AIZEN

CAPITULO 7

Savannah

Me coloco los lentes de sol, el dolor de cabeza no ha cesado del todo, la resaca está acabando conmigo. Comienzo a caminar hacia la cafetería, desearía que el día de hoy tampoco hubiese trabajo, me siento fatal.

-Sav- escucho el diminutivo de mi nombre, odio que me llamen así

-Savannah- corrijo hacia Adara

-¿Estás bien?- pregunta

-Si, solo no dormí bien

-Quería invitarte a cenar esta noche a mi casa- dice, trato de sonar lo más amable posible al negarme a su invitación

-Lo agradezco y me gustaría ir pero hoy no puedo- trato de sonreír

-Está bien- dice -¿Podría ser después?- cuestiona

-Claro otro día estaría genial- asiente

-Bueno, nos vemos- dice caminando hacia el lado contrario del rumbo de la cafetería

Llego a la cafetería los chicos del turno de la mañana van saliendo, he llegado justo a tiempo, entro voy directo hacia el locker donde guardo mi mandil.

-Dios no puedo con el dolor de cabeza- dice Aura llegando a mi lado- No vuelvo a tomar

-Estoy igual, ¿ya llego Carlos?- cuestiono

-Aún no

-Andando- digo resignando a un turno tortuoso

Voy hacia la caja, hay dos clientes esperando para realizar su pedido, tomo los pedidos y voy hacia Aura.

-Lamento llegar tarde- dice Carlos entrando a la cocina

-Has llegado, ayúdame con esta orden

-Savannah necesito tu numero, no sabía si habías llegado con bien a tu casa- dice

-Lo siento- me ofrece su móvil, anoto mi numero

-Te mandaré un mensaje para que me agendes- asiento, ha llegado el momento de tomar mi celular y enfrentar aquello que había querido dejar atrás. Vuelvo a mi puesto trato de ordenar el mostrador, llegan dos clientes más hago el mismo procedimiento.

-Esto ayudara- dice Carlos dejando un café a mi lado, agradezco su gesto, doy un trago esta algo fuerte pero es algo que mi sistema necesita para poder terminar mi turno. Comienzo anotar los faltantes en el mostrador para poder surtir mas al rato de la bodega.

-¿Que tal la resaca?- preguntan, levantó la mirada para toparse con los ojos color miel que me intrigan tanto, me sorprende su pregunta y de cierto modo me da verguenza que me haya visto en mi estado etílico

-Fatal- susurro- Lamento si dije o hice algo que te ofendiera- me disculpo, tengo algunos recuerdos de lo que sucedió pero no olvido su gesto de ayudarme a llegar a casa, asiente-¿Que deseas ordenar?- cuestiono ya que no emite ninguna palabra

-Nada, necesito hablar con el Señor Bone-

-Está en su oficina- sin decir nada se va hacia donde le he indicado

La tarde transcurre, falta una hora para salir, Aizen sigue en la oficina de mi jefe, raramente la cafetería se encuentra sin clientes, voy hacia Aura y Carlos que están en la cocina.

-¿Necesitan ayuda?- cuestiono, ambos están lavando la loza sucia

-No gracias- dice Aura- Ya estamos por terminar

-¿Ha quedado algún muffin? en la vitrina no hay- pregunto, Aura voltea hacia la mesa donde hay algunos panes y repostería

-Creo quedaron dos- dice