5

13 2 0
                                    

5. Algunas Locuras

– ¿ES ENSERIO!!? – Jake lanza un grito de sorpresa muy genuina que me aturdió los tímpanos– ¿Cómo dijiste que se llamaba?

–Jordan – luego de unos días de la fiesta en la mansión, que resultó ser de su familia a la cual critiqué y juzgué en su propia cara; ya le había contado todo esto a las chicas ese mismo día, ya que me estaban preguntando qué a dónde me había ido, y les expliqué porqué me fuí.

Pero hoy, luego de una semana le estoy contando la historia a mi vecino/amigo Jake – al cual le daba mucha confianza a diferencia de otros chicos – él y yo somos vecinos desde siempre, pero por alguna extraña razón ningunos de los dos lo sabíamos, cruzamos nuestras primeras palabras hace algunos años, y tenemos 17 años siendo vecinos, pero, la gran confianza que le tengo, es única e incomparable con la de cualquiera.
Jake, es un año mayor que yo, y no es lo único en lo que es mayor que yo, si me vieran junto a él, es como si vieran a Willy Wonka hablando con unos de sus Oompa Loompas, es demasiado alto, es como dos cabezas y media más alto que yo – ¿o tal vez y yo soy demasiado enana? Misterios de la vida– prosigo... Su cabello siempre desordenado tiene un color avellana que resalta sus hermosos ojos del mismo color, aunque sus ojos tienen tonalidades más oscuras, cuando hay suficiente iluminación sus ojos se ven super claros; también tiene un sentido del humor muy agudizado, aunque para mí no es muy difícil reírme pero con él nunca puedo estar seria.

–¿Y?...– pregunta Jake al aire, esperando una respuesta y yo pongo cara como de "¿Y, qué?"– ¿Era lindo?– me pregunta por fin, y noto una pizca de picardía en su mirada.

– Pues, no lo sé, como te conté, todos teníamos antifaz y él nunca se lo quitó– él gira los ojos ante mi respuesta– ¿Qué? No es mi culpa.

– Si, si lo es... Si yo hubiese estado en tu lugar, el antifaz no habría sido lo único que le hubiese quitado para ver más de él, y poder observar detenidamente sus rasgos.

Y así es mi amigo Jake, gracioso, espontáneo, sin filtros y pervertido.

– JAJAJAJAJAJAJAJA– no pude evitar explotar en una carcajada por su comentario – ¿Sabes? A veces pienso que necesito que me des algunas clases para saber tratar y coquetear con los chicos.

– ¿Tú crees?– esa pregunta no pudo tener más sarcasmo porque sería imposible, llegar a ese límite... Se aclara la garganta, me toma con ambos brazos puestos sobre mis hombros y me dice– tranquila alumna mía, a partir de hoy comienzan sus clases de "¿Cómo Coquetear Con Chicos?" con su profesor Jake Wheeler.

Y así pasamos toda la tarde en su casa, tomando gaseosas, viendo películas y tomando esas clases que según él, eran primordiales para mí, porque no era posible que no sabía ni siquiera guiñar el ojo, o levantar una ceja, en cambio él podía levantar ambas,y hasta hacer la ola con ellas; y no se imaginan la decepción que le di a todas las mujeres del mundo al ver que un chico caminaba mejor que yo… es decir, no sirvo como mujer elegante o coqueta.

***

Luego de pasar el rato con Jake vuelvo a mi casa.

Son aproximadamente las 05:30 pm, entonces decidí que me pondría a ver una maratón de películas.

Pero no hay pelis sin palomitas, así que salgo de mi habitación rumbo a la cocina; una vez allí, saco un paquete de palomitas de uno de los cajones, y lo meto en el microondas, mientras espero comienzo a escuchar unos paso detrás de mí, y al girarme me doy cuenta de que es...

