🔮 Jikook 🔮

VIII

Jungkook se despertó con un sobresalto. Echó un vistazo por la habitación en busca de la fuente del ruido.

Taehyung se sentó en la silla de la esquina, mirándolo. Su cola se movía de un lado a otro como la de un gato.

— ¡Mierda, Taehyung! ¡Me asustaste! ¿Qué estás haciendo aquí?

— No podía dormir, y ese lobo me sigue persiguiendo.— Susurró para no despertar a Jimin.

Jungkook agradeció la cortesía.— ¿Hoseoks?

Taehyung asintió.

— Él piensa que soy su compañero.

— Bueno, si lo piensa, probablemente lo seas. Los lobos no se equivocan en esa clase de cosas.— Jungkook se encogió de hombros, su mente seguía lenta por culpa del sueño.

— Pero los otros dicen que hasta hace unos días atrás, él pensaba que Jimin era su pareja.

Jungkook suspiró.— Creo que fue más una cuestión de enamoramiento de su Alfa. ¿Pueden los demonios emparejarse con un cambia formas?— Lo que Jungkook sabía acerca de las criaturas azules era muy poco.

Taehyung inclinó la cabeza mientras pensaba en el asunto.

— Nunca he oído hablar de algo así, pero no hay ninguna razón para que la unión no funcione.

— ¿No quieres tener un vinculo con Hoseok?— Jungkook no podía entender cuál era el problema real. Delicadamente tuvo cuidado, por si algo iba en contra del sencillo estilo de vida del demonio.

—No lo sé.—Taehyung se mordisqueó la cola.

—¿No lo encuentras atractivo?— Jungkook no tenía idea cual era su concepto de belleza. Tal vez que Hoseok no tuviera cola era un signo de fealdad en el mundo de los demonios.

Taehyung suspiró.— Es hermoso, pero puedo decirte que sigue colgado de tu compañero.

— Mi consejo es ir y sacar toda la mierda de él. Pronto perderá todo interés en Jimin si él tiene su propio compañero para enfocarse.

De esa manera se resolverían los problemas de Jungkook, si Taehyung absorbía toda la atención de Hoseok. Por lo que podía ver era una situación de ganar-ganar para él. Inquieto en el asiento, Taehyung miraba la forma de dormir de Jimin.

—Tu compañero es un hermoso hombre. Te va a hacer feliz.

— Me alegro de que pienses así.—  Un destello de enojo pasó a través de Jungkook por la mirada del demonio sobre Jimin. Su compañero no necesitaba que un extraño lo mirara mientras dormía.— ¿Por qué no vas a hablar con Hoseok? Y si eso no funciona tengan sexo.

Taehyung le dedicó una sonrisa malvada. Sus afilados dientes brillaban en la penumbra. 

— Deséame suerte.

— Buena suerte. Ahora ve.— Murmuró Jimin con la voz áspera por el sueño.

Jungkook se rió cuando Taehyung saltó de la silla y corrió hacia la puerta. Jimin rodó para abrazar a Jungkook con una mirada de amor.

— ¿Alguna vez nos dejaran jodidamente solos?

— Lo dudo.— Jungkook negó con la cabeza. Se acurrucó junto a su compañero y rodeó con sus brazos al lobo Alfa, acunándolo como a un oso de peluche que tenía cuando era niño. — Vamos a descansar un poco. Tenemos a un hechicero para darle batalla mañana.

— Tú sí que sabes cómo hablarle dulcemente a un chico.— Dijo Jimin con voz somnolienta. Solo tomó unos minutos para que el pecho de Jimin subiera y bajara a un ritmo constante.