Astaroth
Esa sensación extraña de odio hacia aquella mujer que se llevó casi a rastras a Fiore no se iba y dudaba que lo hiciera a corto plazo.
Seguía sintiendo ganas de arrancarle cada uno de sus asquerosos dedos al ver cómo los enterraba en la cálida piel de esa pequeña niña y al ver el rostro de dolor de Fiore.
No me gustó.
No me gustó para nada.
-¿Astaroth?
Salí de mis pensamientos homicidas cuando escuché al pollo con alas a mi lado.
Mi pecho subía y bajaba con brusquedad, tenía mis puños apretados a mis costados, tan fuertes que mis nudillos estaban blancos. Mi rabia era tan enérgica que incluso Puchi la sentía, estaba igual de tenso que yo y no dejaba de gruñir, con humo saliendo de su hocico, en dirección por donde había desaparecido aquella bella flor.
-¿Estás bien?
-Si- contesté apenas en un susurro.
No quería pensar.
Tenía que sacar a aquella niña de mi lista de cosas importantes antes de que se volviera tan interesante para ponerla como mi prioridad.
Ya bastante tenía con mi trabajo en el infierno.
*Ajá, eso no decías hace tres segundos*
Si, era alguien interesante, esa niña era...No tenía ni palabras para describirla, no sabía ni siquiera porque nuestros destinos se habían encontrado. Y miren que soy el Duque del Infierno y lo sé ¡TODO! ¡ABSOLUTAMENTE TODO!.
Menos mi conexión con ella.
-Joder- solté un gruñido y me pase la mano por mi cabello.
Quería descubrirla. Pero no ahora, había prioridades y la mía, justo ahora, era no pensar en aquella niña y en el Infierno. Ah, si, tampoco quería ver a este pollo.
-Bueno- suspiré -, me voy.
-¿A dónde?- lo volteé a ver lentamente.
-A una Orgía ¿Te apuntas?- casi suelto una carcajada al ver su cara de asco y desaprobación.
-¿En serio Astaroth?
-No- comencé a alejarme de él con Puchi a mi lado-. Y si así fuera ¿A ti que?.
-¡Que te tengo que cuidar, pulgoso!
-Bueno...pues te doy el día libre pollo con alas.
-¡Los pollos tienen alas!
-¡Pero no vuelan como tú!
Antes de que gritara algo más y que la gente me volteara ver cómo si fuera un desquiciado por estarle gritando a la nada, porque Raziel se volvió invisible, de nuevo. Troné mis dedos desapareciendo de aquel parque.
👑👑👑
3 Días Después
Sur. Los Angeles. California.
Una sonrisa adornaba todo mi rostro cuando miré a mi alrededor y supe donde estaba.
Pegasus
Era un antro del Sur de los Ángeles California.
*¿Lo mejor?*
Me había ahorrado toda la fila que ansiaba entrar a éste lugar y ya tenía uno de los mejores lugares de este sitio.
Alce la ahora camisa blanca de botones que llevaba puesta y baje un poco el pantalón de vestir negro que portaba. Puchi se había convertido en otro de mis tatuajes. La cabeza de mi dragón adornaba de tinta negra mi cadera del lado derecho. Tenía el hocico abierto, con sus imponentes cuernos y lanzando humo por la nariz.
ESTÁS LEYENDO
Paraíso Terrenal © #1
FantasyUn Príncipe coronado del Infierno, el Gran Duque de los ojos color dorados. Un Ángel de la Sabiduría y los Secretos con la mirada azul zafiro. Y una bella flor corrompida por un mundo de oscuridad. ¿Qué relación tienen con ella? ¿Por qué sienten ese...