝘂𝗹𝗰𝗿𝗲𝗺𝗮 (Diego Laínez ft. Guillermo Ochoa)

06

-No mames ___ neta te la rifaste, te la rifaste... ¿Cómo le haces?

-Hasta ahorita me sigo preguntando como lo logré.

-Bestia, es que, te juro que cuando te vi ahí en la tele anotando el gol casi me da un infarto.

La pelinegra solo rio ante el comentario; se encontraba en llamada con Ian, su primo- a veces desearía poder contarles a mis papás...

Un suspiró al otro lado de la línea sonó- Sabes que no hubieran estado de acuerdo, solo acuérdate como reaccioné al principio, te dije que era una completa locura.

-Sí, lo recuerdo- respondió- pensé que ibas a ir de mitotero con mis tíos o con mi mamá.

-Nah, tampoco soy tan culero- dijo- solo me tomó por sorpresa... por demasiada sorpresa.

-Sí, ya me imagino- contestó- Bueno ammm... te dejo Ian, tengo que ir a entrenar, te mando mensaje en la noche.

-Sí no te preocupes, mucha suerte ____- dicho esto, la llamada se cortó.

La pelinegra se dispuso a ir como todos los días al club, ahora con una nueva fecha de partido contra el Querétaro en una semana. Había sido un excelente empiezo, mucho mejor a como ella se lo hubiera imaginado. Anotar un gol en pleno debut no es algo que hace cualquiera, más si es la primera vez jugando en primera división. Los aplausos y porras de sus compañeros hicieron presencia apenas llegó, seguido por unas palabras bien merecidas del director técnico. Entrenaron como de costumbre, y así pasó al otro día y el siguiente. Menos de cinco días faltaban para el nuevo encuentro, nuevamente se sentía esas vibra de emoción, Diego, Giovanni, Guillermo y ____ entrenaban como equipo mientras el piojo supervisaba a los otros. Era un todo contra todos, con el objetivo de preparar al de rizos en cuanto a sus atajadas.

- ¡Pásala Migue! - exclamó Laínez, acto seguido ____ obedeció haciendo que el tabasqueño hiciera un lanzamiento interrumpido por Ochoa.

-Buena esa Memo- dijo Gio cuando el guardameta le regresó el balón.

-Presta tantito- dijo la pelinegra. El de piel morena le dio la pelota.

-Ya vas a presumir- le dijo Diego a modo de juego- ya wey ya sabemos que sabes hacer goles.

La azabache rio- que tu no puedas no es mi pedo.

-Íjole esto va a estar bueno- comentó Ochoa- el que me logre meter uno le invito unas tortas.

Ambos chiquillos se miraron retadoramente- Sobres Diego- dijo ____ para empezar a correr.

- ¡Pérate wey! - exclamó el de ojos bicolor persiguiéndola para quitarle el balón.

-Ya los pusiste a trabajar- le dijo Giovanni a Guillermo mientras se sentaba en el pasto.

-Hacen un buen dúo- respondió él- están chamacos, les viene una gran carrera por delante.

Al pasar de los minutos, ____ y Diego hacían lanzamientos a cada rato, todos atajados por el experimentado portero y claro, los obstáculos de entrenamiento- ¡Ya pues Memo déjanos anotar! - dijo Laínez con el balón en sus pies evitando a toda costa a la pelinegra.

- ¡Nunca dije que se las iba a poner fácil! – exclamó sonriente el de rizos- yo también necesito entrenar.

El comentario de Ochoa fue suficiente para que la pelinegra pudiera quitarle la pelota a Diego- ¡Chinga tu madre Miguel! - exclamó.

_____ se dirigió ansiosa a la portería, ya saboreándose esas tortas que Guillermo había prometido, sin embargo, un dolor en su vientre la hizo detener haciendo que se tropezara con sus propios pies.