Dreaming (^///^)

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-Buenos días- dijo una voz despertándome lentamente.

Progresivamente fui abriendo los ojos sin saber quién me dirigía aquellas palabras tan simples pero a la vez carismáticas.

-¿Vienes con nosotros a desayunar o vas a quedarte ahí como un pasmarote?- insistió la voz despertándome por completo.

-Que síii, ahora me arreglo y... ¿Hiroshi?- mi mente fue transportada a la noche anterior, creando una leve y delicada sonrisa que poco a poco fue esfumándose para volver a la realidad.

Antes de bajar me acomodé el cabello y bajé torpemente las escaleras porque todavía estaba adormilada.

-Oye, ¿por qué aún sigues aquí, no te recogen?- No me resultaba molesto en lo absoluto pero más que nada lo pregunté por curiosidad .

Se quedó mirándome fijamente con sus ojos verdes cuyo tono me recordaba a un bosque e incluso a la belleza de la floresta silvestre.

-¿No te gusta que esté aquí, contigo?- Aquel "contigo" destacó más que el resto de palabras que pronunció y fue agradable por decirlo de algún modo.

-No se trata de eso y lo sabes sólo soy curiosa, ¿algún problema?- bromeé riéndome sutilmente.

-No, pero no te incumbe- Añadió, y su voz sonó extrañamente débil como si el simple hecho de imaginar la razón por la que estaba allí le doliese con toda su alma.

-Perdón, no era mi intención molestarte.- tras aquello me sentía culpable por haber sido pesada con el tema, aunque lo dejé ir.

Hiro ni siquiera se dignó a responder tan solo me dirigió una mirada seria y llamó a mi hermano para que viniera a desayunar.

- ¿Ciro, qué tenemos para desayunar?

Me gusta mencionar que mi conexión con mi hermano es muy buena, él siempre trata de consolarme en mis situaciones delicadas o de celebrar una clara victoria en mis mejores momentos. Para mí es un punto de apoyo que nunca querría perder. Eso sí, a él le agrada mucho hacerme pequeñas bromas para picarme y siempre lo consigue el muy vándalo.

-Tenemos cereales o frutas en la nevera, coge lo que quieras.

Tomé una manzana fresquita y un vaso de batido de chocolate, mientras tanto Ciro y Hiroshi también desayunaban y hablaban sin parar de los partidos de básket que se emitían en la tele.

Dejé a los chicos atrás y me apresuré en subir a mi habitación.

Por suerte, no tenía ninguna tarea pendiente ni nada que hacer, así que me puse los cascos y me quedé mirando a la nada escuchando música. Ésta me ayudaba a no pensar en exceso y relajarme cosa que me producía comfort en mí misma.

Hiroshi me tomó suavemente de la cintura acercando mi cuerpo cada vez más al suyo sintiéndose una fuerza innegable

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Hiroshi me tomó suavemente de la cintura acercando mi cuerpo cada vez más al suyo sintiéndose una fuerza innegable. Sus labios de terciopelo quedaban muy cerca de los míos, desprendiendo un rico aroma a miel y cerezas que me volvía muy adicta. Para rematar, nuestros labios se veían más unidos segundo tras segundo aunque la espera se me empezaba a hacer eterna porque yo quería besarlo YA sin más dilación. Nuestra atracción creciente nos hizo dar el paso final para finalmente cumplir nuestros deseos y besarnos. Sus labios eran suaves y rozaban con los míos apasionadamente como si no hubiese un mañana. Mi cuerpo reposaba sobre el suyo y el ambiente se volvió particularmente cálido haciéndome notar como una onda de calor se distribuía fugazmente por mi cuerpo erizándome el bello de los brazos. La verdad es que no sabía qué estaba sucediendo pero lo único que sí tenía claro es que ese acontecimiento permanecería en mi memoria para siempre.

 La verdad es que no sabía qué estaba sucediendo pero lo único que sí tenía claro es que ese acontecimiento permanecería en mi memoria para siempre

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"¿Espera, todo esto ha sido obra de un sueño?"

Winter RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora