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Jeon Sanha golpeó la puerta de la oficina del Alfa ignorando a los altos guardias parados a cada lado. 

Su mano tembló cuando volvió a llamar. Trató de calmar sus nervios tomando una profunda respiración, aún sabiendo que los demás podía oler su nerviosismo. Su idea tenía que funcionar. 

Por primera vez Jungkook dependía de él y Sanha no lo iba a decepcionar. Tenía que obtener el permiso. No sabía lo que haría si el lobo le negaba su petición. Su hermano necesitaba ayuda y Sanha no planeaba dejar la puerta del Alfa hasta que no lograra su objetivo.

Él probablemente no era el lobo más feroz de la manada, pero aun su esposa estaría de acuerdo en que podría vencer a cualquiera con su tenacidad. 

— Él no va a morderte, ¿sabes?, Jinah lo mataría.— Dijo Namjoon, el lobo guardián del lado izquierdo de la puerta, dándole a Sanha una sonrisa amistosa.

Él devolvió la sonrisa, aunque dudaba de poder convencer a cualquiera de que su situación era fácil. Nuevo en la manada, casarse con la hermana del alfa, solo trajo algunos privilegios.

Pensamientos confusos giraban en su mente cuando se abrió lapuerta. Parado delante de él estaba la mano derecha y mejor amigo delAlfa.

— Sanha.— Hoseok lo recibió con una expresión de bienvenida y un amistoso abrazo.— Adelante, entra, eres miembro de la familia real ahora.

Sanha se encogió de hombros. Él nunca sería del tipo de apurar y comenzar hacer demandas. Su esposa tenía más tendencias alfas de las que él jamás tendría, pero funcionaba en la relación. A ella le gustaba estar a cargo y a él que le dijeran qué hacer. Para ellos la unión era perfecta, ayudado por el hecho de que eran almas gemelas.

— Lo recordaré la próxima vez.— Prometió.—¿Puedo pasar?

—Por supuesto.— Hoseok dio un paso atrás para dejarlo pasar.

Sanha intentó no sentirse intimidado. El hombre era por lo menos casi dos veces más ancho que él a pesar de tener la misma altura.

Desafortunadamente, cuando se posó junto a Namjoon e ingresó al interior, recordó que el Alfa era aún más intimidante que su amigo. Su aura incluso rivalizaba con la de su hermano Jungkook.

El hombre lobo Alfa, Park Jimin, vio a su cuñado entrar en la habitación y reprimió una sonrisa. Su hermana había elegido a un lobo muy tímido, dulce como el caramelo, y aún más guapo que Jinah.

Se podría ver fácilmente lo que había visto en él, pero a Jimin le gustaban sus amantes un poco más rudos. Cualquier hombre o mujer a su lado tendría que ser lo suficientemente fuerte como para ayudar a manejar la política de la manada, o alguna eventual disputa. Así y todo Jimin haría lo que fuera por la adición más reciente de la familia, especialmente porque Sanha hacía brillar a su hermana con el resplandor de la adoración.

Jimin balanceó su cabeza de lado a lado al ver a Sanha, con su despeinado cabello negro y sus pies descalzos. De acuerdo a Jinah, su compañero odiaba los zapatos con toda pasión y solo los usaba cuando debía hacerlo obligatoriamente.

Jimin se levantó para saludarlo y estrechó su mano. Se inclinó hacia adelante y rozó su mejilla marcando a Sanha con su olor para que otros supieran que estaba bajo la protección del Alfa. Puesto que el más pequeño era un lobo débil, Jimin hizo un esfuerzo extra para recordarles a los demás que este lobo no era presa de nadie. 

Por supuesto todo esto con el agregado extra de que Jinah le arrancaría la cabeza a cualquiera que le hiciera algo a su esposo.

Sin embargo Jimin no mantuvo su reinado por dejar escapar detalles. Mientras se acercaba, podía oler el nerviosismo de Sanha y ver el temor en los ojos de color violeta pálido del lobo. Extraño, él nunca pensó que podía poner nervioso a su cuñado.

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