🔮 Jikook 🔮

IV

Jungkook entro a la casa solo para ser detenido por Sanha. 

Su hermano lucia abatido y triste. Su esposa miró por encima de su hombro.

— ¿Qué está pasando?

— Jinah no cree que seas lo suficientemente bueno para su hermano.

Uh... mierda. La aflicción en la cara de su cuñada, decía que Sanha no la apoyaba. 

Era raro que su hermano perdiera los estribos, pero cuando lo hacía le costaba mucho volver en razón. Envolviendo un brazo alrededor de su hermano, se lo llevó lejos de la gente interesada y del salón.

—Siéntate.

Sanha lo fulminó con la mirada— No soy un perro.

— ¡Oh diablos siéntate!—Jungkook gruñó y se tiró en una silla.

Sacrificarse ante Gaia no lo hacía un buen hermano, no golpear a Sanha por interrumpirle un buen polvo, sí. 

Podía imaginar el cuerpo desnudo de Jimin tumbado en su cama esperándolo. Después de la pausa en el bosque sabía exactamente lo que se esperaba de él. Sanha gruñó antes de sentarse en el sofá.

— ¿Cómo puedo estar con una mujer que piensa que mi familia está por debajo de ella?

— ¿Qué dijo exactamente?— Él no quería tomar partido, pero mientras que Jinah probablemente pensara que no era lo suficientemente bueno para su hermano, él confiaba en el hecho de que ella era demasiado inteligente para decir realmente las palabras.

— Ella dijo que Jimin no podía emparejarse con un hechicero. Ella te llamó "ese hechicero", como si tuviera un mal gusto en su boca.— La voz de Sanha se elevó con ira.

— Cálmate Sanha. ¿Cuántos magos conoce Jinah?— Él se encogió de hombros.

— Probablemente ninguno.

— ¿Ves? Probablemente ella creció pensando cosas malas acerca de los hechiceros, mientras sabemos por experiencia que son un grupo encantador. Ella necesita acostumbrarse a mí, especialmente ahora que su hermano me ha reclamado.

—¿Qué?— Los ojos de Sanha se abrieron como platos.

Jungkook inclinó su cabeza mostrando su mordida. Estaba sorprendido de que Sanha no lo hubiera notado antes, pero claro, su hermano tenía sus propios problemas.

Sanha se levantó para observar mejor la marca.— ¡Wow! Eso sí que es un buen signo.

— ¿Tú no tienes una?

Sanha negó.— Solo los Alfas dejan una marca permanente. A los demás se nos cura rápidamente. Debe desearte mucho, nunca había visto una tan grande antes, por lo general es un pequeño mordisco con los colmillos delanteros. Pero parece que usó la boca entera para marcarte.

Jungkook se ruborizó. No creía que ahora era el momento de hablar de las extenuantes circunstancias del suceso.—Como te he dicho, estoy seguro de que una vez de que lleguemos a conocernos vamos a llevarnos bien.

— ¿Eso crees?— Sanha parecía tan esperanzado que el corazón de Jungkook dio un brinco.

— Estoy seguro.

Sanha sonrió.— ¿Qué tal si vas con Jinah a recoger el pedido del almacén? Acaban de llamarnos y está listo. Tenemos entrega especial en un edificio fuera de la ciudad porque las cantidades son grandes.

Jungkook dejó escapar un suspiro. Él real, realmente quería tener sexo, pero jamás sería capaz de negarse a su hermano.— Por supuesto, me encantaría llegar a conocerla mejor.