🌈Hermano Celoso🌈

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Cuando deseaban, los mellizos podían ingeniar planes morbosos con solo darse una rápida mirada. Como aquel momento en donde sonó el timbre que indicaba la hora del receso.

Todos los estudiantes se levantaron de sus asientos para así poder dirigirse a la cafetería, o cualquier otro lugar de descanso. Aunque ese no fue el caso de los Park.

Ninguno de sus compañeros le tomo importancia al hecho de que estos demoraran en recoger sus cosas del pupitre o que prácticamente esperaban impacientes a que el aula se vaciara.

Jimin camino hasta la puerta para asegurarse de que nadie regresara, viendo como los salones cercanos se vaciaban cerro con seguro, al voltearse se encontró con Taehyung apoyando su peso en uno de los pupitres, sus brazos estaban cruzados, haciendo que las mangas se alzaran.

El mellizo más grande comenzaba a crecer, tomando altura y contextura, otra cosa para agregar a la lista de cosas que cautivaban a Park Jimin.

—¿Listo?

Jimin miro por la pequeña ventana de la puerta. —Si, todos están yendo a la cafet... —Dejo de hablar y sonrió al sentir los labios de Taehyung sobre los suyos, sintiendo las manos de este atrapar su cintura para abrazarlo.

—Te extrañe mucho. —Taehyung profundizo el beso, fue poco a poco guiando el cuerpo de Jimin a uno de los pupitres del fondo hasta sentarlo sobre este, haciéndose espacio entre sus piernas.

—Pero me siento delante de ti, Tae.

—Lo siento, amor. Hablaba con tus hermosos labios. —El mayor se alejó apenas unos centímetros, mirando con deleite los gruesos y apetitosos labios de Jimin —. Tantas horas sin sentirlos, es una horrible tortura.

El encuentro de sus bocas parecía nunca acabar, el chasquido y sus respiraciones aceleradas por la falta de aire era lo único que se oía en aquella aula.

Tanto sus bocas como sus cuerpos deseaban más contacto, tal vez fundirse en el otro no sería lo suficiente para que el cosquilleo en el interior de sus pechos que emocionaba cada bello de sus cuerpos se disipara.

En realidad, necesitarían más vidas para poder estar saciados del contacto contrario.

Jimin movía sus manos por toda la cabellera de Taehyung, suspirando por el calor que este emanaba de su cuerpo. La piel de mayor se sentía cada vez más caliente o tal vez Jimin era quien estaba a nada de incendiarse por todo lo que su cuerpo sentía en aquellos momentos.

Taehyung extendía sus manos por el pupitre, recargándose sobre Jimin, sintiendo su entrepierna palpitar con fuerza. Eran unos simples besos, pero comenzaba a ponerse tan duro que deseaba restregarse contra el bonito castaño que devoraba su boca.

—¿Segura que aquí la dejaste? —Se escucharon unas voces cercanas y otros murmullos pocos entendibles. Luego el sonido de alguien tratando de abrir la puerta —. Está cerrada.

Jimin miro hacia la puerta con preocupación. —Tranquilo, amor. Tiene el seguro, en un rato se irán.

—Buscare al conserje para que la abra.

—Debemos irnos antes de que regresen, Tae.

Taehyung suspiro, alejándose un poco, pasando su mano con frustración por el cabello. —Maldición, ya no dejan a uno estar tranquilo en un salón a solas con su amorcito.

Jimin tapo su boca al soltar una fuerte risa. Bajándose del pupitre busco su mochila y la Taehyung. —No te enojes, igual debemos ir a comer.

El mayor fue el primero en asomarse, el pasillo estaba prácticamente desolado, apenas algunos estudiantes caminan, estando en su propio mundo. Tomo la mano de Jimin, saliendo del salón en dirección al comedor.

Entrelazados [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora