Lo bonito de quererte

Capitulo 4

Aparqué mi coche, en frente de la mansión de los Falcone, le acaba de mandar un mensaje a Roma avisándole que estaba afuera, ella simplemente me dejo en visto, me pare en frente de la puerta y en ese instante se abrió dejando ver a Roma en frente mio

Iba con una hoodie que le quedaba como vestido, tenia los muslos al descubierto y llevaba un moño bastante despeinado.

Hoy la había visto extrañamente.... Linda

—Hola -susurro

Siempre que hablaba susurraba, no se si se daba cuenta o no.

—Hola -devolví el saludo sonriente

—Pasa —se hizo a un lado dejándome pasar y yo simplemente obedecí.

—Vamos a mi habitación para que podamos empezar

Roma y yo nos dirigíamos hacia su habitación, cuando entre vi que tenia una habitación bastante linda, la cama era bastante grande y el cuarto tenia dos pisos.

—Bien, estas listo para empezar?

—Por supuesto

—Bien

Roma se acercó a su cama y se sentó en ella, me hizo una mini seña con los ojos para que me sentaste a su lado. Lo cuál hice.

—Bueno, creo que deberíamos hablar de las cosas que nos gustan antes de empezar —dijo en tono bajito bastante tímida

—Esta bien, como hoy me toca sacar las fotos a mi empieza tu —la anime

Ella solo me miro y asintió

—Pues no me suelen gustar tantas cosas como antes, pero me gusta mucho pintar, me gusta escuchar musica, también disfruto leer.

—Y que cuales eran las cosas que te gustaban antes? —me atreví a preguntarle, ni siquiera me había parado a pensar en lo que le había dicho

Ella se quedo callada por un rato, el silencio estaba empezando a tornarse un tanto incomodo.

—Lo siento, no tienes que responder —habla rápidamente— No tuve que...

—Pues, me gustaban muchas cosas, salir de fiesta, viajar en yate con mi amigos todos los findes , ir de compras, Me gustaba ir a tomar helados todos los viernes con.... —se quedo callada

Eso me intrigo muchísimo ¿porque dejo de hablar?
Todo lo que me había dicho era tal lo que los medios decían de ella. Tal vez no la conocían lo suficiente, tal vez nadie lo hacía.

—¿Por que ya no te gustan?

—Pues porque son cosas que me hacen recordar al pasado y no me gusta recordar esa parte de mi vida

—Vale —No quise presionarla mas con este tema —empezamos ya?

Roma asintió y se puso de pie y se encamino a las escalera de su  cuarto mientras yo iba tras de ella con la cámara en la mano.

—Estos son algunos de mis dibujos, puedes tomarles algunas fotos

Yo solo asentí y empecé a detallar cada uno de los cuadros que estaban ahí, Roma bajo hacia su escritorio y yo me quede en la parte de arriba, me distraje observando como se colocaba unos  audífonos de cable, vi como saco su celular supongo que para poner una canción, Ella se quedo observando su ventana, yo no podía sacra lo ojos de ahí, no quería.

Roma sonrío de la nada mientras su mirada seguía fija en la ventana, no me lo pensé mucho y le hice una foto.

Al ver como quedo la foto sonreí orgullosamente, había quedado genial, Roma no se había dado cuenta que la seguía mirando y que le tome una foto, suele ser bastante distraída por lo que he notado.

Deje mis pensamientos atrás y empecé a sacar algunas fotos de los cuadros que mas me gustaron, había que admitir que si sabia lo que hacía s la hora de pintar, una vez con suficientes fotos de cuadros curiosee un poco mas y encontré unos discos de vinilo los cuales no lo pensé mucho y fotografíe también. Termine sacando fotos de algunas partes de su habitación.

—No quieres fotografiar mi almohada también? —bromeó un poco

Yo solo reí, iba avanzando con el plan había logrado que la reina de la seriedad y timidez haga una broma, cuando se lo cuente a la marquesa se va a caer de culo.

—Pues también servirá —le continue el rollo

Roma apretó los labios, estaba reprimiendo una sonrisa

—¿Porque te aguantas la sonrisa? —quería saber el porqué

Ella solo me miro y volvió a apretar los labios

—Tienes hambre?

No pude evitar soltar una risa con esa pregunta, cambio brutalmente de tema

—Creí  que nunca lo preguntarías —la verdad si me estaba descojonando de hambre

Esta vez Roma no aguanto y sonrió, parecía una sonrisa sincera.

—Anda vamos a ver que tengo —dijo saliendo de la habitación conmigo pisándole los talones

Ya había llegado la hora de irme, me despedí de Roma con un beso en la mejilla un poco mas largo de  lo normal. Cuando vi su rostro la vi un tanto sonrojada y con la mirada en otro lado, fue algo agradable de ver.

Ya había llegado a mi apartamento y me encontraba reventado, con eso de de levantarme temprano para las clases y los entrenamientos quedaba prácticamente muerto camine por el pequeño pasillo y quede completamente quieto cuando vi que la luz de mi habitación está encendida y la puerta entre abierta.

Me arme de valor y entre a mi habitación al ver quien era simplemente volví a respirar.

—Joder, jess que susto me has dado

—Hola pablito

—Que tal? -pregunte sentándome a su lado en la cama -¿Que haces aqui?

—Pues he venido a hablar contigo

—Vale, de que quieres hablar?

—Pues de nosotros —soltó sin mas

—¿Nosotros? —no me gustaba nadita a donde iba esta conversación

—Pues si Pablo, quiero que estemos juntos como pareja.

Lo había dicho

Ay Jess como te lo explico

—Mira jess — empece — eres una chica increíble y disfruto nuestro tiempo juntos pero, no me gusta eso de andar con pareja, me siento amarrado a alguien y no me gusta. Tal vez más adelante mi opinión sobre esto cambie y...

—Entiendo gavi, podemos seguir como estamos hasta que te sientas listo

Yo solo asentí con la cabeza y ella se acerco para besarme, y luego terminamos en el rollo de siempre.

No creí sentirme listo alguna vez para eso pero cuán equivocado estaba.