II

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Jungkook miró alrededor de la bonita habitación y dio a su hermano pequeño una sonrisa de agradecimiento.

— Gracias hermano, te agradezco de que hayas hablado con el Alfa para que me quede.

Incluso si el hombre lobo aprobaba la lista de las-cosas-que-le-gustaban-a-Jungkook-en-un-hombre. Definitivamente tendría que obtener una probadita del Alfa antes de dejar la ciudad. El miedo se reflejaba en los ojos color violeta de Sanha.

— Por favor, no destruyas la casa de la manada durante tu visita.

Jungkook le dio unas palmaditas en el hombro de su hermano.— Haré lo que pueda pero no hago promesas...

Sanha resopló.— ¿Qué te pasó con Jimin? Nunca lo había visto mirar así a otro hombre.

— No puedo evitarlo. Es demasiado sexy para dejarlo pasar...

Los hermanos se rieron hasta que se derrumbaron en la cama con lágrimas en los ojos.

Sanha se puso serio.— Lamento lo de tu separación.

Jungkook se encogió de hombros.— Kyung y yo no estábamos destinados a estar juntos, ni estábamos locamente enamorados. Solo era alguien para pasar el tiempo. 

Había otros problemas como un mago hambriento de poder. Kyung quería usar sus poderes para su propio beneficio. Jungkook había hecho malas decisiones en el pasado, Kyung era una de ellas.

Sanha aguijoneó a su hermano.— Aun así me gustaría que tuvieras a alguien.

— Lo único que quieres es que yo encuentre a mi Jinah.— Jungkook bromeó dándole un codazo.

— No hay nada de malo en eso.— Protestó Sanha.

— No.— dijo en voz baja.— Creo que es dulce que encontraras a tu pareja, pero para los magos no funciona de esa manera. No voy a encontrar al hombre de mis sueños y saber al instante que es mi compañero. He de andar a tientas, como el resto de los mortales, con la esperanza de encontrar al "Señor Correcto".

Sanha se echó a reír, poniendo un brazo alrededor de su hermano.— Me alegro de que estés aquí Jungkook, estoy preocupado por ti.

— Eso es porque eres una mamá gallina. Cuando tu mujer comience a tener cachorros, probablemente seas tú el que se quedará en casa con ellos.

— Probablemente.— Coincidió Sanha. Su voz sonaba tan feliz que Jungkook sonrió.

— Es mejor que sea tu hermano o alguien va a morir.— Dijo una voz femenina desde la puerta. 

Ella olió el aire.

— Tú debes ser Jinah.— Jungkook se paró, tomó su mano y la besó.— Felicitaciones por la unión con mi hermano.

— Gracias. Tal vez puedas explicarme porqué tú hueles como mi hermano.

Jungkook le dio una amplia sonrisa.— Debido a que él es demasiado ardiente como para resistirse a sus besos. 

Sus ojos color caramelo examinaron muy de cerca su rostro.

— Y tú estás ileso... ¿Por qué?

Jungkook respondió sin ningún pudor.— Porque soy un pedazo de culo caliente.

Jinah se echó a reír. La expresión suavizó sus rasgos duros y surgió su verdadera belleza. Jungkook pudo ver lo que a su hermano le gustó de ella, especialmente cuando se volvió hacia Sanha. La mirada de adoración en sus ojos le quito el aliento a Jungkook. 

Ella extendió su mano, Sanha rápidamente se la tomó.— Vamos amor, mi hermano tiene un anuncio.— Ella miró a Jungkook.— Él quiere verte también. Está en la sala de reuniones.

🔮 Jikook 🔮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora