La primera semana había sido relativamente normal, sin dejar de ser aburrida. Aunque las tareas comenzaban a llover poco a poco.
Cualquiera, como lo serian mucho de los estudiantes de aquel instituto privado, creían que por venir de una familia adinerada no necesitaban esforzarse tanto en las clases para poder pasar de año.
Aunque no era el caso de los mellizos, quienes siempre tuvieron a sus padres, sobre todo su progenitora, sobre ellos para ser los mejores.
En la actualidad no era necesario hacerlo, los hermanos Park eran naturalmente competitivos, deseaban siempre ser los numero uno.
Después de una larga travesía en la primaria en donde Jimin participo en distintas olimpiadas de matemáticas o letras, sin mencionar los deportes. Mientras Taehyung se destacaba en poesía, pintura y un tiempo en natación. No importaba que fuera, ellos siempre eran el primer lugar.
La secundaria no sería diferente, más al tener tantas opciones en aquel instituto de elite.
Esa fue la razón por la cual Jimin se propusiera desde el verano a correr por las mañanas los días de semana, además de sus ejercicios de voz, cantando a todas horas o simplemente bailando.
Mientras Taehyung tomaba los dos instrumentos que mejor dominaba, guitarra y piano. Practicando por largas horas letras musicales o con sus pinceles moviéndose sobre el lienzo toda una tarde.
Pero el tener diferentes intereses no quitaba el hecho de que se apoyaran mutuamente, manteniéndose juntos en todo momento y mostrándose orgulloso del otro.
En la primera semana los mellizos habían podido conocer la mayoría de los clubes que el instituto ofrecía, quedando fascinados con la enorme variedad que esta poseía. Pero ellos sabían perfectamente lo que deseaban.
Para el viernes, teniendo hora libre, los mellizos se dirigían al salón de música, en donde Taehyung daría su presentación para ingresar al club de música.
Entrando al aula, Jimin tomo asiento para deleitarse con lo que haría su mellizo. Quien mirando con emoción todos los instrumentos, se sentó frente al piano. Sus dedos comenzaron a moverse sin temblar, teniendo la mirada del profesor sobre él.
Las suaves notas de Up, Up & Away llenaban el aula, haciendo sonreír a Jimin, quien amaba demasiado aquella canción.
Al terminar se levantó, sin esperar palabras del profesor tomó la guitarra, sentándose frente a las dos personas presentes, aunque su mirada estaba sobre Jimin, quien le sonrió y animo desde su asiento.
Home de Edith Whiskers. Una suave tonada al igual que la primera, tal vez arriesgado para una primera presentación, pero su melodía era hermosa. Vio como Jimin empezó a cantar, haciendo que el profesor se volteara, notando como sus miradas estaban sobre el otro. Hasta llegando a sentirse un tercero entre la hermosa burbuja que los mellizos estaban formando.
Era inevitable no sonreír al verlos, bueno, después de todo era un apasionado de la música, sabia lo romántica que podía volverse una ocasión con una simple canción.
Cuando la presentación terminó ambos fueron felicitados, estando ya de salida al saber que Taehyung ya formaba parte del club se detuvieron al escuchar nuevamente la voz del profesor.
—Por cierto, hacen una adorable pareja. —Un sonrojo se formó en el rostro de ambos, pero no negaron las palabras del hombre, simplemente sonrieron.
Estando fuera del aula, Jimin entrelazó sus manos, balanceándolas. Sin detener su caminar miro a Taehyung. —Fue increíble, TaeTae. Aunque no me sorprende, eres el mejor.