•| ·Memorias°

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Willy vivía la vida de ensueño, tenía un lujoso departamento en el centro de la ciudad, con unas increíbles vistas, en el piso más alto de un rascacielos, ·de los más grandes del lugar·, era un jefe, no un empleado, especial a la mayoría de los habitantes, y lo que ganaba de sus labores era una gran suma de dinero, trabajaba ahí desde los 20, se ganó su puesto y ahora era parte de una gran línea de revistas, de la más famosa en realidad.

Consecutivamente, ·y no solo por sus ingresos·, las cantidad de personas que querían conquistar a ese joven albino era increíble, tomando en cuenta que su rostro era casi tallado por los mismos dioses griegos y que tenía un escultural cuerpo envidiable, era más que que perseguido por gente que quería una relación amorosa con él. Hubo un gran revuelto cuando la noticia de que el albino se había declarado bisexual se extendió públicamente, ·y aunque el nombrado pensó que lo iban a juzgar· las solicitudes no hicieron más que duplicarse en número, era de los solteros más codiciados en la alta sociedad.

Mala suerte para sus admiradores cuando se enteraron que el peliblanco ya tenía pareja, ·y que pareja· un guapo pelinegro de unos raros ojos morados era el afortunado, igual de conocido por ser la cara del noticiero más visto, se habían conocido por un reportaje a la empresa que dirigía Willy, y desde un principio hicieron click

¿Qué más podía pedir?

No tenía amigos o familia, esas dos vitalidades de lo que alguna vez fué su vida las dejo justamente ahí, en el pasado, ahora era un hombre de negocios y lo último a lo que tenía tiempo era para distracciones ¿Verdad?

-¿Enserio querías viajar por todo el mundo?-El pelinegro frunció el ceño, todavía no convencido de lo que su pareja le había contado

-Si, pero olvídalo, eran cosas de adolescente con hormonas-hizo un ademán quitándole importancia y devolviendo la atención a su cena

-No es eso lo que me sorprende-contestó el ojivioleta para que el albino le regresará atención -Es que tú tienes más cara de ser un sedentario

-Claro que soy un sedentario, pero en ese momento estaba un poco indeciso de lo que quería hacer con mi vida

-¿Ahh si? ¿Por qué lo dices? -el contrario parecía sumamente interesado en el tema, a Willy le pareció tierno y aunque no se lo dijera, le encantaba contarle cosas

-Era muy ingenuo-habló antes de llevarse otro bocado de ensalada a su boca

Vegetta lo miro confundido

-¿Y eso que tiene que ver?-su comida había pasado a segundo plano, de verdad le había dado curiosidad lo que decía el albino

-Sam, no tienes que saber todo sobre mi

-Pero quiero saberlo -el ojiverde soltó una risa baja -Anda Guille, cuéntame más -·aun en su asiento· junto sus manos en forma de suplica, he hizo un puchero con sus labios mientras ponía ojitos de cachorro

Hermoso -pensó Willy al ver la escena y una sonrisa se dibujo en su boca, ese chico lo traía enamorado

El de ojos rasgados se paró de su silla y se acercó al reportero para darle un beso, no se podía resistir a no hacerlo cuando su novio era una dulzura, y el pelinegro no se negó, se podría haber quedado así toda la vida

Con 5 años de una relación hermosa estos dos tenían un pequeño problema. Unos meses antes el menor le propuso al ojivioleta mudarse con el, y aunque el contrario acepto con gusto no se había dado el tiempo de mover sus cosas al departamento del albino, ya que viajaba mucho para hacer reportajes y el tema pasó al olvido

||~NÁUFRAGO~|| [-WILLGAN-]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora