Too Close Rosalie Hale

Capitulo 26

"Todo va a salir bien", consoló Lex a una angustiada Rosalie. Estaban sentados en la cama de su cabaña para tener unos segundos de paz en medio de todo el caos. Resultó que la manada no era la mayor amenaza para el aquelarre. 

"¿Cómo lo sabes?" preguntó Rosalie. Tenía el ceño fruncido y las cejas enarcadas por la preocupación. "Los Volturi nos persiguen, persiguen a nuestra familia. No sabes cómo son. Nos matarán a todos sin pensárselo dos veces. ¿No lo entiendes? 

"Ro, los he conocido", respondió Lex. "Entiendo quiénes son y lo que hacen, pero no hemos hecho nada malo. No pueden castigarnos por eso, va en contra de todo el sistema de orden que han creado, así que sí, estoy bastante segura de que todo va a salir bien." 

Rosalie no dijo nada. Buscó la mano de Lex y la apretó con fuerza, como si se estuviera anclando para no perderse en su miedo. 

"Y tenemos a tanta gente de nuestro lado", continuó Lex tranquilizadoramente. "Quieren ayudarnos. Vinieron de todo el mundo para ayudarnos". 

"Está bien", suspiró Rosalie asintiendo, aunque su preocupación no se había disipado del todo. Estaban en seria desventaja ahora que Alice y Jasper se habían largado. 

Rosalie estaba cabreada con ellos: toda su familia estaba en peligro y habían preferido huir en lugar de luchar. Nadie sabía a dónde habían ido o qué estaban haciendo, todo lo que sabían era que las cosas estaban muy mal si la única persona que podía ver el futuro no se quedaba cerca. 

Ella había pensado que las constantes amenazas y peligros desaparecerían una vez que Bella se hubiera convertido y Renesmee hubiera nacido, pero estaban peor que nunca. 

Después de que Bella despertara, las cosas habían ido bien durante una fracción de segundo. Y entonces Irina vio a Renesmee; no se había quedado el tiempo suficiente para ver que Nessie no era una niña inmortal. Renesmee crecía, su corazón latía y era cálida; todos esos rasgos que los vampiros no tenían, Nessie sí los tenía, pero a Irina no le importaba. Había visto a Nessie e inmediatamente se había marchado para avisar a los Volturi, y ahora Rosalie y toda su familia, el bebé que tanto había luchado por proteger, estaban en peligro. Quería hacer entrar en razón a Irina. 

Rosalie se sentía como si un problema se convirtiera en otro peor cada vez que creían tener las cosas claras. Estaba agotada. Sólo quería tener tiempo para ser feliz -para experimentar la vida real con Lex- sin preocuparse de que las personas que amaba estuvieran en peligro. 

Parecía que nunca terminaría. 

"Te amo", dijo Lex mientras le apartaba el pelo de la cara a Rosalie. 

"Yo también te amo", contestó Rosalie, abrazando a Lex. Momentos como estos eran lo único que la mantenía cuerda. 

Cuando se separaron, Lex se levantó y le tendió la mano como ofrenda a Rosalie. 

"Entonces, ¿volvemos afuera?" 

"Sí", asintió Rosalie. Si querían conseguir la ayuda que necesitaban, iba a tener que jugar limpio con la horda de vampiros que llenaba su salón. Cada día, más y más vampiros aparecían. 

Algunos de ellos eran impredecibles, sobre todo los nómadas, y las tensiones entre los metamorfos y el aquelarre estaban aumentando, una vez más. Lex estaba seguro de que Forks nunca había visto tantos vampiros a la vez, ni siquiera con el ejército de recién nacidos. Esta vez, sin embargo, estaban del mismo lado, un hecho que habría sido más reconfortante si todos hubieran estado de acuerdo con la dieta. 

Los que se alimentaban de humanos habían acordado cazar lejos de Forks, pero las manadas no estaban contentas con su presencia. Debido a que había muchos más vampiros, significaba que más y más lobos estaban cambiando. Se estaba convirtiendo en algo cotidiano, y a algunos de los Cullen les ponía un poco nerviosos lo que pudiera pasar en el futuro si los lobos decidían poner fin al tratado en el futuro, ya que en ese momento los superaban ampliamente en número.