AGATHA || h2o just add water

Chapter one

Nuevo país.
Nueva ciudad.
Nueva casa.
Nuevos amigos.
¿Nueva vida?

Definitivamente.

Cuando desperté nunca me imaginé que esto me sucedería. Ni en mis más locos sueños.

Cuando mi madre decidió que era buena idea mudarnos, lo tome como una decisión lógica. Mi padre la había engañado, nuevamente, con su nueva secretaria, una pasante universitaria con piernas largas y pocas neuronas, el tipo ideal de mi padre, Nicolás Makris. En otra situación mi madre lo hubiera dejado pasar, si no fuera por que la amante salió embarazada. El gran empresario Nicolás Makris siendo portada en todas los diarios nacionales, y mi madre siendo acreedora de los cachos más grandes de toda Grecia. Que humillante fue para ella cuando el nombre de mi familia estuvo en la boca de todos. La gran Samantha Makris tuvo que ponerle 23 horas de distancia para dejar de escuchar todos los chismes, hasta Costa Dorada en Australia.

Una nueva vida. Tomando nuevamente su apellido de soltera, ahora Samantha Athanasiou. Una mujer de apariencia joven con gustos finos mudándose a una ciudad playera dejando atrás el barullo de las grandes ciudades, y acompañándola, yo, su hija, Agatha Makris.
La pobre adolescente trastornada por sus problemas familiares, que tuvo que dejar toda su vida por la mala decisión de su progenitor.

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Una "linda y modesta" casa de dos pisos de color blanco, grandes ventanales, una innecesaria gran piscina y un enorme jardín. Frente a las grandiosas playas de Costa Dorada y una vista impresionante de la famosa isla Mako. Una casa que grita dinero, digno de los gustos de mi madre.

— ¿No es bonita? — preguntó mi madre.

— Es grande — En verdad que lo era. Demasiado grande para dos personas.

— Entonces es excelente. Digno de nosotras. Entremos.

Si por fuera se veía grande y cara, por dentro superaba esa impresión con creces.

— Es lindo.

— Tu cuarto está arriba. La primera puerta a la derecha. Todo está listo, solo debes acomodar tu ropa.

— Ventajas de tener dinero.

— Ventajas de tener un divorcio con una gran mensualidad de por vida. Me lo merezco por aguantar tanto tiempo a Nicolás.

— ¡Oye! Yo nací de ese tiempo.

— No me refiero a eso cariño. Tu y la tarjeta con crédito ilimitado son lo único de valor que me dio tu padre.

— Admirable el amor que me tienes madre.

— No seas molesta. Sube y ve tú cuarto. La diseñadora hizo un trabajo estupendo.

— Pensé que tú te encargarías de eso.

— Claro que lo hice amor. Solo tuve un poco de ayuda.

Seguro. Nunca vi a mi madre trabajar. Vino de una familia adinerada y con un apellido importante. Conoció a mi padre a los 15 y a los 19 se casaron, cuando salió embarazada.

Tenía razón.

La diseñadora hizo un buen trabajo. El cuarto era grande, una cama en el medio, un escritorio grande al pie de la ventana, unas puertas de vidrio al costado que daban vista a la piscina y al mar, habían dos puertas, una era del baño y la otra del clóset.