cinco

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Felix rascó su nuca nervioso mientras veía a HyunJin, relamió sus labios, pensando bien sus palabras. Se recargó en la pared, alisó su camisa, y suspiró, cerrando sus ojos.
¿Cómo hacerlo? carraspeó, llamando la atención del chico que estaba limpiando el microondas con el hisopo y aceite de bebé.

Mordió su labio, llevándose piel entre ellos, y por fin habló.

—¿Te gustan las películas de terror? es sólo que están pasando 'el Conjuro' en la tele y pensé que te gustaría verla— su mano pasó a su hombro y lo rascó, nervioso, viendo al estudiante asentir de forma tímida, y sonrió —¿Si te gusta?

—No me gusta mucho el cine de terror pero creo que la puedo aguantar, Yuta dice que no da tanto miedo—Felix sonrió, y caminó a la cocina, sacando una bolsa de palomitas de su alacena, viendo al menor con una pequeña sonrisa.

—No creo que de tanto miedo como para no dormir, y de todos modos, está el nido— presiona unas cosas en el microondas y después de hacerlo, él mismo limpia la mancha de su dedo que quedó en el número y en el botón. Lo limpia dos veces y voltea a ver al menor— ve a la sala, Hyun, yo llevo todo, voy en dos minutos.

Asintió repetidas veces mientras se dejaba de abrazar a sí mismo y caminaba a la sala, viendo los anuncios coloridos y de gente sonriendo.
Subió sus pies, quitándose los zapatos, y abrazó sus rodillas, entrando en calma. Cierto, seguía teniendo las feromonas de Felix, siempre las tenía, desde que se levantaba hasta que dormía abrazando una almohada que el alfa le dio de su cama.

Era muy responsable, también de forma afectiva, y se lo demostró en ese pequeño detalle.

HyunJin se acurrucó más, llevando su nariz a su propio hombro, inhalando su olor. Su sudadera, la de su alfa.

Había veces que olvidaba que lo era, lo era por completo. Felix era su alfa, y él, era el omega triste y dañado del perfecto Lee Felix, hay papeles que lo abarcan, que lo dicen, y lo más importante, la marca en su cuello.

La marca en su cuello que arde un poco pero con las feromonas pasa a segundo plano, algo que se le puede olvidar de forma fácil y se alivia.
Hay veces que quisiera que pasara lo mismo con su amargo recuerdo.

Un olor a mantequilla le distrajo y el alfa lo vio, sonriendo, entregándole el envase con las palomitas y su té. Ese té. Se sentó a su lado, pero dos asientos separado.

Porque podría ser su alfa, se supone que lo era, pero no del todo. Porque después, siempre sería un omega inútil, un omega que no puede complacer a su alfa ni darle el simple placer de tocarlo por las noches, el placer del consuelo y de descansar abrazando a lo que se supone, que es suyo.

Aunque eso fue marcado por Felix, desde un principio, y no era porque le diera asco o le pareciera así.
Pero HyunJin nunca se vería como lo ve Felix.

El castaño le vio fijo, veía como el menor de inconsciente se acercaba a él de un brinquito por el susto, y sonrió, acomodando sus lentes y dejando de ver al omega por el rabillo de su ojo, a verlo por completo.
Un omega hermoso, que suponía que había más de 4 personas queriendo marcarle, un omega que con verlo sentías algo, pero no sabías qué.

Un sentimiento de querer acercarte pero si lo hacías, podías dañarlo y romperlo, como si de la más fina porcelana se tratara, podías hacer que se alejara. Felix en un pequeño movimiento se estiró, acomodándose más junto a HyunJin y cuando dejó de estirarse, dejó su brazo caer en el hombro del menor.

El que se haya acurrucado más le dio una buena señal, y comenzó a tomar una palomita mientras veía la película, más viendo al menor que nada.
Por si se removía incómodo, por si hacía un solo movimiento que lo presentara, Felix alejaría su mano.

Y nada vino. Nada más que pequeños saltitos por parte de ambas y después una risita, viéndose, varias preguntas que Felix no sabía contestar porque jamás había visto la película, y que HyunJin se acurrucó por completo en el hombro del mayor viendo la película. había pasado más rápido de lo que se imaginaba, pero al recordar las feromonas y que llevaba tres semanas acostumbrado al nido, aterrizó.

Era su olor, no era él.

Y no supo si era bueno o malo. Esperaba que bueno. Iba a agarrar otra palomita hasta que un screamer ocupó toda la pantalla, regándolas por toda la sala.
Un pequeño impulso, el miedo era natural, fue un accidente, pero el menor se tiró al suelo y comenzó a cubrir su rostro, asustado, temblando, cuando el mayor le llamó para preguntarle si estaba bien.

Rogando, sollozando, y ahí, su corazón se estrujó y se rompió en mil pedazos, sus ojos se llenaron de lágrimas y se acercó, de rodillas, a HyunJin, viéndolo.
El mal sabor de boca le ataco, sus labios temblaron, y sostuvo su rostro.

El menor, esperando un golpe, pero el mayor se acercó poco a poco, viéndolo.

Susurró lo más calmado posible para no alertarlo, y desprendió más feromonas;

—¿Puedo tocarte? — un asentir y sus brazos rodearon la cintura del más pequeño, atrayéndolo a él, acurrucándolo en su hombro, y cuando cerró sus ojos, sintió una lágrima, una suya, resbalar.

HyunJin necesita todo, pero todo, de él. Empeño, responsabilidad, cariño. Acarició su cabeza cuando le escuchó intentar explicar pero sólo negó, hablando calmado.

—No me tienes que explicar nada si no quieres, Hyun, cuando quieras, lento, puedes decirme— un leve asentir, y suspiró, al escucharlo sólo sollozar. Sintió cómo el pequeño cuerpo se acercaba más a él hasta quedar por completo abrazado, con sus piernas entrelazadas, y habló.

Habló con el tono más bajo de su voz, habló casi como si se lo dijera más a él que a nadie más. Pero lo dijo. Escuchó un; —Contigo me siento seguro, Felix— y el mayor sólo le abrazo más, acariciándole, comenzando a pararse para dejarlo en el sillón, pero ese abrazo duró demasiado.

Era lo más que había tocado al alfa desde que lo conoce, y suspiró.

—Tienes que contarle esto a la doctora Ahn, esto es grave—un asentir, y lo abrazo más—¿Quieres ver algo más suave? una comedia o algo así— esperaba que se negara y que fuera a su cuarto, pero sólo sintió un asentir.

Dejó que el otro lo viera para alisar su pelo, acariciando su cabeza, y cuando le sintió incómodo lo soltó, de todos modos viéndolo.

Tomó su meñique, acariciando el suyo.

—Ha pasado casi tres meses, y lamento que desde el principio hasta ahora no confíe en ti, pero, tengo un pasado que me ha marcado, y me ha hecho desconfiar, Felix, pero ahora, puedo decirlo con seguridad que confió en ti, por favor, no me hagas daño...

—No debería ni prometerlo porque es algo que como ser humano, y como tu alfa, jamás debería hacerlo, pero Hyun, quiero que sepas, que jamás te levantaría la voz y mucho menos la mano, nunca buscaría el hacerte daño, nunca. —y entrelazó su meñique, haciendo a HyunJin limpiar sus lágrimas y entrelazarlo, asintiendo.

Ahora no fue sólo el meñique, sino, su mano, la que duró toda una película entrelazada con la del omega.

when this rains stops › hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora