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Let me show you the world in my eyes

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Las dos mujeres cuchichearon entre ellas y Hermione frunció el ceño, sin querer darles la satisfacción de su atención. Continuó hojeando la revista de diseños, sin fijarse realmente en ella hasta que Ginny rompió el silencio.

— ¿Hermione?

La aludida levantó la vista para darle una mirada lánguida. Ginny estaba sobre el probador con un bonito vestido formal color ciruela mientras Lavender hacía ajustes en la tela. Ambas la miraron expectantes, tratando —sin lograrlo— de ser sutiles al respecto.

— ¿Sí?

— Bueno, estábamos pensando —continuó la pelirroja—, realmente no has dicho mucho de tu noche después de la fiesta de la semana pasada...

Hermione frunció el ceño y Ginny hizo una pausa, mirando a Lavender en busca de apoyo.

— Desapareciste del lugar en compañía de un extraño que no nos presentaste y te niegas a contar nada más —objetó la rubia, poniendo las manos sobre sus caderas en una actitud que le recordaba demasiado los días en el colegio—. Es obvio que tendremos curiosidad.

— No pasó nada —mintió, y bajó la mirada hacia la revista porque sus amigos siempre habían dicho que ella era una pésima mentirosa. Esperaba que ninguna de ellas lo recordara.

Oyó a Ginny resoplar.

— Hermione, por favor, no nacimos ayer. —Su voz presuntuosa la hizo apretar la mandíbula—. No te hubieras ido sin avisar si no fuera por algo que valiera la pena.

— Eso es, así que cuéntanos.

Lavender llegó a sentarse a su lado, quitándole la revista de las manos.

Hermione hizo un nulo intento por recuperarla, pero fue franqueada por la pelirroja. Acorralada entre ambas, sintió que perdía terreno. Resopló derrotada.

— Está bien —masculló, de mala gana—. Hice un ...amigo en dicha fiesta. Me quedé bebiendo y charlando con él.

Las cejas de Ginny se elevaron ante la palabra "amigo".

— ¿Y luego?

— Nos movimos a su departamento para continuar conversando.

— ¡Ajá! ¡Lo sabía!

Hermione hizo una mueca ante lo ridículamente feliz que su amiga se veía.

— Y este amigo tuyo, ¿tiene nombre?

Esta vez fue Lavender quién preguntó, aparentemente contenta de que la investigación sobre su vida privada avanzara.

Hermione se retorció ante la expectativa. Masculló la palabra solitaria en un susurro apagado.

— Viktor.

— ¿Viktor? ¿Así, sin apellido?

Asintió con la cabeza ante las miradas extrañadas de las otras dos mujeres. Ginny estrechó los ojos hacia ella.

— ¿No te lo dijo o estás tratando de encubrirlo de nosotras?

— Realmente no lo sé —se defendió—. Solo intercambiamos nuestros nombres.

— Oh, misterioso.

Rodó los ojos ante las risillas. Ginny volvió al interrogatorio.

— Y supongo que solo hablaron en el departamento de Viktor, ¿no?

Una noche y algo más || Krumione ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora