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Decir que se sentía preocupado era poco para lo que Hongjoong sentía, Seonghwa llevaba casi un mes faltando a clases y cansado de no saber nada y no recibir respuestas decidió ir él a ver que le pasaba a su amigo. Fue esa tarde después de la escuela y el que le abrió la puerta fue el padre de Seonghwa, nunca había visto a ese hombre con las ojeras tan marcadas como en ese momento. Él lo recibió con una sonrisa cansada y le dijo que Seonghwa estaba arriba viendo una película en su habitación, incluso lo llevó hasta ahí y con un poco de dificultad logró ingresar a la habitación que estaba completamente a oscuras, la única luz era la del pequeño televisor que apuntaba a la cama de Seonghwa, estaba viendo el episodio cuatro de Star Wars: Una Nueva Esperanza.

El hombre encendió la luz y el primer reflejo de Seonghwa fue cubrirse los ojos con sus manos por el brillo repentino así que el hombre tuvo que bajar la intensidad de la luz a una menos brillante para su hijo.

Seonghwa se veía normal, realmente había esperado otra cosa mucho peor, tenía algunas curitas en sus manos o algunos rasguños pero no era nada preocupante.

—Seong, vino a verte Hongjoong—avisó su padre y Seonghwa pausó la película volteando a verlos— estaré en el cuarto por si necesitan algo—dicho eso se fue.

—Hola Hwa ¿Cómo estás?—quiso acercarse pero consideró que era mejor quedarse donde estaba.

Seonghwa lo miró por unos minutos sin reaccionar y luego abrió su gaveta para buscar su bolso con los comecocos, le había mostrado un bien.

Hongjoong no recordaba la habitación de Seonghwa a como estaba en ese momento, quizá era porque la había visto una sola vez, ahora su pared tenía un dispensador de pastillas junto a un horario y tenía más peluches que antes, todos de la misma franquicia o al menos casi todos, y ahora tenía ese televisor de tubo al lado de la repisa de las películas, se veía acogedor aunque diera un poco de miedo por la cantidad de ojos que estaban por todos lados.

Seonghwa movió su mano para llamar su atención y luego señaló la televisión y a él mismo, al principio no había entendido pero hizo el esfuerzo de hacerlo.

—¿Que si quiero que ver la película contigo?—lo miró intrigado y Seonghwa asintió haciéndose a un lado para dejarle un espacio— claro ¿Quieres que apague la luz?—asintió y Hongjoong bajó la intensidad a cero quedando solo la luz del televisor.

Se sentó junto a Seonghwa y vió lo que estaba viendo, dos hombres estaban peleando con espadas laser, uno era una especie de robot negro y el otro era un señor mayor, Hongjoong logró reconocer a la máquina como Darth Vader pero no sabía quién era el otro hombre y el por qué Seonghwa se sentía tan impactado por su muerte. Se había quedado tan sumergido en la película que no escuchó cuando Mingi entró a la habitación, ya no se veía tan mal como cuando estaba recién operado pero aún no podía volver a la escuela.

—Buenas tardes, traigo un encargo de galletas para Seonghwa—entró interrumpiendo el momento aunque Seonghwa no había volteado a verlo— ¿Cuando llegaste Hong? No te escuché entrar, supongo que es porque estaba dormido.

—Acabo de llegar.

—¿Qué ven? Oh, que aburrido, está desde esta mañana viendo desde el episodio uno—rodó los ojos divertido y tocó el hombro de Seonghwa haciéndolo pausar la película— les traje esto, que disfruten, yo tengo una cita con Wooyoung y no creo volver hasta más tarde así que te saludo y me despido, adiós Hong.

—Adiós, suerte en tu cita.

—Gracias—le sonrió y huyó dejándolos solos de nuevo.

Cuando acabó la película Seonghwa lo miró por un par de segundos y lo abrazó con fuerza sorprendiendolo, no se había esperado eso y aunque a él no le gustara el contacto físico dejó que Seonghwa lo abrace el tiempo que quisiera, quizás necesitaba ese abrazo.

MUTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora