One Night [enzoxjuli] [adp]

03

Una ronda de tragos después todos se encontraban animadamente charlando, aún no estaban ebrios pues el alcohol no había sido suficiente y nadie quería tener resaca al día siguiente.

- Enzito, tus piernas lucen muy marcadas- Julian elogió descaradamente las piernas del castaño.

-Gra-¿gracias?

Julian sonrió coquetamente bajando su mano para posicionarla en el muslo de Enzo, peligrosamente cerca de su entrepierna.

De repente, leo y rodrigo se fueron a la pista de baile, dejandolos solos.

Julian, al ver que Enzo tragó grueso empezó a frotar su mano, dándole caricias.

-¿Qué ha-haces?- preguntó nervioso.

-¿No te gusta?- Julian formó un puchero lleno de segundas intenciones y siguió, subiendo su mano esta vez posicionandola descaradamente sobre la entrepierna de Enzo.

-No s-soy gay- quiso sonar seguro.

-¿En serio?- dio un apretón, sintiendo como su miembro tomaba rigidez - lo lamento por confundir las cosas- dijo con falsa inocencia, sacando la mano y dejando a Enzo con una erección palpitando.

Enzo no dijo nada y actuó sin pensar, tomando la mano de Julian y volviendola a colocar donde antes estaba.

Julian sonrió victorioso y se percató de que nadie lo pudiera ver para bajar el cierre del rubio.

Comenzó a frotar sobre la tela del boxer, Enzo solo podía dar suspiros.

Entonces Julian sin importarle nada se puso de rodillas debajo de la mesa, sonriendole al castaño.

Tiro sus pantalones y liberó su miembro.

Julian no podía estar más maravillado de pensar que si todo salía bien ese pene estaría en su trasero en unas horas.

Comenzó acercando sus labios a este, repartiendo multiples besos

. Después sacó su lengua y lamió toda la extensión de el miembro del castaño, este ultimo solo podía inclinar hacia atras su cabeza.

Julian no lo dudó más y precipitadamente introdujo todo a su boca, lo más profundo que pudo.

Enzo gimió al sentir lo caliente que era la boca de Julian.

Y así fue como el castaño comenzó a chupar a su gusto el miembro del otro a su gusto, robándole uno que otro gemido.

Enzo dirigió su mano hacia la cabellera del castaño y comenzó a acariciarla.

Julian no se pudo sentir más gustoso.

Siguiendo con lo suyo sintió como el castaño comenzaba a mover sus caderas, embistiendo su boca y entonces sintió el liquido pre-seminal.

Julian comenzó a sacar y meter el pene del rubio con más constancia y con su mano acariciaba el glande del chico.

Enzo no iba a aguantar mucho más, entonces bajo su mirada Grave error.

La imagen caliente que vió solamente lo excitó más, pues el ver al castaño chupando su miembro como si se tratará de una paleta era una imagen mental que guardaría para pensarla en sus noches de auto-placer.

Entonces llegó al orgasmo, sintiendo como Julian tragaba completamente el semen que este había liberado.

Julian volvio a sentarse, satisfecho de su trabajo.

Enzo se subió el cierre y entonces volteó a ver al rubio, quien le mostraba una sonrisa. Que bonito sonríe pensó.

-¿Te gustó?- preguntó Julián como si nada.

¿Qué si le gustó? Le había encantado - Sí, me gustó- fue lo único que pudo admitir.

-Yo-

-Tranquilo, ¿quieres ir a las zonas donde hay cortinas?, así nadie te ve.

Enzo asintió y fue arrastrado por Julian hacía el fondo, donde había unas habitaciones improvisadas que solo eran separadas por unas oscuras cortinas.

Entraron y lo unico que había ahí era un sofá.

-Sientate Enzo- pidió Julian.

El rubio no se negó y lo hizo.

Después vio como JUlian se volteaba a cerrar correctamente la cortina y ahí fue cuando por primera vez se dió cuenta de los glúteos bien formados que poseía.

El castaño caminó hacia él para después sentarse en su regazo, y comenzar a mover sugerentemente su trasero.

Enzo colocó sus manos en la cintura de Julián , entonces el castaño pudo sentir como el miembro de su acompañante volvía a tomar rigidez por segunda vez en la noche, excitándolo más.

-Enzo mmmh...-gimió al sentir sus miembros rozar entre sí.

-Vamos a un hotel.

-¿no quieres hacerlo aquí?

-Nunca lo he hecho con un hombre y preferiría que fuera en un lugar más cómodo-admitió, aún moviendose debajo de Julian, buscando más fricción.

-Está bien, iremos a un hotel, s-solo sigue moviendote― dijo Julian como pudo.

Ambos chicos siguieron moviendose, buscando generar más fricción si es que eso era posible.

Enzo bajo sus manos hasta los glúteos de Julian y los tocó a su antojo.

Ambos estaban jadeando.

Era increíble el placer que sentían con solo rozarse por encima de la ropa.

-¿Puedo besarte?- preguntó el castaño, tenía miedo de ser alejado si lo hacía sin previo aviso.

Enzo en respuesta se acercó a los labios esponjos de el rubio y los capturó.

Se besaron ferozmente, metiendose la lengua y dejando restos de saliva en sus labios.

Siguieron así por minutos hasta que el primero en mojar sus pantalones fue Julian, pero no se dejo de mover hasta sentir húmedo al contrario.

-D-dios, eso fue-

-Genial- completó Enzo.

-Ahora sí, vamos al hotel.