Thomas Cooper, mi padre, un hombre de 32 años de edad, muy maduro con su barba bien perfilada alrededor de su rostro en forma de candado, su cuerpo bien formado también lo ayuda a verse más grande y fuerte de lo que parece – si no fuera su hija, le pediría muy descaradamente que sea mi sugar daddy– él es un padre muy atento, sobreprotector y el pilar que mantiene a esta familia unida, él es muy fuerte tanto física como mentalmente siempre se ha encargado de que nunca nos falte nada y eso incluye su presencia, aunque su trabajo en la oficina sea asfixiante y agobiante, él siempre ha estado ahí para nosotros, nuestra relación siempre ha sido algo complicada, o bueno, desde que cumplí los 15 se ha vuelto más complicada de lo normal, porque si, me quiere y me ama mucho, de eso no me quedan dudas, pero, me trata como si aún fuese una niña, no me deja salir, sin el permiso de mi mamá, y si mi mamá me lo da, luego él me dice que no; no me deja tener novio, es por eso que Masón y yo estamos a escondidas, porque si mi papá se entera, lo manda a cazar como un ciervo en temporada de caza. Y es por eso que me complico mucho con él, y discutimos mucho, pero aunque hayan muchas discusiones, no puedo negar que siempre me ha tratado y por lo que se ve, siempre me tratara como a su niña, siempre será mi padre y no puedo cambiarlo… y no me quejo gracias a él soy quien soy hoy en día, él me enseñó muchos valores, y de él aprendí a tenerme confianza en mí misma, a saber cuáles son mis límites e incluso a romperlos; y a ser valiente antes las dificultades de la vida.

Entra en la cocina envuelto en su aura de seguridad y confianza que siempre emana de él.

– Hola Macky– me dice mientras estampa un beso sonoro en mi frente y luego comienza a servirse una taza de café– ¿Qué haces?

– Veré algunas películas, pero antes estoy preparándome una palomitas.

– Ah! Que bien y... ¿Que verás? – pregunta mientras toma un sorbo de su café.

Me pongo a pensar un poco...

– Creo que veré algunas pelis de terror– después de haber dicho eso, él frunce el ceño y me mira sorprendido.

– Pero si a ti siempre te han aterrizado ese tipo de películas, recuerdo que cuando tenías 12 vimos una de Chucky, y durante una semana sin entrar al baño, porque pensabas que ese muñeco iba a entrar a arrojarte una secadora de cabello mientras te bañabas en la bañera.

Por inercia mis mejillas se sonrojan recordando ese momento y para esconder mi vergüenza.

– Ya no soy una niña papá- le dije aburrida del mismo trato de siempre, y ruedo los ojos ante el comentario, y noté que su semblante se sensibilizó un poco, y sé que él aunque parezca ser muy duro, tiene sentimientos muy a flor de piel, así que intenté arreglar mi comentario, actuando tan yo – pero, yo quiero superarme a mí misma – digo con mi tono de voz muy al estilo de como cuando Thor decía "Soy El Dios Del Trueno" mientras levantaba mi puño al aire– y eso incluye superar mis miedos.

Si tu lo dices– no evito reírse un poco, pero responde algo incrédulo, – ¡Oye! ¿Y porque no le dices a Ethan que te acompañe a verlas? Ha pasado todo el día encerrado en su habitación con la música a todo volumen.

– Pero es que Ethan es... – no encuentro una palabra que describa lo irritante que es hacer algo con él– es tan Ethan– dije con drama en mi voz.

Papá levanta una ceja y me lanza una mirada, de esas que usan los papás, y dicen más de mil palabras, entonces, dijo:

–Ve- refuta mientras señala en dirección a las escaleras- ve y pasa tiempo con tu hermano.

No me quedó de otra, así que de mala gana subí en dirección a su habitación, toqué la puerta, unas cuantas veces, pero como tenía la música muy fuerte, le llamé, y nada, así que abrí la puerta…

Mala idea.

Cicatrices (El Inicio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora