ocho

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HyunJin era el omega más hermoso que había visto.

Felix carraspeó en el momento que el pelirrojo los presentó y sonrió nervioso, limpiando sus manos en su pantalón antes de estrechar sus manos con el otro, tragando saliva. Parpadeó más de cinco veces, sacando una risa nerviosa.

—Soy Lee Felix, como dijo Yuta, o sea nos presentó de forma correcta, eh... sí― el otro le dio una de las sonrisas más hermosas que pudo haber visto.

Unos ojos grandes, redondos, ojos de gatito, llenos de brillo que parecia opaco, como si alguien quisiera que ese brillo no existiera. Parpadeó. Los ojos cuentan la historia, los ojos son el espejo del alma. La manera en la que éstos con sólo una mirada pueden contar una historia, pueden reflejar los sentimientos, pueden reflejar el miedo, los ojos los dejan expuestos.

Felix se acercó un poco más a él, bebiendo un poco de la bebida que el chico le había ofrecido, y arqueó sus cejas. Percibía algo en los ojos del omega. Incomodidad.

Rasco su nuca, carraspeando. Sonó su nariz.

―Me siento totalmente perdido en la fiesta, no sé por qué Yuta me invitó sabiendo que iba a estar rodeado de tanta gente joven― el otro lució sorprendido, viéndolo, entrecerrando sus ojos. Abrió su boca.

―¿Acaso tienes más de 30 o algo así?

―Tengo 26 años, pero si tienen la misma edad que Yuta, 21 años, 5 años hace mucha diferencia, mientras él aprendía los colores yo estaba en primaria aprendiendo a reparar una gotera del lavabo.

―Es muy rara tu primaria, ojalá a mi me hubieran enseñado eso― el alfa sólo rie nervioso, pero sólo deja su vaso, comenzando a explicar con sus manos.

―Aunque suene raro, a los alfas desde 1950 a 2000 nos metían en escuelas especiales para 'aprender a ser alfa', reparar cosas, aprender aromas, sobre cuidar al omega en celo, era raro...― el otro alzó su ceja, sus ojos se llenaron de miedo y se alejó un poco, mordiendo su labio.

―¿Eres... alfa?― Felix rascó de nuevo su nuca nervioso, y suspiró, asintiendo. HyunJin sólo bajó su mirada, pidiendo perdón por verlo a los ojos, llamando la atención del otro. Escuchó la frágil voz hablar, casi titubeando, bajo―lo siento, es sólo que no tengo permitido acercarme a alfas y mucho menos mayores.

Cualquiera al escuchar eso se alejaba de él, gruñían, pero Felix sólo lo vio atento, haciendo una reverencia, y habló, bajo.

―No hay necesidad de agachar la mirada conmigo, HyunJin, todo está bien.

Fue lo que escuchó decir a su alfa cuando la arropó y beso su frente, dispuesto a irse de la habitación, pero la voz sonó, pidiendo―¿Puedes tomarme la mano?

Obedece al instante, y HyunJin sólo suspiró, entrelazando sus dedos con los largos del otro. Tragó saliva.

―Tenía 22 años cuando te conocí, ya había acabado la carrera de diseño de modas y apenas me había metido a otro curso de mercadotecnia con Yuta, por eso sigo en la universidad― el alfa lo ve, como si le dijera con la mirada que ya sabía, pero apretó su mano―22 años de mi vida he pasado con miedo, temblando, bajando la mirada a cualquier alfa, Felix, yo... el hecho de que te pueda hablar viéndote a los ojos, me hace sentir fuerte, puedo hablarle a otros alfas viéndolos a los ojos, gracias a ti.

―No tienes que darme las gracias, Hyun, por favor no lo hagas.

―Quiero hacerlo, porque es más que me hayas marcado, es que, me haz ayudado, terapias, me haces sentir seguro fuera y dentro de casa― Casa. Algo suyo. Sonrió, apretando más su mano, metiéndose más entre la cama, viendo al otro directo a los ojos.

El brillo ya no parecía ser tan opaco, sus ojos parecían más claros, y sonrió, limpiando con cuidado una lágrima que se atrevió a salir de su ojo. La piel que merecía cada cuidado, lo estaba cuidando, lo estaba haciendo. Le sonrió de nuevo, se acercó a besar su frente, y suspiró.

Su dedo índice comenzó a jugar con la mano del otro. Chasqueó su lengua.

―Me tengo que ir, Hyun, mañana tengo que ir a la escuela temprano, pero estaré aquí para asegurarme que duermas bien.

El omega le sonrió, una sonrisa completa, y Felix apretó esa nariz, haciéndole sacar una risa nasal. Su corazón volvió a latir, como la primera vez que lo vio. Qué linda nariz, pensó, qué lindas y largas pestañas que contrastaban en la pálida y lechosa piel, esas mejillas siempre rojizas junto a la nariz, lindo omega.

Una vez que la respiración de él se calmó, se paró de forma suave, sin querer hacer ruido, sin querer irse. Felix antes de salir dió un último vistazo, y salió de la habitación, viendo a su hermano que tomaba un té en la sala. Sonrió burlón.

―No sé por qué lo trajiste si de todos modos iban a volver a dormir juntos ― Felix sólo tragó saliva, abrochando sus tenis de la forma correcta. Si Chris supiera que era la primera vez que dormían juntos... Carraspeó.

―Ya me voy, Chris, cuida a Hyun toda la semana, por favor, a él le gusta mucho el té negro de menta, qué importa que venga Min, a él no le harán efecto las feromonas de Hyun, pero de todos modos que no se le acerque mucho.

―Es un chico muy lindo, pero, vi marcas en sus muñecas, como si hubieran apagado cigarros en sus muñecas, Felix, y tú fumas... no me contó nada de ellas...

―Yo jamás le haría daño, si la traje aquí para no tomarla en su celo, es un indicio de ello, Christopher, pero las marcas, son de hace tiempo, él todavía no me cuenta de ellas y lo hará cuando sea su tiempo, todo a su tiempo.

El hermano mayor sólo alzó sus cejas, asintiendo, suspirando.

―Ve con cuidado, hermanito, no querrás dormir después de las 9:35 porque te estresas horrible y tu omega no merece un alfa gruñón.

El alfa sólo sonrió, suspirando, y negó, viéndolo.

―Ella merece todo lo bueno de este mundo y yo me aseguraré de dárselo todo.

when this rains stops › hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora