Cap 5: Prodigo

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Estaba durmiendo como nunca antes, en una cómoda cama, limpia y no estaba rota. Sentía que nunca hubiera dormido tan bien en toda su vida, sin embargo esa bella calma se vio interrumpida por un toque de una puerta. Estaba en un cuarto extenso, donde antes Minerva le dijo que se instalara, a pesar de que había negado al principio, la bruja no solo le ofreció una cama en la cual dormir, sino que también le permitió darse un baño caliente y le dio ropa limpia para ponerse, hora se enderezaba sobre una cama de dos.

McGonagall: niño, estas despierto?. Preguntaba detrás de la puerta

Dokja: mmmh. Soltó tratando de despertarse, debido a la suavidad de la cama se sentía tentado a volver a dormir.

McGonagall: perdona si te desperté.

Dokja: no, no ya estaba despierto hace horas. Dijo mientras se dormía sobre su codo. Y al terminar la oración Minerva noto el silencio que hubo por lo que decidió contéstale.

McGonagall: bueno, quiero que sepas que prepare el desayuno y me gustaría que me acompañaras a tomar el té. Luego de a verlo dicho escucho como el niño dejaba la cama y se dirigía a la puerta.

Dokja: bien. Dijo tras apenas abrió la puerta pero la brujo lo detuvo.

McGonagall: toma. Dijo ofreciéndole un conjunto de ropa junto a unos zapatos. El pelinegro se negó pero se vio obligado aceptar debido a la insistencia de la bruja.

McGonagall: cuando te cambies baja a desayuna. Le dijo para darse vuelta y bajar por unas escaleras. Y el niño se vio obligado a hacerle caso, entro a la habitación nuevamente y se cambio, ahora llevaba puesto una camisa marrón claro y unos pantalones bordo junto a unos zapatos marrones de lo que parecía ser cuero. Tras cambiarse bajo la escalera y pudo observar la casa con un mejor punto de vista. La entrada donde antes avía sido tele trasportado junto a McGonagall estaba decorada en los muros por un tapiz rojo oscuro decorado por hojas naranjas. Mientras iba explorando pudo ver varias fotos familiares con la bruja en ella, pensó que podían ser su familia o amigos cercanos. Sin embargo se sorprendió cuando el contenido de los marcos empezó amoberse. Pero se detuvo en una foto que estaba colocada sobre la chimenea donde se calentó la noche anterior. Avía una foto de la mujer estrechando la mano de un hombre que parecía ser mayor que ella, pero lo que mas le llamo la atención fue ver lo que parecía ser un diploma un tano viejo y desgastado dentro de una vitrina de vidrio que empezó a leerlo poco a poco, pero una voz lo distrajo.

McGonagall: que estas viendo?. Dijo detrás de el, viéndolo observar las fotos viejas con buenos momentos

Dokja: lamento ser muy metido, sentí un tanto de curiosidad, sobre todo si las imágenes se mueven. Minerva solo puso una sonrisa en su rostro y le indico con su manos que se le hacer cara.

McGonagall: ven, la sala esta aquí. Dijo para darse vuelta y empezar a caminar con el niño detrás de ella. Al llegar a lo que era un cuarto pequeño con una mesa mediana con un florero con flores cecas  en medio y con tres sillas en los costados de cada lado de la mesa, la cual tenia un juego de te encima. Habían dos tazas de te en los dos extremos de la mesa y una tetera en el medio junto a todo tipo de postres, como tartas, galletas, alfajores entre otros tipos de comidas que el no había visto nunca.

McGonagall: no sabia que ibas a preferir y prefería estar preparada. Dijo acercándose a la mesa y corriendo la silla de la punta para sentarse. Ya acomodada le extendió la mano al niño haciendo un gesto para que se sentara.

McGonagall: por favor toma asiento. Le dijo y el niño no dudo en correr la silla que estaba en la otra punta de la mesa la cual tenia la otra taza de té. Ya acomodado Minerva le hablo

Dokja en Harry potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora