Capitulo 7

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Roma

Ansiedad, eso era exactamente lo que estaba sintiendo en estos momentos, Pablo me había traído a un mirador, me sentía bien, tranquila, cómoda
Y raramente Feliz, Me confundió el hecho de haberme puesto feliz, en mucho tiempo no me sentía así, No sabia si era por estar en el mirador con esta vista preciosa, esas eran cosas que me llenaban y me daba Paz, pero lo que estaba sintiendo no era por donde me encontraba, si no con quien me encontraba ahora mismo.

Me asuste, no quería sentirme así, llegue al punto de mi vida en donde ya no quería estar con nadie mas, Ni siquiera con mis padres y amigos, había tocado fondo, prefería consumirme en mi soledad.

Estaba feliz pero la felicidad me duro poco cuando sentí unos flashes cegarme los ojos. Pablo también se dio cuenta y no reaccionó, me empezaron a temblar las manos y el aire comenzó a faltarme, me trae muy malos recuerdos ver paparazzis persiguiéndome.

— Pablo —susurre su nombre en un pequeño sollozó.

—Ey, ¿Que tienes? —pregunto poniéndose rápidamente de pie

Yo rápidamente lo imite y me puse frente a el, seguía escuchando los flases y los cliks que provocaban las cámaras. Yo estaba dándoles la espalda así que no podían sacar fotografías de mi rostro.

— Quiero salir de aquí — suplique sintiendo como la ansiedad empezaba a consumirme.

— Bien, te sacare de aqui pero necesito que te tranquilices ¿de acuerdo?

Asentí rápidamente, vi como pablo empezaba a sacarse la chaqueta, lo mire confundida.

— Ven aquí —ordenó

Yo solo me acerqué un poco mas y el me coloco la chaqueta, subió el cierre lo mas que se pudo haciendo que la chaqueta me llegara hasta la punta de la nariz, me subió la capucha intentando tapar mi rostro lo mas que se pueda.

— Bien vamos

Empezamos a caminar en dirección a donde estaban los paparazzis ya que era el único lugar donde se podía salir. Pablo había entrelazado nuestras manos y de cierta manera me hacía sentir mas segura.

—Gavi! Gavi!

--Pablo,¿¡Esta chica es tu novia!?

--¿Estan saliendo?

--¿¡Cuanto tiempo llevan juntos!?

--¡Esperen es Roma Falcone!

A este punto las lagrimas salían desconsoladamente de mis ojos, llevaba la cabeza gacha, no me atreví a levantar la en ningún momento, me sentía en un estado de shock y nervios, las lagrimas acumuladas en mi rostro apenas me dejaban ver por donde caminaba, afortunadamente pablo no se veía tan afectado y me sujetaba la mano con seguridad mientras caminábamos rápidamente hacia el pequeño supermercado donde estacionamos el coche.

--¡Roma! ¡Roma!

--Roma por aquí!

Mierda, esto solo logra abrumarme mas, ¡No sabia que el jodido supermercado estaba tan lejos!

--¡Roma! ¿¡Que paso verdaderamente en el accidente!?

Pare en seco, Pablo volteo rápidamente en mi dirrecion agarrandome por mi espalda baja para que comenzara a caminar, pero no podia los odios me zumbaban, he inevetablemente mi cabeza viajo a esa noche...

--¡Roma! ¡Roma!

--¡Roma Falcone!

--¡Roma! ¿Cual fue la verdadera causa del accidente?

Volví a la realidad cuando sentí un pequeño jalón, un periodista me había jalado el brazo para que volteara a verlo.

—Roma, ya superaste la muerte de... —no pudo terminar de hablar porque fue empujado bruscamente.

—No se quien mierda te has creído si quiera para atrévete a ponerle una mano encima —gruño pablo desesperado

Vi como pablo iba a darle otro empujón pero rápidamente lo agarre del brazo.

—Pablo, ya, quiero salir de aquí —apenas podía haber

Pablo no dijo nada y simplemente caminamos mas rápido hasta llegar a su coche, los periodistas dejaron de seguirnos ya que estaban sorprendidos debido a la reacción de pablo, si esto salía en alguna mierda de chismes era su fin. 

Una vez dentro del coche pude empezar a respirar con normalidad.

—Ro...lo siento ¿si? No sabia que esto iba a pasar

—Esta bien pablo, no es tu culpa, no tienes porque disculparte.

Pablo solo asintió no muy convencido y no dijo nada mas, lo cual agradecí.

Una vez fuera de mi casa Pablo aparco el coche y se dio la vuelta para mirarme.

—Me la he pasado realmente bien, bueno... hasta que... ya sabes

Pablo iba a responder pero no le deje

—Adiós, pablo —ni siquiera lo pensé bien cuando deposite un pequeño beso en su mejilla así que simplemente salí corriendo como la cobarde que soy.

Subí corriendo a mi habitación, por suerte no había nadie en casa mas que el personal de servicio.

Rebusqué desesperadamente en mi cajón hasta dar con ese pequeño frasco de pastillas que me había salvado de mucho, no me lo pensé y me tome dos de un tiro.

le puse llave a la puerta, agarre los audífonos y me tire en mi cama con musica a todo volumen ahogándome en los recuerdos otra vez...

Lo bonito de quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora