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Seonghwa amaba las mañanas que empezaban con despertarse bastante tarde cuando el almuerzo ya estaba listo, pero, con las clases su rutina que nunca planeó se veía bastante afectada y se le notaba en la cara, desde que había iniciado las clases ni siquiera podía dormir bien, era bastante frustrante para él porque acostumbraba a dormir todo el día. Su mala costumbre adquirida por estos cambios se notaba demasiado en clases cuando sin quererlo se quedaba dormido mientras su psicopedagoga le hablaba o mientras escribía.

— Seonghwa, ¿estás cansado?—le preguntó luego de despertarlo, ni siquiera podía abrir los ojos— cuando llegues a casa vas a poder dormir todo lo que tú quieras ¿Está bien? Ahora debemos estudiar, vamos a lavarnos la cara ¿Está bien? Ven conmigo.

— Anda Hwa, o el profesor va a regañarte—animó Hongjoong al ver que volvía a dormirse— Seong, ¿dormiste bien anoche? Ve a lavarte—palmeó su brazo y esperó a que se fuera— ¿Está todo bien?—le preguntó a Mingi.

— Sí, solo que no quiere dormir cuando se lo dicen—suspiró.

— Uh, ya veo—asiente— mi mamá no me deja dormir en la tarde porque después estoy toda la noche despierto, igualmente duermo.

— Él nunca hace caso, hablar con Hwa es como hablar con la pared pero no importa.

Hongjoong rió con ternura y esperó a que Seonghwa volviera, quería hablar con él.

.♡.

Mingi odiaba las diálisis, rogaba por tener sus riñones sanos y dejar de ir a ese horrible lugar. Durante las diálisis solía ver películas en su celular, leer o jugar en los libros de sopas de letras que le daban en el hospital, muchas veces Wooyoung solía acompañarlo y esa tarde no había sido la excepción, Wooyoung lo acompañaba como siempre, sin embargo, estaba dormido abrazándolo como koala. Wooyoung era tan lindo. Veía un musical bastante aburrido hasta que sintió una mano en su cara y unos dedos juguetones pellizcar sus mejillas, su linda estrellita había despertado.

— Wooyoung, ¿qué pasa?—preguntó acariciando su cabello antes de que golpeara su mano para que lo dejara en paz.

— Tengo hambre.

— Ya saldremos de aquí ¿Está bien?

— Saldremos de aquí en una hora con veinte minutos y treinta segundos, es mucho—se quejó.

— ¿Qué haces contando el tiempo?—sonrió con ternura.

— Me aburro, Gigi.

— Yo también Woonie, yo también me aburro.

Estuvieron un rato en silencio, cada uno en su mundo, no había ningún otro ruido hasta que Mingi escuchó una pequeña voz cantar una linda canción mientras jugaban con las cintas de su sudadera, Mingi juraba que Wooyoung era un algodón de azúcar humano y que era lo mejor que pudo existir en todo el universo.

— ¿Qué cantas mi amor?

— El minuto uno con veintinueve de come on Eileen de Dexys Midnight Runners—respondió cerrando sus ojos agotado, estaba bastante cansado y hambriento.

— Me parece que te gusta mucho esa canción, te la sabes de memoria, incluso los minutos—pellizco la punta de su nariz y Wooyoung volvió a golpear su mano.

— Cuento los minutos y los segundos en mi cabeza, así no me pierdo, deberías hacer lo mismo, siempre que cantas Judas de Lady Gaga solo cantas del minuto dos con diez al minuto dos con cuarenta sin parar porque no recuerdas la letra, y es bastante molesto—se quejó frunciendo el ceño levemente, su novio era bastante idiota algunas veces— deberías aprender una canción infantil, son cortas y fáciles de memorizar.

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