Kore McClair ingresa a "Nunca mas" luego de un accidente, trayendo consigo una primavera cautivadora que llama la atención de un monstruo oculto disfrazado de chico Barista.
Aveces la historia tiende a repetirse, quizás los mitos fueron escritos por...
El recordaba aquel momento como si hubiese sido ayer, repitiendo el recuerdo en su mente una y otra vez.
Y entonces, Tyler ya no pudo olvidarla, ni mucho menos dejar de verla.
Kore McClair había bajado de una limusina negra y reluciente, delante de ella sus padres, vestidos elegantemente. Tyler recordaba haber visto a la señora McClair en algunas películas.
Ella caminaba a un lado de ellos con una expresión distraída en su bello rostro de muñeca. Entró al Whatearve; con sus rizos dorados revoloteando a sus espaldas.
Los adultos tomaron asiento en una mesa a un lado de la ventana, ella los siguió, mirando de reojo, parecía tímida, avergonzada e insoportablemente incómoda. Curiosamente se veía hermosa sin querer serlo.
__Kore, lee el menú para que el mesero tome la orden__ habló la mujer en un tono firme pero calmado; ella obedeció, colocando sus manos en su regazo cubierto por una falda negra y sweatter blanco.
Sin despegar la mirada de ella los atendió, su sonrisa y personalidad de chico de al lado encantó a los clientes mayores, ella por otro lado se limitaba a ver hacia abajo, aunque en un momento, sus ojos ocultos tras unos lentes de borde dorado, se encontraron con los verdes de Tyler.
Rosa? Sus ojos eran color rosa. El estaba extrañado pero su curiosidad y atracción física por ella sólo parecía aumentar. Sintió que algo se agitaba dentro de el, aún no estaba seguro de lo que era, dudaba que algún día entienda lo que le ocurría. Casi siempre las emociones que sentía por dentro eran de desesperación, ira incontrolable y un deseo monstruoso de abrir cuerpos calientes en pedazos, clavar sus dientes en la carne y alimentarse; pero esto, esto era diferente, la bestia dentro de el se encontraba en calma, casi tan estúpido por ella como estaba el.
Arañaba suavemente su interior, susurrando en su cerebro, mezclándose con sus propios pensamientos.
Más tarde ese día, luego de aquel encuentro de miradas furtivas en la cafetería, Tyler se enteró que ella no se mudaba a Jerico con sus padres, ella se mudaba sola y a "Nunca Más".
Sintió un pinchazo de curiosidad, ella se veía como un normie, pero ¿Qué habilidad tendría? Sería algo común como un hombre lobo?, o quizás una psíquica. ¿Podría ser un monstruo como el?
Tyler aún no sabía lo que era, se despertaba desnudo en el bosque y cubierto de sangre, sin recordar que fue lo que pasó. Sólo sabía que era peligroso y que debía forzarse a mantener sus emociones bajo control porque accidentalmente había asesinado tres personas en el bosque.
Aún así, sabiendo lo que debía hacer para controlarse, Tyler no podía, no con ella. Ella había llamado la atención y agitado a la bestia mas que nada y nadie en el mundo, deseaba tanto estar cerca de ella nuevamente que dolía.
¿Podría el mantenerse en control? ¿O mataría a su alma gemela en el proceso?
Kore, su nombre le recordaba a un viejo mito griego que su madre le leyó cuando era niño. Una historia entre un amor en dos opuestos, la amable y pacífica primavera y el frío y violento inframundo.
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Bienvenid@ a "Kore", espero el prólogohaya sido de tu agrado. Como habrás notado, hay etiquetasquedebes tener en cuenta antes de leer la historia por si algunas no son de tu agrado.
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