quince

82 19 0
                                    

—Pensé que era broma eso de que podias comer
carbonara sin tomar leche o por lo menos agua— el profesor rió, llevando el pañuelo a su nariz para sonarla, haciendo reír a su omega, que sostenía un peluche de un metro. Le miró —pero gracias, es muy lindo este peluche, aunque parece que fue trampa lo que hiciste, en tu propio juego...

—¿Oh, me estás retando?— HyunJin alzó sus hombros, qpretando la mano libre que tenía entrelazada con su alfa, y este ríe, señalando un juego —si tiro 5 botellas puedo ganar un peluche más grande...

—Déjaselo a tus alumnos, porque una adulta que gane en todos los juegos sólo para darle el premio a su omega es algo que no es común ver en un festival escolar.

Sonríe grande, viéndolo a los ojos, y sólo niega,
caminando.

Ahí estaba ese aleteo. Lo siguiente que le seguía a su corazón acelerado, a los sonrojos involuntarios, era un aleteo en su estómago que pensaba que las mariposas que veía a Felix dibujar habían volado hasta dentro de ella.
HyunJin se pegó más al alfa, entrelazando su brazo, y sonrió, acurrucado.

Era el mejor día, la lluvia que había persistido
durante meses ese día decidió no salir para nada, era un día soleado, lleno de color, era un día donde veía adolescentes y niños divertirse, junto a adultos.

El menor solo abrazó más fuerte el brazo que tenía entrelazado con su alfa, y lo vio. Habló.
—Este día definitivamente está en mi lista de los
mejores días de mi vida, encabezándola.

Y al ver la sonrisa del castaño, el sentir todo, el
revoloteo, sonrojo y latidos, supo.

—Fue más que un día soleado, me gustan
esos días y son mis favoritos, pero, Felix me hizo
amarlo más— ver la sonrisa llena de satisfacción de la doctora, hizo que él sonriera igual llevando un mechón a su oreja y comenzó a jugar con el pájaro de juguete que tenía en el escritorio.

La rubia habló —hace dos días llovió, ¿Cómo te fue ese día? ¿hiciste lo que te receté?

—Sí, ese día Felix se tomó una taza de café
mientras me acompañaba en silencio a ver la lluvia—lo anota en su libreta que en la pasta tenía el nombre de su paciente, asintiendo —y supongo que fue mejor verla bajo un techo seguro, que uno lleno de goteras que papá no podía arreglar por trabajar.

—Ha llegado el momento de hablar sobre ellos,
HyunJin, poco a poco tienes que soltarlo más, me hablaste de tu madre la otra vez, ahora intenta hablar sobre tu padre y si quieres, de ya sabes quién.

Notó que se tensó al verlo abrazarse, y sólo asintió, acercándose a la ventana, siguiendo con su dedo una que otra gota que caía. Lo escuchó suspirar, con dolor, y lo dejó escapar en esa salida de aliento.

—Él trabajaba arreglando carros en el taller que
estaba a 10 minutos de la casa, por eso olía a aceite y siempre estaba manchado, sólo se bañaba en la noche, y por alguna razón tenía su traje hasta dentro de la casa, apestándola, él vivió con nosotros porqué perdió su casa por gastar su dinero en cerveza y apuestas, se quedó de forma permanente después del abandono de mamá— dijo seca, y antes de que hablara la doctora Ahn, él interrumpió
—él... él era malo, su aroma era ajo, con eso se da una idea, y él, él no quería que me-me acercara o-o-otros alfas porque decía qu-que... les roba-ba-ba a su... pe-pequeño omega.

—Ya no hables más, lo hiciste genial, HyunJin, es la primera vez que puedes hablar tanto de él y es un gran avance— dijo de forma abalanzada al notar que el menor se cubrió la boca, como si fuera a vomitar, y le cedió un bote, pero él negó.
HyunJin tragó agua que estaba ahí, de forma casi violenta.

Él, él, era él. Comenzó a rascar su propia uña
consumido en los nervios mientras aceptaba más agua por parte de la doctora HyeJin que le
cedía una pequeña sonrisa. No quería hablar, no
quería pensarlo, como tampoco quería insultarlo, porque si lo hacía, lo estaba recordando.

Estaba recordando cómo lo acorralaba para oler
su pelo y rogar que le llamara de esa forma, estaba recordando cómo lo sentaba en su pierna para ver su serie favorita que desde ese día comenzó a sentir asco por verla, lo estaba recordando en sí.
Estaba recordando cómo lo abrazaba después de
pedirle que haga la cena, de esa forma, y cómo se acercaba a su oreja.

HyunJin comenzó a negar y a respirar de forma
pesada, ahogándose, como si sintiera que
estaba siendo arrastrado, pero el olor a ajo fue
remplazado por el agradable olor a menta, esas
manos ásperas ahora eran suaves y nadie había
lamido su cuello. Volteó a ver a Felix que le veía
preocupado, y se acurrucó contra él, escuchando.

—Fue una pesadilla, Jinnie, ya estoy aquí, aquí
estás a salvo, fue una pesadilla— acarició su cabeza de forma repetida, besó su frente, y entrelazó sus piernas, escuchando cómo el omega comenzó a calmar su respiración.

Le cedió un vaso de agua que una temblorosa
mano aceptó, tomando. Tragó saliva al verlo, y
tomó esa mano.

—Todo está bien, Hyun, ¿soñaste feo de nuevo ?— un asentir del otro, que respiró de forma calmada, y se acurrucó en el hombro del castaño.

—Lixie-ah, ¿puedo dormir contigo desde ahora?—
no dijo nada más y lo cargó de una forma suave a su cuarto, depositándolo de una forma suave en la cama, junto a él. De forma inmediata se acercó a abrazarlo, enterrándose en su cuello, y suspiró.

—Si quieres puedes decirme qué soñaste.

Tragó saliva, relamió sus labios, y sólo dijo lo
necesario, lo que él creía —hablé con unas cosas
con la doctora Ahn y revivió una memoria que mi mente quiso borrar tirándola hasta atrás.

—Entonces hagamos que ese recuerdo feo sea
olvidado haciendo uno más lindo— asintió,
sintiendo las manos del alfa que evitaban tocarlo, y salió de su cuello, viéndola fijo.

—Lixie-ah, ¿puedes abrazarme?— se volvió a
acurrucar una vez que escuchó al otra decir un
bajo 'sí', y en cuanto sintió sus brazos rodear su
cintura, él se acurrucó más en el pecho del otro,
justo en su lado izquierdo, donde sentía un latido constante, rápido. Acarició el hombro del mayor, riendo —puedo sentir tu corazón latir.

Comentario que hizo las mejillas entintarse color cereza, las de ambos, y uno habló apresurado.

—Bu-bueno... es porque...

—Si te acomodas mejor también podrías sentir el mío latir igual que el tuyo.

Felix rió, acariciando levemente con su pulgar,
acercándose a dejar un beso en la frente del omega, susurrando.

—Buenas noches, HyunJinnie, descansa.

Al instante recibió una respuesta adormilada.

—Buenas noches, Lixxie-ah, también descansa.

Y tenía razón. En un leve movimiento que hizo
sintió el corazón palpitar de forma apresurada,
haciendo al alfa sonreír inconsciente, acariciando la cabeza del omega.

when this rains stops › hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora