El viento azotaba sin piedad el follaje y las ramas de los árboles, produciendo un terrible silbido que rugía con intensidad.
El cielo estaba totalmente despejado, pero no había luna, y eso hacía que la noche fuera especialmente oscura y apagada.
El corazón me iba muy acelerado y mi respiración era pesada, me sentía con una tensión inexplicable tratando de contener mis lágrimas, pero, de repente sentí una calidez que llenó mi pecho con fuerza, recibí un abrazo por detrás que me quitó todas las penas y... sentí mariposas revoloteando por mi estómago con unas majestuosas alas de plata.
Lentamente me giré y vi que era Hiroshi, el mejor amigo de mi hermano, me alejé rápidamente sintiendo que me derretía, a pesar del gélido ambiente que envolvía implacablemente la casa.
-Tranquila, todo estará bien, mañana será un nuevo día.
-¿Por qué estás aquí...conmigo?- pregunté con la vista borrosa y la voz débil entrecortada.
Hiroshi me tendió la mano y me colocó un auricular que reproducía una música angelical que me relajó por completo, estaba tan tranquila que no me daba cuenta de lo cerca que estábamos escuchando una melodía tan singular.
El chico se quedó callado mirándome fijamente a los ojos, apartó los mechones de pelo de mi cara y sin más se marchó de mi habitación.
Nunca olvidaré todo lo que sentí aquel lúgubre y reconfortante día.
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Winter Romance
Romance¿Amor?, eso es lo que siento cada vez que te veo por más que intente ocultarlo.