Lugares

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Corriendo por las montañas de su cara,

llegué a la curva de su sonrisa.


Ahí me detuve y admiré sus paisajes.


Calentándome en los días de invierno

con el brillo de sus ojos,

abrazándome con las frazadas de sus párpados.


Atrapada en las noches de insomnio

bajo el techo de su boca,

arropándome con sus cálidos labios.


Sintiendo la brisa de su respiración

que me refresca las ganas,

de seguir acurrucada.


Ojalá nunca me vaya....

Lugares en tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora