Capitulo 9

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Roma

—¿Como sigues?

—-Bien, se siente realmente bien hablar de esto al fin, gracias por estar aquí, conmigo.

Pablo solo sonríe y empieza a jugar con un mechón de mi cabello, había pasado un rato desde que le había contado sobre nick, estábamos acostados en mi cama, Pablo estaba con la cabeza apoyada en el respaldar de la cama y yo estaba sobre su pecho.

—Si me lo permites, siempre estaré contigo Ro.

Sus palabras hacen que mi corazón martille en mi pecho, ¿porque siempre sabe que decir?

—¿Porque eres así? —pregunte mientras hacía pequeños círculos imaginarios en su pecho.

Mi pregunta pareció confundirlo.

—¿Así como? 

—Pues, siempre te preocupas por mi... y la mayoría del tiempo me dices cosas lindas que... siento que no merezco escuchar.

Pablo se acomoda bien y me mira fijamente mientras seguía con sus caricias en mu cabello.

—Es inevitable que no me preocupe por ti, y solo digo lo que pienso y lo que siento, preciosa —Habla —Y tienes razón, no mereces esto, mereces mucho mas.

No lo pensé cuando actúe, pero lo hice y ni me arrepentí, me senté completamente en la cama y me acerqué a Pablo y el a mi, nuestras narices se rozaban y sentía su caliente respiración en mi boca

—Preciosa, quiero besarte justo ahora —susurro

No le respondí nada, uni nuestros labios en un torpe y fugaz beso, pablo no tardo nada en corresponderme, mi corazón estaba latiendo desenfrenadamente y sentía como se me revolvía todo el estomago, nunca me había sentido así con un simple...Beso.

Pablo Gavi

Dias después

¡Oh si! Ahh me encantan los momentos contigo.

Mi celular comenzó a sonar en la pequeña mesita de noche que había en el velador, así que tuve que apartar a cierta pelirroja que esta trepada encima mio para ver de quien se trataba la llamada.

Jess prosteso ante mi acción pero sinceramente no me imoporto en lo más mínimo

Número desconocido

Me levante bruscamente agarrando mi celular y empujando a Jess la cual solo me dio una mirada de ofensa y indignación.

Alo? —descolgué la llamada rápidamente antes que se acabara.

Eh, Hola pablo —escuche una voz muy reconocida para mi al otro lado de la linea.

¿Roma?

—Eh, si, Hola —Quise reírme por el tono nervioso en el cual estaba hablando, mas no lo hice.

Preciosa, hola ¿A que debo tu llamada? — la verdad es que me sorprendió que ella hubiera llamado.

Pues, este viernes es el cumpleaños de mi madre y...—pude escuchar como se aclaraba la garganta— y hará una pequeña fiesta y yo me preguntaba si...

—¿Si?

—Pues si me querías acompañar...

—Me encantaría ser tu acompañante Ro.

—Bien, te escribiré y te mandare los datos y así, bueno eh... adiós.

Ni siquiera me dejo responderle ya que había colgado la llamada, tenia una estupida sonrisa en el rostro la cual borre de golpe, no quería cambiar mis pensamientos hacia esa chica, esto para mi era un simple trabajo. Me sentía como un estupido hormonal desde que me besó aquella noche, Olvidando ese tema me sentía bien porque ya había avanzado bastante en mi trabajito.

Lo bonito de quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora