Dicho y hecho Anthony escapó ese mismo día de su casa. Tomó prestada la sudadera de Gordon dejando toda su ropa y saliendo con un pequeño bolso que llevaba solo lo esencial. Escapar fue más difícil de lo que imaginaba.
Un gorro tapaba parte de su castaño cabello y unas gafas cubrían esos chocolateados ojos. Hizo uso de varios supresores para tapar su aroma y dejando un fuerte abrazo a su amigo salió de aquella vivienda.
Se adentró al bosque esquivando a varios guardias, su mansión ocupaba varios kilómetros, tenía innumerables cámaras de seguridad eso sin contar las personas que rondaban los sectores vigilando que no hubiese ningún enemigo.
Aun así logró llegar a la carretera más cercana, intento parar a varios camiones y autos en vano, nadie parecía prestarle atención con esa facha de delincuente.
El sol pronto saldría y el Omega llevaba caminando ya varios kilómetros hasta suspirar. Con cansancio se quitó la gorra quitando el sudor de su frente con el antebrazo.
En ese momento una motocicleta gris paró a orilla de camino, Anthony pensó que sería una coincidencia cuando el chófer giró para verle. El tipo realizó una señal con se mano haciendo que el Omega se acercara curioso.
Un Alfa, ciruela, madera y lluvia. Un exquisito aroma que le hizo olvidar todo lo malo con solo una mirada. Sus ojos brillaban y tenían una leve esperanza de ser azules.
- ¿Cómo te llamas? - preguntó rompiendo el intranquilo silencio, ambos se habían quedado mirando al otro.
Su cabello castaño y largo, pero era amarrado con una pequeña coleta impidiendo que saliera libre. Anthony notó al instante su ropa, no era a la que el estaba acostumbrado.
Pero al diablo, estaba escapando no podía ponerse exquisito.
- Robert... Downey - murmuró recordando vagamente el nombre de un actor.
No confiaba en nadie y todo el mundo sabía que un tal Anthony Stark estaba casado con el Alfa más peligroso.
- Bueno Robert Downey, siendo Omega o Alfa es peligroso que andes por aquí ¿Estás bien?
- Si... yo - notó un sutil asentó ruso y deseó escucharle decir Anthony con esos mismos labios - ¿Eres ruso?
La pregunta tomó desprevenido a ambos, no obstante el chófer sonrió asintiendo.
- Lo soy, ¿Quieres que te lleve? ¿A donde vas?
- Yo, bueno ¿A donde vas tu?
- A la ciudad.
- Yo también.
El Alfa frunció el ceño curioso, no obstante apuntó hacía su espalda con una mano mientras se acomodada.
- Sube, te llevo.
Tomó varios intentos, nunca en su vida se había subido a una motocicleta ni siquiera en su adolescencia cuando su actual esposo manejaba una casi idéntica. El Alfa le ayudó con sutileza riendo a cada intento de subir que hacía el castaño.
- ¿Estas listo? - Anthony asintió agarrando con fuerza el bolso.
Anduvieron varios kilómetros hasta que un miedo se apoderó del Omega, no conocía al Alfa que lo llevaba, quizás era un posible vendedor de órganos, violador o aun peor soldado de S.H.I.E.L.D. Steven muchas veces le prohibía hablar con gente e incluso lo mantenía encerrado en aquella casa que muy pronto la sintió como cárcel.
El sol estaba saliendo sobre los altos árboles, un aire golpeaba parte de su rostro y algunas veces le costaba respirar, sin embargo, nunca se había sentido tan libre
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𝙻𝚊 𝚒𝚖𝚙𝚘𝚛𝚝𝚊𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚍𝚘
FanfictionAnthony Stark sufre al sentir como su Alfa marcaba a otro Omega, sabiendo que puede morir pronto del dolor decide pasar sus últimos días escapando del Capitán Hydra. Pero su esposo y Alfa lo bastante peligroso no dejará de buscarlo.