-¿Quién eres? -Guillermo comenzó a mirar a los lados extrañado. Levantó ambos brazos realizando una pose defensiva- Esto... Lo que acabo de ver, lo has hecho tú, ¿me equivoco?
La voz rio, era grave, a la vez que dulce, difícil discernir si se trataba de hombre o mujer, variaba con cada frase que emitía. Guillermo se rodeó con la barrera de Comodidad Entumecida, su poder. Al pertenecer a la categoría de Observador podía transmutarlo al de un Invocador.
-Sí teniente, todo esto es cosa mía, pero también es cosa suya -la figura misteriosa se mantenía estática entre la niebla. Era grande, demasiado grande para tratarse de la silueta de un simple humano- Usted es el que se ha encargado de romper los acuerdos entre casas al tratar de sacar información privilegiada de Samin Variet y eso, es imperdonable.
-Le he preguntado quién es y debe responder quién es, si me viene aquí a hablar de lo legal o ilegal entonces debería saber que por obligación debe responder la pregunta de una figura de autoridad -la barrera estaba completa, era densa, capaz de parar proyectiles de alta precisión e incluso explosiones- Si quieres que me retracte de algo antes desvela tu identidad villano.
-No, me gusta que mi identidad... Sea un secreto... Es más divertido -la persona misteriosa comenzó a reír.
-Hmmm... -Guillermo sacó su códice, la situación en la que estaba le obligaba a pedir ayuda, pero para su sorpresa no tenía ningún tipo de señal- ¿¡Qué?!
-Su códice, ¿me equivoco?
La persona dio un paso revelando una de sus piernas, estaba envuelta en una especie de armadura de un color negro intenso, con pequeños detalles escarlatas.
-Teniente Utagawa, me temó que no entiende su situación... Está encerrado...
La niebla alrededor de la silueta comenzó a desaparecer, portaba una coraza con la misma paleta de colores que las de la pierna, en el pecho tenía una especie de símbolo, una ilustración de una calavera forjada sobre el metal con varios tachones blancos paralelos.
-... Condenado. Su participación en esta historia acaba aquí.
Y entonces el rostro de la figura fue revelado, era una calavera con ojos color escarlata.
-La... ¡La calavera! -Guillermo quedó paralizado, era la misma descripción que Alfin les hizo sobre aquel misterioso ser que le atacó- El chico no alucinó... Era cierto que existía un ser así.
-Veo que Alfin le ha hablado de mí, o bueno, más bien usted le obligó a que le hablara de mí... -la Calavera se puso frente a la barrera y agachó su cabeza para cruzar miradas con Guillermo- ¿Esto es todo lo que hará?
-Hmmm... -Guillermo hizo una mueca de risa- Esta barrera es inexpugnable, la única forma de que alguien la pueda sobrepasar es que yo la desactive. Me temo que estamos en tablas.
-Ya veo, interesante -el monstruo se mantuvo estático. Dio un fuerte puñetazo a la barrera y no pasó nada, volvió a recomponerse a su antigua pose.
-¿Ves?, inútil, me temo que esto es una carrera de resistencia -Guillermo rio, aunque sabía que dependía de su hambre y sed, no sabía si esa bestia comía- ¿Qué eres? -Guillermo tenía miedo, pero su curiosidad le carcomía, estaba delante de un ser típico del folclore, algo sobrenatural.
La Calavera no respondió, se mantuvo callada frente a Guillermo.
-Ya veo, no vas a responder a ninguna de mis preguntas... -Guillermo miró desafiante- Pues seguiré haciéndote hasta que me canse o hasta que quites toda esta niebla que nos rodea... Samin Variet y Doffen Aurelion, ¿son tus subordinados? ¿los has manipulado como si fueran tus maniquís?
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Two Suns in a Sunset
Fantasy¿𝕻𝖔𝖉𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖊𝖛𝖎𝖙𝖆𝖗 𝖆 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊? En una sociedad en la que todo el mundo tiene poderes, Alfin es un plebeyo que consigue estudiar en la Academia Alma Plateada. El joven está enfermamente enamorado de su compañera de salón: Samin V...