One Shots LITIAGO

Love Story

Tiago pzk

Estaba aburrido. ¿Y quien no lo estaría estando en mi lugar? Con copa de vino en mano y en el balcón real a punto de ver una gala de Ballet "el lago de los cisnes". Nunca fui fan del ballet. Odio el ballet.

-cambia la cara, hijo- mi madre da un sorbo a su champagne-

-esto no arranca más, a quienes estamos esperando?

-a la familia real, están por llegar y como la presidente de Argentina tengo que dar la bienvenida o mejor dicho tenemos-.

-a no, a mi no me metas en tus asuntos

-pues yo si voy- se mete Ámbar- que Goti se quede total con lo celoso que es ni voy a poder mirar a los bellos príncipes que vienen de España en paz

-hey! No soy celoso, solo cuido a mi hermanita y ni se te ocurra pegarle el ojo a alguno de sus majestades, viven en la loma del orto como para que te enamores y las relaciones a distancia nunca funcionan

-que pesimista- bufa Ambi acomodándose el cabello.

-dale vamos amor, que ya llegaron- mi madre y mi hermana se van dejándome solo en aquel solitario balcón. Doy un sorbo a mi copa cuando veo a varias personas de traje caminando por todo el lugar buscando algo o mejor dicho a alguien, pobres, creo que querían ser discretos pero desde mi punto de vista no lo eran. Que carajo estarán buscando.

-Perdón señor pachecco-abrió la puerta de golpe uno de esos hombres- pero no vio al joven príncipe? Es el menor y no aparece-negué y él suspiro con decepcion- carajo, perdón las molestias- y sin más se fue enojado. Van a despedir a alguien hoy parece.

-ja, que loco, un príncipe perdido- negué riendo y me enfoque en lo que antes estaba viendo o simulaba ver, el gran telón rojo que tapaba el escenario. La puerta volvió a abrirse pero al toque se cerró dejando ver a un chico de traje blanco con detalles doraros, zapatos finos, cabello negro y respirando agitadamente. Por las varias medallas que trae imagino saber quien era.

-vaya, acabo de encontrar al príncipe perdido sin siquiera mover  un solo dedo- dije con burla mientras le servia un poco de vino a su majestad. Se lo veía cansado.

-parece ser que soy muy buscado, será por mi belleza?-toma una postura recta y se peina aceptando mi copa.

-ya lo creo- sus ojos. Sus ojos eran los más lindos ojos que vi en mi vida. Un verde esmeralda hermoso. Todo él era hermoso y esa tez pálida le ayudaba, parecía de porcelana- no nos conocemos, soy Tiago Uriel Pachecho hijo de la presidenta

-un placer, soy Mauro Monzon hijo de los reyes de España. No me vas a delatar ¿cierto?

-por supuesto que no, lo último que desearía es alejarme de un lindo príncipe- él sonríe algo sonrojado y se posiciona a mi lado apoyándose en el barandal- es hermoso

-lo se, gracias por el halago se que lo soy- él golpeó suavemente mi hombro riendo bajito.

-el teatro colon es el teatro más hermoso de todo el mundo si me deja decirlo, si miras hacia allá- tomé su mentón con cuidado señalando el techo- te sentirás como en el cielo- él observaba todo con asombro y yo lo observaba a él. Mientras él apreciaba la belleza del colón yo apreciaba su belleza. Sus ojitos se iluminaban gracias a las luces y a la emoción- si que son firmes en encontrarte eh- los hombres con traje no habían parado su búsqueda

-si-  suelta después de un largo y pesado suspiro- mi padre me cuida como si fuera un tesoro y quiere mantenerme a su lado siempre pero soy curioso por naturaleza y al ver tal belleza quise mirar más y llegue aquí, encontrando una belleza superior- me miró a los ojos. ¿Se refería a mi?