AIZEN

CAPITULO 3

Todo ha quedado organizado listo para recibir a los invitados y festejada, aunque ya se han demorado en llegar.

-Savannah podrías ir por más cubiertos a la bodega- dice Carlos señalando la puerta que da hacia la bodega, nunca he entrado ahí

-Si- asiento, camino hacia la puerta, la abro, hay cajas por donde quiera, aunque todas marcadas con lo que contienen, está algo mal iluminada, hay algunos estantes con algunas cosas y cajas que están mejor ordenadas.

El estruendo de algo cayéndose hace que voltee hacia donde viene el sonido, puedo notar que hay una ventana pequeña que da hacia la oficina del señor Bone. Camino con mucha precaución, sin hacer ruido, cuidando donde estoy pisando. Trato de asomarme por la ventana pero mi altura no me lo permite, entre las rejas que la cubren trato ver algo, tratando de estirarme lo más que puedo pero me es casi imposible.

-¡No! sabes muy bien porque lo hacen- se escucha la voz de Aizen, notablemente enfurecido

-También sabes que no puedo negarles nada- dice el señor Bone, a diferencia del chico, su voz suena tranquila

-Savannah- escucho la voz de Carlos, me alejo de la ventana antes de contestar

-Voy, no he encontrado los cubiertos- digo en cuanto llego a donde se encuentra, aunque no he hecho el mínimo intento de buscar

-Están por acá- me indica dónde se encuentran

Voy hacia la cocina ya que seré la encargada de servir algunos bocadillos y bebidas, se escucha que los invitados han llegado. Aura me ha enseñado a acomodar y servir para que la comida tenga una presentación bonita, no sé porque el señor Bone ha cambiado de opinión al dejarme a mi en la cocina y a Aura en atender a los clientes. Agradezco el hecho que todo esté preparado así que solo me toca servir y que se vea presentable.

Se escuchan risas, voces al mismo tiempo casi gritos, al menos se escucha que la están pasando bien, espero poder asomarme un poquito, solo para confirmar que la festejada es la misma chica que he conocido en el lago.

Los aperitivos y las bebidas se acaban más rápido de lo que pensé, vaya que tenían apetito, decido salir de la cocina ya que no hay nada más que servir.

-Hora del pastel- escucho la voz de Aura, salgo de la cocina, todos voltean a verme, tener la mirada de todos sobre mi me hace incomodar, voy hacia donde esta Carlos, casi me pongo detrás de él para que dejen de mirarme.

-Bien, cantemos a las 3- dice Aura, agradezco ya que la atención ha vuelto hacia Adara, la chica del lago. Aura cuenta hasta 3 todos comienzan a cantar feliz cumpleaños.

-¿Que pasa?- cuestiona Carlos casi murmurando, niego solamente

Tener las miradas sobre mí me ha dejado una sensación muy extraña que no puedo encontrar la palabra correcta para describirla. Apenas se acaba la canción, decido regresar a la cocina.

-Savannah- escucho la vos de Adara, volteo a verla

-Hola- saludo, trato de sonreír- Feliz cumpleaños-

-Gracias- me abraza, su abrazo es demasiado fuerte, que provoca que un quejido salga de mi boca- Lo siento, quiero presentarte a mi familia- dice emocionada

-Ahora estoy trabajado- digo, el señor Bone fue muy especifico en no interactuar con los clientes

-Sera rápido- dice señalando a su familia, sus padres, unos señores mayores, canosos, con una sonrisa enorme en sus rostros. A lado de ellos, tres chicos altos, fornidos, hablan entre ellos, sus rostros reflejan seriedad a comparación de sus padres.

-No quiero incomodar, será en otra ocasión-respondo

-Esta bien-dice algo desanimada que me ha hecho sentir mal por negarme, pero no podría estar tan cerca de ellos, incluso de todos los invitados, es como si tuviera una sensación de miedo, temor, rechazo.