020

112 24 3
                                    

El doctor debía analizar a Seonghwa en clases y eso solo significaba para Seonghwa que debía volver a la escuela y no quería volver a ese lugar, volver a la escuela era como tener una soga en el cuello, se sentía ahogado estando ahí. La noche anterior a esa mañana Seonghwa no pudo dormir nada por los nervios y en el auto iba rascando sus brazos con fuerza, estaban tan rojos que empezaba a arder, pero nadie se había dado cuenta, Mingi veía su teléfono y su madre iba concentrada en el camino. Su corazón latía con tanta fuerza que se sintió asustado, no entendía por qué. Ya había comido todas las uñas que tenía en sus manos y se detuvo porque se había hecho daño, ya no tenía nada para morder, rascar o apretar. De la desesperación se había empezado a mover mucho y ahí fue cuando Mingi se dió cuenta, su única forma de ayudarlo fue acariciar su espalda pero Seonghwa no se sintió para nada ayudado, se sintió peor.

Cuando su madre estacionó el carro sintió como perdió el aire y su presión bajó completamente, se había puesto tan blanco que su madre puso su mano en su cadera para ayudarlo a caminar pensando que se había empezado a sentir mal. En la entrada de la escuela los estaba esperando la profesora de Seonghwa que lo esperaba con una sonrisa que Seonghwa vió como aterradora. Su madre se despidió con un beso en la frente de él y a Mingi lo abrazó antes de escapar, ella se había ido tan rápido que Seonghwa sintió que su corazón iba aún más rápido, eso sí lo había hecho sentir mal y por eso habían tardado más en entrar, tenían miedo de que pase a ser una taquicardia.

Seonghwa sintió que iba a vomitar cuando lo empezaron a arrastrar al salón, temblaba tanto que la profesora lo miraba con extrañeza. Una de las razones por las que no quería ir era porque no quería ver a Hongjoong, estaba molesto con él y se sentía traicionado de su parte, no quería verlo ni en pintura pero cuando pisó el aula fue el primero en ir a él y abrazarlo, antes de que todo el salón se haya alzado para darles una sorpresa a ambos, una sorpresa organizada por el profesor de biología que los miraba con una sonrisa a ellos dos. Seonghwa se sintió menos que Mingi cuando notó que su hermano tuvo más regalos que él, todos le habían hecho tarjetas a Mingi pero a él solo un par de chicos y alguna chica le habían hecho una, todas tenían personajes de Star Wars o dibujos de animales y estrellas, un par tenían dulces pegados con cinta adhesiva, eran dulces o galletas. Incluso Hongjoong le había hecho un regalo y aunque hubiera tratado de ignorarlo no pudo resistirse a ver que era, Hongjoong había dicho que era un regalo de cumpleaños. El regalo eran tres peluches de Star Wars, eran: Darth Vader, Yoda, R2-D2 y Chewbacca, eran chiquitos y cabezones, eso lo hizo reír divertido llamando la atención de varios, el que más gracia le causaba era Darth Vader, era muy divertido y tierno.

—¿Quienes son?—le preguntó uno de los chicos a Seonghwa, él le había regalado una carta con conejos y un C-3PO.

Seonghwa se apresuró a sacar una hoja y empezó a escribir todo sobre los personajes de los peluches y se la entregó al chico haciendo que otros se interesen a ver lo que decía la hoja. La ausencia de Seonghwa era notoria, aunque no hablara a muchos le hacía mucha falta cuando no estaba, el salón se sentía muy vacío sin su presencia.

Durante la evaluación del psiquiatra Seonghwa se sintió bastante tranquilo hasta que lengua y matemáticas aparecieron, se había mostrado angustiado y muy nervioso, esas eran de esas materias donde no iba tan bien y por ese día los profesores habían optado por darle tareas simples que pudiera realizar sin estresarse, habían hecho un intento.

—Y dime ¿Quienes son tus amigos?—le preguntó el doctor y Seonghwa miró a todos lados, los chicos de antes habían volteado a verlo con una sonrisa y Hongjoong ni siquiera giró, posiblemente estaba dormido— ¿Ellos son tus amigos?—Seonghwa lo dudó un poco pero asintió de inmediato con una sonrisa— ¿Y qué hay de Hongjoong? ¿Sigue siendo tu amigo o sigues molesto con él?

Seonghwa no supo que responder a eso, se sintió extraño e inseguro de solo pensar en que Hongjoong quizás ya no era un buen amigo como antes. Su expresión había cambiado drasticamente y el hombre entendió anotando en su libreta antes de seguir con la conversación de antes.

—Entiendo, Mingi ¿Qué pasa?—volteó a ver al mayor y Mingi negó cerrando sus ojos, estaba agotado y solo quería descansar y dormir por siempre si era posible.

—Su mamá dice que lleva días así, que solo duerme—explicó la profesora y el hombre asintió escribiendo en otra página de eso— ¿Qué pasa Seonghwa? No te puedes alzar.

La evaluación del psiquiatra había sido positiva respecto a lo que Seonghwa le contaba todas las semanas, se sentía sorprendido de eso y esa mañana habían ido a buscarlos temprano, sobre todo por Mingi que le habían notificado que estaba pálido y cansado, eso había alarmado al matrimonio y habían ido de inmediato. Ellos habían decidido ir antes de que en la escuela llamen a una ambulancia como habían pedido ellos antes que hicieran si su hijo no estaba bien porque era totalmente necesario. Cuando ellos llegaron su hijo estaba extremadamente blanco y temblaba, debían atenderlo de inmediato antes de que suceda algo o empeore.

El psiquiatra habló con ambos padres antes de que se vayan y ambos entendieron que los problemas en casa aún no habían parado aún, no solo era Seonghwa, también Mingi estaba siendo afectado por el ambiente negativo y había preferido no decir nada al respecto.

—Hwa, de ahora en adelante debes tomar un remedio que mandó el doctor ¿Está bien? Esa pastilla te va a ayudar a que estés más tranquilo, la primera te la debes tomar después del almuerzo—advirtió ella desde el asiento trasero abrazando a su hijo mayor que iba tomando un jugo que Seonghwa llevaba en su mochila, le habían prometido que en casa le darían uno a él también.

Seonghwa al principio se opuso pero luego de tomarla los resultados fueron mágicos, Seonghwa ya no estaba hiperactivo como antes, estaba mucho más tranquilo como si fuera como los demás, eso era muy bueno para ellos.

—Seonghwa, amor ¿Por qué no te levantas? Llevas mucho rato sentado ahí—animó la mujer a su hijo que llevaba una hora aproximadamente perdido en su propio mundo en su cama como si fuera una especie de cascarón— ven, vamos a jugar afuera—lo levantó y lo arrastró hasta el patio, Seonghwa parecía un zombi pero a su madre le parecía agradar la nueva pastilla.

Ahora su hijo podía ser como todos los demás como siempre quiso.

MUTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora