En la mañana del sábado, Taehyung se despertó con una erección matutina que se apretaba en sus pantalones de dormir. Olvidando por completo que se había dormido en la cama de Jimin se movió hacia delante, chocando con el suave trasero de este.
Abriendo sus ojos al tope vio la posición en que estaban, Jimin quien aún dormía, estaba despaldas a él. Con todo su trasero alzado chocando con su palpitante erección.
—Mierda, porque me tiene que pasar esto a mí.
Las cosas empezarían a cambiar tanto.
Con cuidado de no despertarlo quito su brazo debajo de la almohada de Jimin, estando a punto de levantarse vio como el menor se volteó aún dormido, abrazándose a su pecho y pegando su pelvis a la suya.
Taehyung cerro sus ojos, respirando profundo y tratando de no hacer ruido alguno.
—Tranquilo —se dijo así mismo por lo bajo —. Solo debes levantarte e ir al baño.
Como pudo se soltó del agarre y dejó una almohada siendo tomada de inmediato por el menor.
Estando en el baño se sentó sobre la taza, bajando sus pantalones para sacar la erección algo roja y goteante en la punta. Con su propio liquido mojó la rosada punta, apretando los labios entre sus dientes para no hacer ningún ruido. Masajeo de arriba hacia abajo, teniendo algo de alivio por su propio toque.
Sin ni siquiera desearlo la imagen de Jimin con su esponjoso trasero en popa frente a su pelvis lo excito más, aumentando el movimiento de su mano. Apretando los ojos con fuerza reacciono a lo que estaba haciendo.
¿Se masturbaba con la imagen del trasero de su mellizo? Eso estaba mal, ¿cierto? Pero mierda, eso solo lo excitaba más. Tratando de pensar en otra cosa una suave voz llego a sus oídos.
—¿TaeTae? —la voz aun adormilada de Jimin se escuchaba a lo lejos.
—Estoy...aquí
—¿Estás bien? —Un bostezo se oyó tras la puerta. Taehyung podía imaginarse a Jimin recién levantando con su cabello hecho un nido de pájaros, teniendo su boquita en piquito mientras frotaba sus ojos.
—¡Si! Es solo que desperté con algo de dolor en el estómago. —Mintió.
—¡Oh! Tal vez la cena de ayer te cayó mal. Iré a prepararte un té.
—Gra-gracias.
Lo peor del caso es que la suave voz y la imagen mental de Jimin tras la puerta solo le pareció jodidamente tierna, sin detener el movimiento de su mano se liberó soltando un fuerte gemido, manchando con su esencia los pantalones y la pared del baño.
—Fue la mejor corrida de mi vida —suspiro, tumbándose en el asiento. Pensando en cómo es que pudo llegar de tal forma pensando en su lindo Minnie.
Salió del baño, notando que Jimin ya no estaba. Cambio sus pantalones y bajó hasta la cocina.
Siendo sábado sus padres estarían libres y aún seguirían durmiendo.
Al llegar visualizo a Jimin con unos pantalones anchos negro y un suéter lila igual de grande, haciéndolo ver más pequeño de lo que era.
—Ya está listo, espero te sientas mejor. —Le dio a Taehyung una taza con el líquido tibio, acercándose a este para besar su mejilla, regalándole una linda sonrisa.
Taehyung se sentía mal, muy mal por haberse corrido de esa forma. Pero mierda, no podía alejar de su mente y corazón todas las lindas imágenes que llegaban de su hermano.
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