Anthony Stark sufre al sentir como su Alfa marcaba a otro Omega, sabiendo que puede morir pronto del dolor decide pasar sus últimos días escapando del Capitán Hydra. Pero su esposo y Alfa lo bastante peligroso no dejará de buscarlo.
Anthony acarició el torso desnudo del Alfa, ante sus ojos era una vista perfecta. Casi anocheciendo ambos subieron al cuarto del mayor intentando hacer el menor ruido. Quizás fue imposible por sus risas traviesas, sin embargo, nadie quiso arruinar el cuento de hadas.
Bucky volvió a tomar control de sus labios, necesitaba cada parte del Omega para si mismo, quería sentir sus besos, sus suspiros, jadeos y aquellos débiles brazos que le rodeaban.
Pero ante todo James quería a Tony, quizás por eso se apartó saboreando su último beso. El castaño frunció el ceño con desconcierto. Podía notarlo, la incomodidad por parte del castaño y los temblores que aparecían en él.
- Dime la verdad ¿Te sientes obligado hacer esto?
Anthony cerró sus ojos.
- Lo siento Bucky...
Al instante el Alfa abrazó con fuerza aquel delgado cuerpo, Anthoska seguía teniendo miedo, podía sentirlo. Aunque las manos que lo tocaran no fueran de Steven, el recuerdo era palpable.
Besó su cabello mientras acariciaba su frágil espalda, la noche era tierna y extrañamente no había ningún sonido de gritos por la casa, quizás todos estarían ya en sus cuartos.
- Podemos hacer otra cosa, dormir juntos sería un buen comienzo. Solo dormir.
Tony asintió, no podía evitar sentirse culpable, después de todo debería poder acostarse con alguien sin recordarlo a él, mejor aun debería poder hacerlo con Bucky sin tener el recuerdo de su maldito esposo.
Pero no podía, era imposible.
Recordaba al rubio con su maldita sonrisa, como sus manos lo agarraban con fuerza, como era obligado a besarlo y como su cuerpo servia de placer.
- Esta bien - susurró, ambos se dejaron caer en la cama aun con el pecho del Alfa desnudo - Anthoska, estar así contigo es aun mejor.
- Da impotencia - informó - y rabia, no sé como describirlo.
Besó aquel cabello corto mientras ambos unían sus manos, un acto que extrañamente calmó al Omega dejándose llevar por la respiración del mayor.
- Te amo.
- Bucky no tienes que decir palabras, solo por...
- Lo sé, sé que te amo. Y sé que si me das más tiempo te amaré aun más.
Anthony escondió su cabeza en el torso del mayor, no quería escucharlo, cada palabras era un maldito recordatorio. Pero irónicamente, una pequeña esperanza aparecía en él.
- Vamos a dormir, mañana tus padres quieren una fiesta y tendrán una fiesta.
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Habían dejado la gran mesa afuera, la habían sacado junto con sillones y sillas para todos los invitados, aun era muy temprano pero se escuchaba música en la gran granja. Anthony inflaba globos junto a Aj.
