Mi despertador suena sonoramente, hago todo lo posible por apagar el ruido que emite. Cuando lo consigo, me estiro, tallo mis ojos, la pereza de levantarme comienza a invadirme, pero no dejo que cumpla su cometido. Me he propuesto comenzar a ejercitarme, así que me levanto, cambio mi pijama por ropa deportiva. Agarro una manzana y comienzo a comerla.
Alisto lo que llevaré conmigo, solo las llaves y algo de dinero, abro el cajón de mi buro, para tomar dinero. Veo mi celular que desde que llegué acá ha permanecido apagado y seguirá así hasta que me sienta preparada para saber algo de lo que he dejado atrás.
Salgo de la casa, bajó las escaleras, comienzo a caminar, observo el pueblo, creo que no estaría mal ir hacia el lago y trotar un rato.
La afluencia de personas por el día es todo lo contrario a cuando llega la noche, todos parecen aprovechar el día para realizar sus pendientes. Por el día es cuando se siente que este pueblo tiene vida.
Llegó a la orilla del lago, la brecha para llegar es algo complicada ya que tiene demasiadas piedras, que cualquier paso en falso provocaría una caída. El lago de cerca es más impresionante que desde el pueblo, parece no tener fin. Puedo observar que hay dos caminos que llevan al bosque, ambos están en los extremos del lago, pareciera que hay dos mundos diferentes detrás de tantos árboles. Es tan solitario que su vibra es algo misteriosa, decido comenzar a trotar a la orilla donde el piso es estable y sin tantas rocas. Mi trote va de ida y vuelta, ya que prefiero evitar acercarme tanto al bosque. Siento mi corazón latir frenéticamente, he dado al menos como cinco pequeñas vueltas. Ahora mismo lamento no tener una botella de agua. Me coloco en cuclillas ya que la cinta de uno de mis tenis ha quedado desabrochada.
-Hola- escucho una voz femenina detrás mío, me incorporo de inmediato, la chica me observa esperando respuesta a su saludo
-Hola- respondo algo confundida, sus ojos azules cristalinos me observan detenidamente pareciera que buscará algo en mi.
-¿Qué haces aquí?- pregunta como si estuviera invadiendo su espacio vital
-Estaba haciendo un poco de ejercicio- explico
- Me llamo Adara- se presenta
-Soy Savannah- sonrió
-No te había visto por acá- dice
-Me he mudado hace poco- asiente
-Me tengo que ir
-Yo también, gusto conocerte- digo, extiendo mi mano para saludarle, pero ella solo observa mi mano
-Me tengo que ir- repite, da media vuelta y se va casi corriendo
....................
-Hola- digo hacia Carlos, he llegado justo a tiempo al trabajo, después de mi ejercicio matutino, aproveche para limpiar y ordenar algunas, el tiempo pasó volado, que apenas pude comer y ducharme.
-Justo a tiempo- dice sonriendo
-Buenas tardes- saluda el sr. Bone, llegando hacia nosotros, saludamos- Mañana habrá una pequeña celebración, así que necesito que lleguen más temprano para poder organizar todo, los chicos de la mañana se encargaran de los aperitivos, pero necesito que ustedes se encarguen de la decoración y atender a los invitados
-Claro- dice Carlos sin ningún problema, el sr Bone voltea a verme, asiento
-Bien- dice y comienza a caminar hacia su pequeña oficina
-¿De quién será el festejo?- pregunto
-Mañana lo sabremos- asiento
Nuevamente me ha tocado atender la caja y tomar pedidos, aunque mi mente está pensando en el chico misterioso, algo en mi anhela verlo entrar e intentar saber algo de él.
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AIZEN
VampireSavannah se muda a un pueblo alejado de su cuidad natal, después de vivir una decepción amorosa, decide empezar desde cero en un lugar donde no la conozcan, escoge un pueblo con un tanto de costumbres raras e inusuales como algunos de sus habitantes...