•|0 ·Helado°

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[∆] Narra Auron

-¿En cuanto llegan?- le pregunté a mi marido sobre la llegada del par.

Luzu le echó un vistazo a su reloj -Mmm, no han de tardar, tal vez unos diez minutos.- me contestó volviendo a tomar el peine y a desenredar su cabello largo.

-Creí que llegarían antes- me quejé.

-Yo igual, pero es que son igual de impuntuales que Rabis.

-De ese oso ni me hables, hace rato que no me manda ni un mensaje- hablé enojado.

-Ni a mi, pero dice Far que está bien.

-¿Te contó? ¿Cuándo?

-Ayer, después de organizar todo para la acampada.

-¿Y tú desde cuándo organizas las cosas son Fargan?

-Desde siempre, solo que no te enteras- Luzu se seguía cepillando su lindo cabello café -Por cierto, pide permiso en el laboratorio.

-¿Para faltar?- tomé mi peine y me acomodé el fleco.

-Si, iremos tres días- hasta paré de peinarme por lo que dijo.

-¿Tres días? ¿No es mucho?

Luzu me miró un momento con su mirada de "Ay por favor ¿Qué mierdas dices?" Y luego se agachó por lo que había tirado, se me acercó y empezó a acomodarme el cabello.

-La nena aún no conoce a todos sus tíos- me empezó a contar -¿Y que no podemos verlos? Los extraño tanto tanto- me hizo un puchero en sus labios.

Joder Raúl, ¿Cómo te conseguiste un marido tan lindo?

-Esta bien cariño, lo que tú quieras.

Lo tomé de las mejillas y le estampé un beso, uno que no tardó nada en corresponder, lo tome de su cintura y lo acerqué a mi, nuestros labios danzaban tan bien juntos.

Ding Dong

-Ash, maldito timbre- me quejé, separándome de el sin querer.

Caminé hasta la entrada y abrí la puerta.

-¡Rápido Auron!- Alexby ni siquiera me saludó y se pasó rápido a mi casa.

-Yo también te extrañé enano- le hablé con ironía pues no me había dicho ni un hola.

-Lo siento Raúl, es que está emocionado de ver a Amelia- Staxx se quitó el saco y vió como su pareja salía corriendo al cuarto de la nena -Que gusto verte de nuevo.- se acercó y me abrazó.

-Lo mismo digo Frank.- terminamos de saludarlos y colgué sus abrigos en el perchero.-Vamos al comedor, la comida está lista desde hace dos horas y estoy que me muero de hambre.

El ojiverde soltó una risa. -De acuerdo, y gracias por invitarnos.

-Gracias a ustedes por hacer un espacio en su apretada agenda de trabajo- sonreí encaminando al invitado a la mesa.

Llegamos al lugar y nos sentamos a esperar a nuestras parejas para cenar, mientras platicamos un rato sobre nuestros trabajos y anécdotas.

-Y entonces me volteo a ver- estaba contando Paco -Se dió cuenta que era un oficial- carcajeo -Y se golpeó con un cartel cuando salió corriendo- siguió hablando entre risas.

Me reí -No jodas, ¿Y qué pasó?

-Lo arresté, llamé por ayuda y el dueño de la tienda me regaló paletas de hielo para todo un mes.

-Ostia tío- le miré envidioso -Que suerte tienes.

-Y que lo digas, por ésta suerte es que no morí el día del atraco.

||~NÁUFRAGO~|| [-WILLGAN-]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora