Capítulo 12

661 42 20
                                    

Pasó la última clase de la maestra Hange, hiciste el trabajo en pareja con Armin como siempre y te ofreció llevarte hasta tu casa. Al parecer por lo que veías lo haría los días siguientes días.

Se encaminaron hasta el estacionamiento de la escuela hasta donde estaba el coche de Armin.

"Abrió la puerta del coche para yo subirme, que caballeroso"

_: Nos vamos?
A: Claro.

Armin se quedó en silencio sentado con sus manos sobre sus piernas sonriendo como bobo, sin reacción alguna. Te confundió el porque actuaba así, es tan tonto pero se ve tierno...

_: ¿Pasa algo?
A: Nop- volteó a verte con esa misma sonrisa
_: Entonces, porque no prendes el coche?
A: Es que...- agachó su cabeza de forma seria
_: Es que...?
A: Quiero besarte
_: Tonto... porque tanto drama?
A: Me gusta el drama
_: ¿Que esperas para besarme?- sonreíste

Armin sin dudarlo te tomó la mejilla y te besó inmediatamente. Abrió su boca para unirse con la tuya, esa sensación de ambos sintiendo los labios del otro y el deseo que había entre los dos te causaban miles de mariposas en el estómago y en una zona mas baja del mismo.

Lo tomaste de la muñeca mientras recorriste su brazo de principio a fin para encontrarse con su mandíbula tan tonificada y perfecta. El beso se intensificó y tomaste los cabellos traseros de Armin jugando con ellos y jalándolos un poco, supiste que le gustó gracias a los bajos jadeos que hacía al mismo tiempo que introdujo su lengua.

Era claro que la situación estaba subiendo de nivel cuando sentiste que una de sus manos tocó uno de tus pechos, masajeándolos, apretándolos y estrujándolos con sus inmensas manos. No lo dudó más y de tus pechos bajo hacia tu intimidad, primero apretando sus dedos por arriba de la ropa.

"Dios mio se siente tan bien y ni siquiera me ha tocado del todo... ¿Acaso estoy nerviosa? No puedo creer como me pone este niño"

Te gustaba el suave tacto y tus gemidos comenzaban a salir de tu boca, se sentía bien pero querías sentir aún más por lo que provocaste al rubio también, al igual que el frotabas su mano por su saliente erección que se había formado debajo de sus pantalones y apretabas de vez en cuando.

Eso calentó a Armin aún mas y por fin metió su mano dentro de tu ropa interior, sentiste como rozaba los dedos de arriba a abajo solamente provocándote, tus gemidos se intensificaron, no podías evitar no apretar las piernas ante su tacto, era tan delicado y suave que te hacían sentir escalofríos por toda tu espalda.

_: Méteme los dedos- suplicaste
A: ¿Eso quieres nena?

Me voy a volver loca si me vuelve a llamar así.

_: Por favor- ya estabas desesperada
A: No
_: Armin...
A: Súbete en mi

Obedeciste y te acomodaste para subirte en su regazo, abriste tus piernas y bajabas lentamente para colocar tu pelvis arriba de su erección. Sentiste aquel bulto tan grande que comenzaste a mover tus caderas para frotarte en el.

En cuánto lo hiciste Armin gimió ante tus movimientos y te tomo por las caderas.

A: Así es nena hazlo así.

Volviste a besarlo mientras te movías, tomabas su rostro con ambas manos mientras los gemidos de ambos se mezclaban entre los ruidos del beso que cada vez se tornaba mas descarado.

No podías negar lo bien que se sentía solo frotar sus intimidades, a pesar de disfrutarlo querías sentir más. Querías sentir sus dedos o su pito, no importa lo que fuera lo querías dentro de ti y eso te empezaba a desesperar cada vez más.

ᴅᴏᴘᴀᴍɪɴᴀ| Armin ArlertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora