Deseos prohibidos| Daeron × Joffrey|

Capítulo IV

A la mañana siguiente el moreno se levantó bastante temprano, tras darse una ducha se vistió con unos pantalones cortos y una camiseta simple, luego salió de la habitación y un delicioso olor llegó hasta él, siguiéndolo entró en la cocina y se encontró con Daeron haciendo el desayuno, había hecho tortitas, "encima de guapo sabe cocinar", pensó el moreno sentándose en la mesa.

-Oh no te he oído llegar-. Le dijo el rubio al darse la vuelta y verlo sentado, ambos desayunaron teniendo una conversación tranquila.

-Sabes, ayer me llamó Aemond-. Le dijo el rubio.

-No paraba de quejarse de que Jacaerys es muy celoso-. Añadió.

-Eso es verdad-. Dijo Joffrey con una sonrisa, su hermano y Aemond habían empezado a salir hace unos meses, al principio la familia se sorprendió bastante, pero terminaron apoyándolos. Además, no era el primer romance tío-sobrino en la familia, parecía que eso fuera tradición.

-A veces me pregunto quién es realmente el pasivo entre ellos-. Dijo Daeron provocando que el moreno se atragantara y se pusiera rojo, negando con la cabeza.

- ¿Qué?, es verdad-. Le dijo el rubio riéndose.

Al rato terminaron de desayunar y después de recoger todo salieron de la casa, irían andando al centro comercial pues no estaba muy lejos. Durante el camino el moreno se ganaba varias miradas de más, pero parecía no darse cuenta. En cambio, el rubio sí se daba cuenta y algo en su interior empezó a arder.

- ¿Qué tienes que comprar? -. Le preguntó Daeron mientras pasaba su brazo por los hombros cuando llegaron al centro comercial y fulminaba con la mirada a un pelirrojo que no dejaba de mirar al moreno.

-Ehh algunos materiales para la universidad y ropa para las clases de baile-. Le respondió el moreno al rubio un poco nervioso, no se esperaba que este pusiera su brazo alrededor de él.

- ¿Vas a baile? -. Le preguntó el rubio sorprendido, el moreno asintió con la cabeza.

-Nunca me lo contaste-. Le dijo Daeron mirándolo mal provocando que el moreno le sacara la lengua infantilmente.

-Nunca me lo preguntaste-. Le replicó.

-Hoy por la noche tenemos que ponernos al día de nuestras vidas-. Le sugirió el rubio, el moreno estuvo de acuerdo.

-Podemos jugar a un juego de preguntas-. Le dijo el rubio.

- ¿Preguntas? -.

-Si, el juego consiste en preguntar al otro cosas de todo tipo-. Le dijo el rubio mirándolo a los ojos, el moreno terminó aceptando, aunque no estaba muy convencido, nunca había escuchado sobre ese juego que decía el rubio. Ambos empezaron a entrar a las tiendas, después de un buen rato el moreno ya había conseguido todo lo que quería, Daeron había insistido en llevar sus bolsas. Decidieron comer ahí. A la vuelta el rubio se quejó de que le dolía la espalda.

-Eso es por ser cabezota y llevar todo tú-. Le dijo el moreno.

-No, no es eso, el otro día me excedí en el gimnasio-. Le dijo el rubio, Joffrey lo miró con los ojos entrecerrados.

Una vez en casa, el moreno se puso a colocar todo, terminó bastante rápido y aburrido decidió ir a la habitación de Daeron, como agradecimiento por haberlo ayudado había pensado algo. Antes de entrar tocó suavemente la puerta de la habitación, "pasa" se escuchó.

Al entrar vio al rubio tumbado en la cama, solo llevaba un chándal gris, estaba viendo una serie en el ordenador, el moreno cerró la puerta y se dirigió a la cama, no pudo evitar fijarse en su abdomen marcado.

-He pensado que podría darte un mansaje-. Le dijo el moreno sentándose en la cama y mirándolo a los ojos fijamente.

- ¿Eh? -. Dijo Daeron sorprendido sentándose en la cama y cerrando el ordenador.

-Como te dolía la espalda-. Explicó el moreno.

-Así eso-. Dijo el rubio, su mente perversa había pensado otra cosa.

- ¿Entonces? -. Le preguntó el moreno, el rubio terminó asintiendo.

-Bien, pues voy a por una crema y vuelvo ya-. Le dijo el moreno saliendo de la habitación. Al fin el rubio pudo soltar el suspiro que estaba aguantando y se preparó mentalmente para lo que venía, no quería acabar teniendo una erección. Daeron había llegado a la conclusión de que el moreno le gustaba, pero no quería apresurar las cosas y asustarlo, además el rubio pensaba que era inocente, pero vaya sorpresa se llevaría cuando descubriera que no. 

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Buenasss, aquí está el cap nuevo! Prometo actualizar más seguido!

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