DEADLINE ON LOVE ✧ SUNGJAKE

14.

— ¿Por qué no podemos simplemente pasar el rato en frente de la casa? No es como si tus padres estuvieran allí, no van a ver nada. — se quejó Jay mientras se recostaba en la arena.

Jake le había explicado que no quería ir a la playa de los surfistas, ya que ni él ni Sunghoon eran realmente aceptados allí, y no quería que sus padres descubrieran su relación con Sunghoon. Jay se había estado quejando de eso toda la mañana. Entonces Jake lo había conducido a lo largo de la playa, cada vez más lejos de la fila de casas, donde se habían encontrado con Sunghoon.

La noche anterior su novio y él se habían planteado por un momento llevar a Jay a su playa de herradura, pero Jake había desechado rápidamente esa idea, deseando mantener el lugar sólo entre ellos. Sunghoon había parecido muy aliviado, pero le había calentado el corazón que lo hubiera permitido si eso hubiese sido lo que Jake quería.

— Porque nunca se sabe cuándo van a aparecer. — explicó pacientemente a su amigo, cerrando los ojos a la luz del sol caliente y deseando haber traído sus gafas.

— ¿Y qué si lo hacen? Sólo seremos tres chicos pasando el rato. No hay nada malo en eso.

Jake suspiró, sentándose y mirando a una pequeña colección de piedras que había recogido. — Bueno, ellos no aprueban exactamente que sea amigo de Sunghoon.

— Me puedo imaginar porqué. — murmuró Jay en voz baja.

— ¿Qué se supone que significa eso? — Jake se volvió hacia su amigo.

— Míralo. — Jay señaló hacia donde Sunghoon se refrescaba en el mar, las gotas de agua corriendo por su torso desnudo. El corazón de Jake dio un vuelco ante la visión. Parecía bastante perfecto para él. — Quiero decir que parece que está a punto de comenzar una pelea en cualquier momento. Incluso yo puedo ver que es peligroso.

— No juzgues un libro por su portada, Jay. — advirtió Jake, molesto con su amigo. ¿Por qué todo el mundo siempre trataba de desmerecer a Sunghoon? No era justo.

— Jae, puedo ver sus moretones. El chico, obviamente, no tiene miedo de lanzar un puñetazo.

— Sí, y se metió en una pelea para defenderme. — espetó, lanzándole a Jay una mirada ligeramente matadora.

— ¿Qué? ¿Por qué diablos ibas a necesitar defensa? — preguntó Jay, sus ojos abandonando a Sunghoon por un momento. Era como si estuviera tratando de descifrarlo.

Jake suspiró; no había querido hablar de esto... nunca más. — ¿Te acuerdas del amigo de Yoon, Asahi? — Jay asintió. — Bueno, tuve que salir con él y sus amigos al comienzo del verano. Mi madre me arregló una "cita para jugar" como si tuviera cinco años. Como sea, Asahi trató de emparejarme con una chica, pero no me interesaba. Cuando se lo dije, se puso furioso y me empujó. Sunghoon intervino, me dio la oportunidad de salir de allí. Deberías haberlo visto después, Jay; realmente lo machacaron. No es que él se quedó atrás, Asahi consiguió un increíble ojo morado y varios moretones.

Se rió con el recuerdo y miró con cariño a Sunghoon mientras salía del agua y caminaba hacia ellos sacudiéndose como un perro.

— Él apenas me conocía y aún así me defendió. Así que no lo critiques por pelear, ha tenido una vida muy dura.

Jay no tuvo la oportunidad de responder cuando Sunghoon se acercó, sentándose detrás de Jake y tirando de él hacia atrás contra su cuerpo.

— Ah, Hoonie. Estás todo mojado. — se medió quejó Jake, pero se rió cuando Sunghoon frotó su cabello empapado contra su cuello.